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Parlamento de Andalucía

Primer presidente del Parlamento andaluz: "El hecho de que Andalucía votase por primera vez era una emoción fuerte"

  • Se cumplen cuarenta años de las primeras elecciones autonómicas andaluzas

  • Durante el 23 de mayo de 1982, los andaluces le dieron la mayoría absoluta al Partido Socialista Obrero Español

CRISTINA CABELLO GARCÍA / RTVE ANDALUCÍA
7 min.

Durante el 23 de mayo de 1982, los andaluces votamos por primera vez a nuestros representantes en el Parlamento de Andalucía. Para ello, recorrimos un largo camino. Primero la votación del referéndum el 28 de febrero del 80, la aprobación del Estatuto tras casi dos años y después en mayo de 1982 las elecciones. Apenas veinte días después se constituyó en los Reales Alcázares de Sevilla con Antonio Ojeda como primer presidente. En la Crónica de Andalucía de Radio Nacional España, lo han tenido como invitado para recordar esa fecha cuarenta años después.

Consiguió su autonomía plena equiparándose así a las llamadas nacionalidades históricas.

Antonio Ojeda recuerda ese largo desarrollo: “El proceso del acceso a la autonomía por parte de Andalucía siempre lo he calificado como un procedimiento singular”, recuerda ese largo proceso Antonio Ojeda. “Un proceso singular, duro y difícil que el pueblo andaluz superó con creces y consiguió su autonomía plena equiparándose así a las llamadas nacionalidades históricas”

En la jornada de elecciones, había cuatro partidos políticos con opciones de conseguir escaño. Entre ellos, el Partido Socialista Obrero Español. Las encuestas le daban a dicho partido una mayoría absoluta. Sin embargo, el primer presidente del Parlamento de Andalucía admite: “No pensamos en la mayoría absoluta, pero sí en una mayoría suficiente para gobernar”.

“Nunca, en un día electoral, puede haber una tranquilidad absoluta”. Sin embargo, el día se desarrolló con normalidad y, cuando se cerraron los colegios, los resultados estuvieron ahí y confirmaron esa mayoría absoluta.

Hubo hasta cinco partidos con representación cuya distribución de escaños fue la siguiente: 66 escaños al Partido Socialista; 17, Alianza Popular; 15, UCD; 8, el Partido Comunista y 3, el Partido Andalucista. No hubo negociaciones para que Ojeda ocupara la presidencia, ya que, en unas declaraciones durante la noche de las elecciones, Alfonso Guerra lo aclaró.

Lo lógico era que la mesa tuviera la mayor representación del espectro político.

Sí hubo negociaciones para la constitución de la mesa que, en aquel momento, era solo para cinco miembros. “Yo le dije a los representantes de los partidos políticos que el PSOE, puesto que había obtenido la mayoría absoluta, se reservaba la mayoría absoluta de la mesa, es decir, 3 puestos”, recuerda Antonio Ojeda. “Lo lógico era que la mesa tuviera la mayor representación del espectro político que hay en el Parlamento, por lo tanto, propuse que el vicepresidente segundo sea de Alianza Popular y el secretario segundo de Unión de Centro Democrático”.

Sin embargo, Antonio Hernández, que era el líder de Alianza Popular, se negó en rotundo y dijo que esos dos puestos eran para ellos. Fue entonces cuando Luis Marín negoció con Julio Anguita y llegaron al acuerdo de distribuirse la vicepresidencia segunda para UCD y la secretaria segunda para el Partido Comunista. Como entre los dos sumaban 23 escaños, superaban la Alianza Popular. Así se constituyó la mesa.

La ilusión de los andaluces

“El hecho de que Andalucía votase por primera vez a sus representantes para constituir, también por primera vez, el Parlamento de Andalucía eso ya de por sí era una emoción bastante fuerte”, recalca el primer presidente del Parlamento andaluz.

Crónica de Andalucía - Cuarenta años de las primeras elecciones autonómicas andaluzas - Escuchar ahora

Después del largo y dificultoso proceso, Andalucía iba a tener un Parlamento votado por los propios andaluces ante sufragio universal y secreto. “Éramos todos los andaluces conscientes de que estábamos haciendo historia”.

Los momentos iniciales de constitución de una autonomía están plenos de ilusión.

