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'Las mil caras de Jack el destripador', la reinvención del mito de Segura y Ortíz

  • Se reedita este clásico del cómic, que se publicó originariamente en la revista Creepy entre 1984 y 1985

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JESÚS JIMÉNEZ
7 min.

Jack el destripador es el asesino en serie más famoso de la historia por la crueldad de sus crímenes, sus juegos con la policía y su repentina desaparición, que evitó que fuera identificado y detenido. Pero... y si Jack no hubiera desaparecido, sino que, simplemente, hubiera cambiado de modus operandi, cometiendo sus asesinatos de otra forma. Esa es la interesante premisa de Las mil caras de Jack el destripador (Isla de Nabumbu), una joya del cómic español del guionista Antonio Segura (Valencia 1947-2012) y el dibujante José Ortíz (Cartagena, 1932 - Valencia, 2013), que ahora podemos redescubrir en una espectacular edición que nos permite admirar el arte de Ortíz, uno de los mejores dibujantes de la historia del cómic.

Una sorprendente obra que es un puzzle de luces y sombras, tanto literario como visual, que juega con el mito de Jack el destripador de formas realmente originales. Y que mezcla de forma magistral la tensión e incluso el terror, con el humor negro. De esa forma, cada una de las historias es una auténtica sorpresa y nunca podemos sospechar cómo va a terminar.

De hecho, Segura y Ortíz ni siquiera nos desvelan si este Jack el destripador aficionado a los disfraces es el original o solo un imitador. Tampoco nos importa, lo fundamental es que es un personaje fascinante, casi un estudio de la maldad, en un carrusel de emociones que va desde la sorpresa inicial, hasta el terror más absoluto, con esas inteligentes pausas de humor negro.

Ilustración de 'Las mil caras de Jack el destripador'

Un clásico imperecedero que nos habla de la oscuridad del alma humana y que es una de las interpretaciones más potentes de Jack el destripador. Aunque se aleje del personaje histórico, para demostrarnos que la maldad puede anidar en lo más profundo de nuestros corazones.

Y todo contado por uno de los grandes guionistas del cómic español y uno de los maestros del dibujo. Juntos eran excepcionales, pero cuando se juntaban conseguían una magia especial que plasmaron en clásicos como Hombre, Morgan, Juan el Largo o Burton & Cyb.

Destacar la edición de la obra, en un tamaño mayor que el habitual que nos permite apreciar mejor los detallistas originales de Ortíz. Y que incluye un intersante prólogo de Javier Alcázar en en que nos habla sobre el cómic original, sobre Segura y Ortíz, sobre Jack el destripador y sobre la influencia del famoso asesino en la cultura popular.

Página de 'Las mil caras de Jack el destripador'

Un guionista todoterreno

Las mil caras de Jack el destripador se publicó en la revista Creepy entre diciembre de 1984 y septiembre de 1985 y enseguida se convirtió en un éxito gracias a sus autores. Y es que Antonio Segura y José Ortíz eran dos pesos pesados del llamado cómic adulto.

Segura escribió varias obras de teatro y algunos relatos de ciencia ficción, pero sus mayores éxitos fueron en el cómic; como Bogey, (dibujado por Leopoldo Sánchez y que está considerado uno de los mejores cómics españoles de serie negra), Kraken (dibujado por Jordi Bernet) o Eva Medusa (con Ana Miralles), por citar solo algunos de sus grandes títulos.

Aunque su dibujante de cabecera fue José Ortíz, junto al que realizó Hombre (un western postapocalíptico que ha sido imitado en multitud de ocasiones) y otros grandes títulos como Burton & Cyb o Morgan. Historias en las que destacaban su visión pesimista del futuro de la humanidad y su ácido y negro sentido del humor. Destacar que era un guionista que casi siempre lograba sorprendernos con sus historias (como podéis comprobar en este Jack el destripador).

Un maestro del terror... y de todo lo que se pudiera dibujar

José Ortíz fue uno de nuestros autores más internacionales, destacando sus historietas bélicas y románticas para la prensa británica en los años 60, los westerns que dibujó para EE.UU. en los 70, y, sobre todo, su colaboración con las revistas Warren en esa misma década. Fue el autor que más historietas publicó en la famosa editorial, unas 120, y, sorprendentemente, su calidad nunca se resentía. Eran historias de ciencia ficción, suspense y terror, un género en el que Ortíz era un auténtico maestro. Por eso, cuando le tocó dibujar este Jack el destripador, ya dominaba perfectamente las luces y las sombras, la tensión dramática y todos los resortes del género.

