La ofensiva rusa en el Donbás sigue cercando los focos de resistencia que quedan activos. Conduciendo entre los cráteres que han dejado los proyectiles de artillería en la carretera que lleva a esta parte del frente, un equipo de Televisión Española ha estado con Kapt, un ucraniano que ha dejado el velero que se compró en España por tomar las armas y unirse a sus compañeros para defender su país.
"Trabajaba en Vigo, soy marinero de pesca, después el barco se hundió". Kapt es un viejo soldado curtido en combate que también luchó en la guerra de 2014. Piensa que aún pueden ganar la guerra: "Sí, o ganamos o morimos, no hay más".
Para lograr la victoria pide ayuda tanto a Europa como a España. "Necesitamos armas más modernas porque las que tenemos son viejas, y coches de blindaje y helicópteros para descubrir a los rusos que se esconden", señala.
Kapt cree que algún día la guerra terminará y su deseo es normalizar su vida, operarse las rodillas y regresar a España, porque quiere volver a capitanear su velero.
Actualmente, las fuerzas rusas continúan avanzando hacia Lisichansk y han tomado ya localidades que se encuentran a tan solo diez kilómetros de la ciudad gemela de Severodonetsk, en la región de Lugansk. Por su parte, la inteligencia británica señala que algunas unidades ucranianas se han retirado de la zona, "probablemente para evitar ser rodeadas". Sin embargo, los esfuerzos rusos por lograr un cerco más profundo en la región de Donetsk "siguen estancados".