Tras el transcurso de cuatro décadas la ilusión por la política no es la misma. Antonio Ojeda hace una diferenciación fundamental. “Los momentos iniciales de constitución de una autonomía están plenos de ilusión y buena voluntad porque el futuro es un futuro incierto". A esa etapa él la llama “momentos aurorales” porque hay deseo de hacer las cosas bien y un espíritu de llegar a acuerdos y de resolver problemas, superando las diferencias.

No diría que es un momento difícil, sino que es un momento completamente distinto.

En la actualidad, tenemos en Andalucía una democracia consolidada con un Parlamento de cuarenta años de historia. El primer presidente del Parlamento andaluz no puede hacer comparaciones con el pasado: “Ahora vivimos una situación completamente distinta a aquella inicial. Quizá pueda haber mayor desilusión. Quizá en política se han perdido los buenos modales, la educación, el plasmar las diferencias con buenas palabras y de buenas formas como ocurría entonces. Yo no diría que es un momento difícil, sino que es un momento completamente distinto”.

Los cambios de la sociedad andaluza en 40 años

La diferencia fundamental es “la ilusión compartida por toda la ciudadanía entonces ante un momento de inicio”, según Antonio Ojeda, “que eso siempre genera deseo de hacer cosas y de trabajar por la ciudad que se tiene.”

Las opciones políticas están muy perfiladas.

En nuestra democracia consolidada se perciben otras diferencias, que son consecuencia de la situación que plantea Ojeda. Ahora “las opciones políticas están muy perfiladas”, señala el primer presidente del Parlamento de Andalucía. Dice que se ha perdido la camaradería: “La consideración hacia el empresario político no quiere decir que los debates no fueran durísimos. Yo, como presidente del Parlamento, dirigí y presencié debates durísimos entre, por ejemplo, quien me sucedió el Parlamento Ángel López y Antonio Hernández Mancha. Era en la arena política, es decir, en el seno del Parlamento después salían y se tomaban una copa juntos y hablaban. Hoy veo que, y lo constato también a nivel nacional, que no hay contactos ni hay conversación. […] Eso no es bueno.”

No quiere decir que no haya dureza en el enfrentamiento ni consistencia en la defensa.

Las diferencias políticas no pueden impedir que haya trato ni negociación porque en política, y más en el Parlamento, se tiene que poder hablar, “pero hay que saber cómo expresarlo y cómo decirlo”, incide Ojeda con preocupación y desea que, en la nueva legislatura haya una cortesía parlamentaria. “No quiere decir que no haya dureza en el enfrentamiento ni consistencia en la defensa de los argumentos de cada uno, sino que, al mismo tiempo, haya un respeto y una consideración hacia la persona, que no es enemigo, que es el adversario político”.

Las elecciones del 19 de junio

Cuarenta años después nos encontramos inmersos en otro proceso electoral. Serán las duodécimas elecciones ya en la democracia en Andalucía. Sin embargo, Antonio Ojeda no encuentra ningún paralelismo con aquellas elecciones del 23 de mayo de 1982, “excepto el hecho electoral en sí, o sea, el hecho de votar, que es idéntico”.

Eso no había quien lo aguantara.

En primer lugar, recalca la diferencia del tiempo en aquel momento, puesto que la campaña electoral duraba una barbaridad: veintiún días. “Eso no había quien lo aguantara”, confiesa el primer presidente del Parlamento de Andalucía. “Afortunadamente se impuso la razonabilidad y se ha cortado el plazo de tiempo.”

“Estas elecciones para mí son unas elecciones con una oferta electoral y unas ofertas políticas muy claras y meridianas”. A pesar de no tener datos de encuestas, Antonio Ojeda cree “que ningún partido va a conseguir mayoría suficiente para gobernar en solitario, por lo tanto, se van a imponer los pactos. ¿Qué pactos? Depende del resultado electoral”.

El mayor logro de la democracia

Sin consulta periódica y libre a la ciudadanía, no hay democracia.

A pesar de que parece que ahora a los jóvenes no les llama la atención, el poder votar libremente, no solo aquí, sino en todo el país, fue el mayor logro de la democracia. “Sin consulta periódica y libre a la ciudadanía, no hay democracia.”

“La democracia lleva como consecuencia la pluralidad de partidos, la pluralidad de ofertas políticas y, sobre todo, la libertad de voto, que nadie se vean coaccionado ni por publicidad ni por propaganda ni por ningún otro medio”. Los andaluces iremos a votar durante el 19 de junio porque es nuestra responsabilidad. “Yo les animo para que vayan a votar porque los andaluces nos jugamos mucho”.

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