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Análisis | Elecciones en Francia

Macron afronta una legislatura incierta con dificultades para gobernar y una oposición polarizada

  • Macron se verá obligado a negociar para encontrar apoyos a sus políticas

  • Tanto la formación del presidente como la principal fuerza opositora son coaliciones que tendrán que consolidarse

  • La extrema derecha rompe su techo electoral gracias al descontento

MIGUEL CHARTE
7 min.

Las elecciones legislativas en Francia han privado a la formación del presidente, Emmanuel Macron, de la mayoría absoluta, y han fragmentado la Asamblea (Parlamento), en la que habrá dos grandes grupos de oposición: la extrema derecha de Agrupación Nacional, encabezada por Marine Le Pen, y la coalición de izquierdas Nueva Unión Popular Ecologista y Social (NUPES), creada por Jean-Luc Mélenchon.

El escenario es inédito en la V República, donde hasta ahora el presidente había gozado de una mayoría absoluta afín, o había tenido que "cohabitar" con un gobierno de otro signo. La prensa francesa coincide en presentar la situación como la de una Francia "ingobernable" (en palabras de Le Figaro), con una oposición dividida e irreconciliable (como destaca Le Monde), y en calificar el resultado como un fracaso para Macron (una "bofetada", dice Libération).

Más parlamentarismo, menos presidencialismo

Para llevar adelante sus propuestas legislativas, Macron deberá apoyarse en otras formaciones, ya sea con acuerdos puntuales o con un acuerdo global, pero sus aliados preferentes, Los Republicanos (derecha), se han distanciado. Habrá que estar pendiente de los movimientos en la Asamblea, con el nombramiento de cargos como la Presidencia de la cámara o de la Comisión de Hacienda, para saber cómo se articula el espectro político.

"Es como si hubiera un voto proporcional sin la ley de proporcionalidad y lo que va a pasar es que por primera vez en décadas la Asamblea va a tener un papel muy importante", ha explicado a RTVE.es Francis Ghilès, investigador senior asociado del CIDOB.

Ghilès reconoce que a esta hora es imposible saber cómo será la acción del Gobierno, porque no hay experiencias previas de coaliciones en la V República, pero cree que es exagerado decir que Francia va a ser ingobernable.

Por primera vez en décadas la Asamblea va a tener un papel muy importante

Gemma Ubasart, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Girona (UdG), apunta que Francia deberá "aprender a gobernar como hace la mayoria de países de Europa: dialogar, negociar los acuerdos en el Parlamento, que está fragmentado pero tampoco exageradamente. Es perfectamente posible que las leyes se negocien y se lleguen a acuerdos entre distintas fuerzas".

Ubasart recuerda que Macron se ha apoyado en la derecha neogaullista en su primera legislatura, con marcadas políticas de derechas. Ahora tendrá que sopesar si juega a la "geometría variable" y busca apoyos también en la izquierda.

"Nunca un presidente de la República había obtenido un número de diputados tan bajo sin perder la mayoría", destaca por su parte Dolores Rubio, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Para Rubio, el resultado de las legislativas confirma que existe un "tripartito" en Francia, como se vio en la primera vuelta de las presidenciales, en la que Macron quedó en primer lugar seguido de Le Pen y Mélenchon (este último quedó fuera de la segunda vuelta, a la que solo pasan dos candidatos).

El resultado muestra también, según la proforesa de la UCM, el cansancio del electorado francés con el presidencialismo y la forma de gobernar de Macron desde la mayoría absoluta, pero también cree exagerado afirmar que este vaya a ser el fin de la V República. "Macron se tiene que poner a trabajar más y mejor, y abandonar ese discurso retórico de gobernar para la izquierda y derecha, cuando además no es verdad. El presidente y su partido se tienen que acostumbrar a que hay un aumento del parlamentarismo, y eso desde el punto de vista de la política francesa es saludable", explica Rubio a RTVE.es

Carme Colomina: "La extrema derecha francesa no ha tocado techo" - Ver ahora

El macronismo, en crisis

Otra consecuencia política, a largo plazo, es que el proyecto de "macronismo sin Macron" queda tocado. El presidente no puede optar a un tercer mandato y la coalición gubernamental, Ensemble!, no consolida una base territorial, que sí tienen la izquierda y la extrema derecha.