Su reconstrucción del Londres de la época, con esa niebla (smog) que cubre las noches de la ciudad, es realmente impresionante y logra meternos inmediatamente en la historia. Y su facilidad para la caricatura también es estupenda cuando se combina con ese humor negro de Segura.

En sus páginas hay homenajes-parodias de grandes mitos del terror, como Peter Lorre. Boris Karloff y su Frankenstein.. pero también a otros actores y actrices como Bette Davis (en su famoso papel de vendedora de manzanas de Un gángster para un milagro, de Frank Cappa).

Página de 'Las mil caras de Jack el destripador'

Destacar que la editorial Isla de Nabumbu ha escaneado los oríginales y los ha reproducido a un tamaño mayor que el habitual, lo que nos permite apreciar ese estilo casi puntillista de Ortíz, uno de los grandes maestros del blanco y negro y de la iluminación en el cómic. Aunque también fuera un genio del color.

Ortíz también fue uno de los mejores dibujantes de Tarzán y dibujó a otros personajes míticos como el Juez Dredd o Tex Willer. Si algo se podía dibujar, Ortíz lograba convertirlo en una obra de arte. Pero, por razones nostálgicas, para nosotros siempre será uno de los grandes maestros del terror, como demuestra en estas páginas de Las mil caras de Jack el destripador.

Página de 'Las mil caras de Jack el destripador'

Jack el destripador: el asesino y el mito

Entre el 31 de agosto y el 9 de noviembre de 1888, Jack el Destripador (Jack the Ripper), asesinó a cinco prostitutas en el barrio londinense de Whitechapel (East End), aunque se piensa que no fueron sus únicas víctimas y algunas hipótesis aseguran que los crímenes pudieron ser cometidos por más de un asesino. Unos crímenes que causaron pavor en la época por su crueldad, ya que incluían cortes en la garganta, mutilaciones en las áreas genital y abdominal, extirpación de órganos y desfiguración del rostro de sus víctimas.

La policía recibió varias cartas supuestamente firmadas por el asesino, en las que amenazaba con seguir asesinando a prostitutas. En una de ellas el asesino se despedía con esta frase: “Sinceramente suyo, Jack el Destripador”; de ahí surgió el apodo por el que se lo conocería desde entonces. Debido al tipo de heridas de las víctimas, la policía consideró inicialmente como sospechosos a los carniceros, cirujanos y médicos, pero, a pesar de interrogar a más de 300 sospechosos, jamás se descubrió su identidad. Unos interrogantes que Segura y Ortíz explotaron con gran ingenio en el cómic.

Página de 'Las mil caras de Jack el destripador'

Desde entonces, la literatura, el cine y el cómic han convertido a Jack el destripador en el asesino en serie más famoso de la historia. Por lo que le hemos visto enfrentarse a Sherlock Holmes (en los relatos apócrifos escritos en Alemania a principios del siglo XX y en la fantástica película Asesinato por decreto), e incluso a Drácula, El Juez Dredd, Batman y Wonder Woman en los cómics.

Precisamente una de las historias más recordadas sobre Jack el destripador es From Hell, de Alan Moore (Watchmen) y Eddie Campbell. Una apasionante y documentada investigación donde los autores desarrollaban una de las hipótesis más aceptadas sobre la identidad de Jack el destripador y que mezcla a la familia real británica y a la masonería.

Página de 'Las mil caras de Jack el destripador'

Seguramente nunca conoceremos la auténtica identidad de Jack el destripador, por lo que seguira siendo el asesino en serie más apasionante de la historia y protagonizando nuevas historias. Solo esperamos que las obras que se publiquen sobre él sean la mitad de buenas que esta Las mil caras de Jack el destripador.

También esperamos que esta reedición tenga el suficiente éxito para poder recuperar otras maravillosas obras de Antonio Segura y José Ortíz. Y tantos clásicos del cómic español de los 80 que han caído en el olvido. Destacar la labor de Isla de Nabumbu en este sentido, ya que ha recuperado clásicos como Caos y otras historias fantásticas y Viaje al infierno, de Auraleón, o Matahari, de Marika Vila, Andreu Martín y Felipe Hernández Cava.

Portada de 'Las mil caras de Jack el destripador'

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