El presidente francés, Emmanuel Macron, rechazó la dimisión de la primera ministra, Élisabeth Borne, tras el resultado de las elecciones legislativas del domingo, en las que la formación progubernamental perdió la mayoría absoluta. Macron ha comenzado este martes los contactos con los grupos políticos de la nueva Asamblea para asegurar la gobernabilidad, de momento sin éxito para alcanzar alianzas.
"La primera ministra presentó su dimisión al presidente de la República, que la rechazó para que el Gobierno pueda continuar realizando sus funciones estos días", ha señalado una fuente de la sede presidencial francesa.
Dirigentes del partido izquierdista La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon habían pedido la dimisión de Borne, que llegó al cargo el pasado 16 de mayo. En caso contrario, han avanzado su intención de presentar una moción de censura.
El Consejo de Ministros previsto para este martes se ha suspendido y en su lugar Borne ha convocado a los miembros del Ejecutivo para una reunión. La ministra de Sanidad, Brigitte Bourguignon, no revalidó su escaño en las eleccione, por lo que, según el criterio establecido por el propio Macron, debería abandonar el cargo.
El presidente de la República ha iniciado este martes una serie de reuniones con líderes de partidos políticos, que se extenderán hasta el miércoles, para buscar una solución a la gobernabilidad. Sin embargo, los encuentros celebrados hasta la fecha no han tenido el resultado esperado.
La oposición rechaza alianzas con Macron
Los líderes de partidos de oposición han rechazado la posibilidad de establecer alianzas parlamentarias con el Gobierno, a la espera de ver las propuestas del jefe del Estado. El presidente ha recibido por ahora al líder del conservador Los Republicanos, Christian Jacob, y al secretario general del Partido Socialista (PS), Olivier Faure.
A su salida de la reunión, Jacob ha señalado la intención de su formación de continuar "en la oposición, de una forma decidida pero responsable". "Jamás entraremos en el bloqueo de las instituciones, pero no es cuestión de entrar en una lógica de pacto de coalición", ha dicho el líder de la formación en principio más cercana al macronismo.
"Él ha sido el arrogante y ahora pide ayuda", ha lamentado Jacob, que ha añadido, que corresponde al presidente "poner propuestas sobre la mesa".
El socialista Oliver Faure, elegido en la alianza NUPES, ha manifestado que su partido puede apoyar propuestas concretas, como el aumento del salario mínimo, al salir de un intercambio con el presidente, que ha calificado de "interesante". "Ahora le corresponde elegir el camino que quiere tomar. Le toca hacer propuestas y veremos de qué lado nos colocamos", ha dicho.
Marine Le Pen ha sido una de las últimas en verse hoy con Macron."Si las medidas que se presentan son de sentido común, las votaremos. Si no es así, las enmendaremos. Si no se incluyen en el texto nos opondremos", ha declarado a la salida del Elíseo la líder de Agrupación Nacional, cuya formación ha pasado en estas legislativas de tener 8 diputados a 89.
François Bayrou, líder del centrista MoDem y un aliado importante de Macron, ha manifestado que "hace falta algo próximo a la unión nacional". Stanislas Guerini, a la cabeza del partido macronista, y el secretario nacional del Partido Comunista Francés (PCF), Fabien Roussel, también han estado en esta primera ronda de consultas que concluirá el miércoles con otros dirigentes aún no precisados.
La formación de Macron, Ensemble!, ha perdido en la Asamblea la mayoría absoluta progubernamental, por el ascenso de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES, izquierda) y de la Agrupación Nacional (extrema derecha). El presidente necesitará un acuerdo global con alguna otra formación o apoyos puntuales para hacer aprobar sus leyes.