El analista del CIDOB destaca que dentro del macronismo hay diferentes tendencias. "Es muy dificil que se consolide como alternativa, es muy heteróclita y no tiene base local", confirma Ghilés.

"Ya hay politicos dentro del entorno de Macron que se está postulando para la presidenciales - relata Dolores Rubio - Pero de ahí a que Ensemble! sobreviva como tal, creo que no, aunque puede resurgir de otra manera".

Gemma Ubasart también augura problemas para la formación del presidente. "Es muy presidencialista y personalista, lo que les une es básicamente la figura de Macron. Es complicado que un espacio político sin una definición ideológica clara sobreviva más allá del líder. Pero también es verdad que ocupa espacios de poder institucional importantes".

La NUPES, a prueba

La otra clave de las elecciones francesas es el ascenso de la coalición de izquierda NUPES, que pese a no lograr mayoría para forzar la cohabitación, sí se ha convertido en el primer grupo de la oposición.

"Eso cambia el escenario de manera sustantiva - subraya Gemma Ubasart - Una izquierda que entra con fuerza, el contrapoder que quería ejercer Mélenchon, lo ha conseguido". Lo lógico, añade, sería que las políticas públicas girasen ahora hacia el otro lado del espectro, hacia la izquierda.

Mélenchon ha conseguido el contrapoder que quería ejercer

No obstante, la coalición de Mélenchon, creada ex profeso para estos comicios, agrupa a varios partidos, entre ellos el Socialista, y es todo menos sólida.

"No podemos saber si van a guardar un mínimo de coherencia o no - apunta Francis Ghilés - porque hay tantos grupos diferentes dentro y no se sabe cuándo se marchará Mélenchon".

La extrema derecha rompe su techo

Al contrario de las coaliciones que han quedado en primer y segundo lugar, la extrema derecha dispone de un partido homogéneo, la Agrupación Nacional, como ya se ha encargado de destacar su líder, Marine Le Pen. Sus resultados han estado más allá de los sondeos y de sus propias expectativas, y volverá a tener grupo propio por primera vez desde 1986.

La mayor presencia institucional, además, le granjeará mayor visibilidad, por lo que los analistas consultados creen que no ha llegado aún a su techo electoral.

"Macron hizo una campaña presidencial con el miedo a Le Pen - considera Francis Ghilés - Y después ha cometido un error pensando que Le Pen era el pasado, y que el problema era la izquierda, por lo que ha intentado demonizarla. Pero una campaña legislativa no es una campaña presidencial, eso no es lo que interesa a los franceses. Es el nivel de vida, el empleo, la inflación, etc. La campaña de Macron ha sido catastrófica".

Para Dolores Rubio, la causa de que la extrema derecha se haya disparado es "el descontento absoluto". "Representa un voto de castigo, igual que en las presidenciales, pero también es un voto útil, y en ese sentido refleja mejor la sociedad francesa", abunda, y vuelve a señalar que la formación de Le Pen forma ya parte de ese tripartito que estructura la política francesa en estos momentos.

Ese descontento se ha materializado también en la alta abstención (un 54 %), que ha sido especialmente importante entre los jóvenes. Ubasart destaca factores coyunturales (las elecciones legislativas han quedado eclipsadas por las presidenciales) pero también estructurales en este fenómeno.

"El elemento de fondo es la desafección creciente frente a la cosa política, y en Francia es bastante acusado", advierte la profesora de la UdG.

Todas las fuerzas políticas que entran en la Asamblea deberán reflexinar sobre qué adhesiones genera hoy la Francia republicana entre una parte tan importante de la ciudadanía.

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