Las condiciones meteorológicas están complicando el control del incendio que se declaró el miércoles en el término del municipio de Pujerra, en Sierra Bermeja (Málaga), y que hasta el momento ha quemado unas 3.500 hectáreas de superficie forestal.
Las rachas de viento, que se espera que alcancen hasta los 40 kilómetros por hora, están complicando las tareas de extinción. A ello se une el bajo nivel de humedad, por debajo del 30%, y las altas temperaturas, que están impidiendo que se refresque la vegetación en la zona, aunque el fuego se encuentra estabilizado desde el pasado viernes.
Sobre el terreno trabajan tres medios aéreos -un helicóptero semipesado, un helicóptero Súper Puma y un helicóptero Kamov- y 94 bomberos forestales, tres técnicos de operaciones, cuatro autobombas con ocho bomberos, un técnico de extinción, una Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones y una Unidad Médica.
El incendio forestal fue declarado este miércoles en el Paraje de la Resinera y estabilizado el viernes. Ha afectado a los municipios malagueños de Pujerra, Júzcar y Benahavís, donde se desalojaron a unas 2.000 personas de varias urbanizaciones y el casco urbano.
Casi 2.000 personas desalojadas
Durante los trabajos, tres bomberos forestales del Plan Infoca resultaron heridos con quemaduras de diversas consideración. Las llamas provocaron el desalojo de casi 2.000 personas de cinco núcleos poblacionales distintos, entre ellos el casco urbano de Benahavís y las urbanizaciones Montemayor, Marbella Club, Benahavís Hills y seis familias del núcleo de diseminados de Velerín Alto.
Para atender a los vecinos afectados se acondicionó como albergue la carpa municipal de San Pedro de Alcántara, donde se trasladaron en autobuses y vehículos los afectados. Cruz Roja desplegó 35 profesionales y dotó al albergue con camas y unidades de higiene para los afectados. La carretera A-7175 se vio afectada por el incendio y quedó cortada hasta la noche del jueves, cuando comenzaron a regresar los primeros desalojados.