El director canadiense David Cronenberg recibirá el Premio Donostia del Festival de San Sebastián, según ha anunciado la organización del certamen. Director de clásicos como La mosca o Crash, el cineasta, de 79 años, presentó en el último Festival de Cannes su nueva película, Crimes of the future, que también se proyectará en el festival donostiarra.
El festival continúa así con las línea iniciada hace unos años de otorgar su premio honorífico tanto a estrellas de la interpretación como a cineastas. El reconocimiento a Cronenberg es el segundo Premio Donostia de la edición de 2022 tras ya anunciado a la actriz francesa Juliette Binoche.
David Cronenberg debe su reputación sobre todo a sus películas de ciencia ficción de los años 80, oscuras y retorcidas, como Videodrome, La mosca o La zona muerta. Con Crash, en 1996, ganó el Premio del Jurado del Festival de Cannes. En total ha dirigido una veintena de largometrajes en los que ha osilado entre la ciencia ficción, el terror, el drama psicológico o el thriller.
Cronenberg solo ha pisado el Festival de San Sebastián en 2007, para inaugurar la competición con Promesas del Este, uno de sus grandes thrillers junto a Una historia de violencia.
Un creador original marcado por la enfermedad, violencia y experimentación científicia
Nacido en Toronto en 1947, hijo de una pianista y de un escritor, entre sus primeros largometrajes de corte experimenta ya se podían rastrear los rasgos de una filmografía marcada por temas como la enfermedad, la violencia, el sexo, el cuerpo o la experimentación científica. Parásitos asesinos, plagas violentas y terapias fallidas para tratar psicópatas aparecen en sus primeras películas: Vinieron de dentro de… (1975), Rabia (1977) o Cromosoma 3, (1979).
Su fama y reconocimenta aumentan con Scanners (1981), sobre un grupo de personas con mortales poderes mentales, y Videodrome (1983), una de las cimas de la estética de la Nueva Carne. Tras La mosca (1986) la asfixiante historia de un científico que se transforma en insecto, contó con Jeremy Irons para protagonizar dos de sus siguientes películas: Inseparables (1988), en la que el actor se desdobló para encarnar a unos atormentados ginecólogos gemelos, y M. Butterfly (1993), el ambiguo romance entre una misteriosa diva de la ópera y un diplomático francés en la China de los años 60.
Cronenberg ha llevado a la pantalla novelas de escritores tan icónicos como Stephen King (La zona muerta, 1983), William Burroughs (El almuerzo desnudo, 1991) y J.G. Ballard, a quien adaptó en Crash (1996). Hasta Crimes of the future, presentada este año en Cannes, su última incrusión en la ciencia ficción era eXistenZ (1999).