Las tropas ucranianas que aún defendían posiciones en la ciudad de Severodonetsk, en la provincia de Lugansk (en la cuenca del Donbás, al este del país) se han retirado ante el avance ruso. Así lo ha anunciado el jefe de la Administración Militar de Lugansk, Serhiy Haidai cuando se cumplen 121 días del comienzo de la guerra en Ucrania.
"Desafortunadamente, tendremos que retirar nuestras tropas de Severodonetsk, porque no tiene sentido seguir en posiciones rotas: el número de muertos está creciendo", ha escrito Haidai en su cuenta de Telegram.
Haidai, sin embargo, no ha dejado claro si las tropas ya se han movido a nuevas posiciones o hacia dónde se han desplazado.
Rusia avanza hacia Lisichansk
Severodonetsk es clave para que Rusia establezca su control sobre la provincia de Lugansk. La caída de la localidad significa que solo la ciudad gemela de Lisichansk, a la que estaba unida por varios puentes sobre el río Donets, queda en manos ucranianas en la provincia.
En las últimas 24 horas, los rusos han tomado también las localidades de Mikolaivka Hirske y Zolote, situadas en torno a Lisichansk.
Hace un mes, los rusos entraron en Severodonetsk y conquistaron casi toda la ciudad. Desde entonces se han producido batallas callejeras y un intenso bombardeo de las posiciones ucranianas.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), un centro de análisis de EE.UU., considera que, con la resistencia en Severodonetsk, las tropas ucranianas han logrado desgastar a los rusos al "atraer cantidades sustanciales de personal, armas y equipos al área".
La provincia de Lugansk, junto con la de Donetsk, forman la cuenca del Donbás, la zona oriental de Ucrania, fronteriza con Rusia y con una amplia población rusófona, donde se han autoproclamado repúblicas populares que piden integrarse en Rusia.
"En muchos aspectos, el destino del Donbás se decide allí", dijo recientemente el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, refiriéndose a Severodonetsk.