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Ucrania, en guerra (XVIII)

Las armas de países occidentales, claves para combatir a Rusia en el Donbás: "Lo son todo aquí"

EBBABA HAMEIDA (Enviada especial a Dnipro) / PABLO TOSCO (Fotos)
5 min.

Anatoly aparca una furgoneta azul en la estación de Kramatorsk, donde el pasado 8 de abril impactaron dos cohetes rusos mientras se estaba evacuando a civiles a otras zonas del país. Es militar ucraniano; su bigote blanco revela su edad madura y experiencia en la guerra. Baja de la furgoneta, revisa todos los pasaportes y las acreditaciones y después se asegura de que todos llevan casco y chaleco antibalas. En ningún momento revela el plan hasta que llegamos a una escuela en un pueblo pequeño que ahora sirve de cobijo para los soldados y de lugar de almacenamiento para las armas que le llegan del extranjero.

El frente del Donbás está cerca. Hay que desactivar la localización y seguir al camión de suministros camuflado que dentro lleva armamento. Se acercan todo lo que pueden al punto donde los ejércitos combaten. Aparcan no muy lejos de la colina Karachun, en el óblast de Donetsk. Explica que es un lugar histórico, ya que aquí se sitúa la base militar ucraniana desde que comenzó la guerra en 2014.

Vitali, un soldado ucraniano en el frente del Donbás. PABLO TOSCO

Aquí hay una parte de la población que es prorrusa y los grupos separatistas consiguieron expulsar a las fuerzas armadas de Kiev. "Así comenzó la lucha sangrienta por el control de esta colina", dice. Y es que quien controla esta colina, insiste, tiene grandes posibilidades de controlar gran parte de esta región.

La mentalidad prorrusa en Donetsk y Lugansk está cambiando

Anatoly y sus acompañantes bajan del coche azul. Varios militares rodean a uno de ellos que lleva un Stinger, un misil antiaéreo procedente de Estados Unidos, sobre el hombro. En tres meses, Ucrania ha recibido asistencia militar por valor de casi 10.000 millones de euros. Washington es el principal donante: ha mandado tantas armas como los 27 países de la Unión Europea juntos.

"Los primeros Stingers se usaron durante la guerra en Afganistán, fueron muy efectivos contra las fuerzas soviéticas. Debido al uso de los Stingers, el ejército soviético tuvo grandes pérdidas, por lo que se vio obligado a dejar de luchar", explica Yuriy Lelyavskiy, responsable de prensa.

Soldados ucranianos con armamento en el óblast de Donetsk. PABLO TOSCO

La recepción de tanques, drones y sistemas avanzados de defensa les está sirviendo para destruir las posiciones y las vías logísticas del ejército ruso. Está siendo clave en esta fase de la guerra. "¿En qué se diferencia la guerra de 2014 de la guerra de 2022?", se pregunta. "El suministro del ejército es mucho mejor ahora. Tenemos buenas armas, buena comida, equipo moderno, mejores tácticas, ropa, todo", responde Lelyavskiy.

Lo que notan en las dos autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk es que la mentalidad tradicionalmente prorrusa de la población local está cambiando. "En 2014, algunas personas apoyan a Putin y a Rusia. Después de ver lo que hicieron los ocupantes rusos con el Mariúpol de Járkov, no tienen dudas", argumenta.

"Las armas lo son todo aquí"

Lanzagranadas, Kalashnikov, drones, chalecos antibalas, visores nocturnos y hasta Jeep 4x4. Esta lista extensa está permitiendo al ejército de Kiev frustrar el intento de Rusia de cruzar el río Seversky Donets. Imágenes de satélites han revelado el intento fallido de la construcción de pontones para cruzar y avanzar su avance en la ofensiva en esta región.

Detalle de una de las armas que portan los soldados ucranianos en el óblast de Donestk. PABLO TOSCO

"Los rusos estaban tratando de construir un cruce de pontones a través de un río local, pero destruimos todas sus fuerzas", asegura el soldado. Explica que lograron destruir 73 unidades de equipo militar ruso solo durante dos días. "¡Toda la brigada!", exclama. "Estas armas pesadas pueden impactar a larga distancia a las fuerzas enemigas. Golpean su capacidad logística… hemos podido destruir las rutas de suministros que utilizan como puentes que construyen para cruzar el río", asegura Lelyavskiy.

Según el Instituto Kiel, Alemania y Polonia son dos de los países de la Unión Europea que más armas han donado a Ucrania, mientras que Francia, Italia o España están a la cola. La contribución del gobierno español asciende a 21 millones de euros. Al volver al almacén nos muestran un lanzagranadas español. "Olé España", dice sonriendo. Hablando de la ayuda de España, continúa, "no puedo asegurarlo, pero he oído que la sociedad española está ayudando con medicamentos. Tenemos una gran diáspora en España, coopera con los españoles y nos ayuda de manera humanitaria".

Detalle de algunas armas de los soldados ucranianos en el óblast de Donetsk. PABLO TOSCO

Recientemente, las fuerzas ucranianas tuvieron varios éxitos y lograron repeler a los rusos. "Por supuesto, tienen armas, cañones, pero no creo que la calidad de las armas soviéticas sea mejor que la de las armas modernas estadounidenses". Insiste en que es consciente de que, aún así, no puede subestimar a los rusos. "También tienen artillería pesada. Intentan atacarnos desde el Mar Negro, el Caspio y Crimea".

Esta escuela se ha convertido en la casa de estos militares. "Estamos recibiendo formación. Nos sometemos a ejercicios militares y aprendemos a usar las armas", explica Anatoly. Aquí comen, entrenan y duermen. Antes de despedirnos, recuerdan el proverbio popular de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial que dice que la artillería es el "dios de la guerra. Cuanto más suda el artillero, menos sangra la infantería". "Las armas lo son todo aquí", concluye.

Una escuela en la región del Donbás, convertida en un cobijo para soldados y un depósito de armas. PABLO TOSCO

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