El primer ministro de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, ha anunciado este lunes su dimisión después de varias semanas de enfrentamientos entre partidarios de su Gobierno y manifestantes que exigen su salida como consecuencia de la crisis social y económica que atraviesa desde hace semanas el país y que ha provocado escasez de suministros.
"Mahinda Rajapaksa envió su carta de renuncia al presidente, Gotabaya Rajapaksa, hace poco", ha indicado el portavoz del primer ministro, Rohan Welivita, en un comunicado. Tras la presentación de su dimisión, el presidente y hermano de Mahinda debe ahora decidir si la acepta o no.
La renuncia del mandatario esrilanqués llega tras una nueva jornada de enfrentamientos, y que según fuentes hospitalarias han dejado al menos cinco muertos y 154 heridos.
Un diputado entre los fallecidos, según la policía
Entre los fallecidos se encuentran un diputado, que aparentemente se ha suicidado al verse acorralado por manifestantes a los que había disparado cuando trataban de detener su vehículo en Colombo, uno de sus guardaespaldas, y un manifestante antigubernamental, según el portavoz de la Policía de la ciudad.
En esta misma localidad, partidarios del Gobierno han participado en una reunión que contó con la intervención de Mahinda Rajapaksa, antes de que una multitud decidiera caminar hacia las acampadas cercanas a la residencia oficial del primer ministro y la secretaría presidencial donde desde hace un mes miles de personas piden la dimisión del Ejecutivo.
Los fuertes choques producidos tanto en la capital esrilanquesa como en otros puntos del país han obligado recientemente a las autoridades a imponer un toque de queda nacional para evitar más violencia.
Falta de suministros, divisas y alimentos
En una reunión celebrada el pasado viernes, el presidente ya llegó a valorar la posibilidad de renuncia del primer ministro para tratar de atajar la situación, según ha revelado a la Agencia Efe uno de los ministros asistentes a este encuentro.
Finalmente, Rajapaksa decidió seguir en el cargo, pese a que desde hace varias semanas, miles de manifestantes piden su renuncia por la gestión de la crisis económica.
Sri Lanka atraviesa una severa crisis económica que ha provocado la escasez de materiales esenciales como alimentos, combustible, medicamentos o aceite para cocinar.
Esta situación, desencadenada por la falta de divisas internacionales para importar los productos requeridos, ha llegado a provocar cortes de electricidad de hasta 13 horas de duración.
El país decretó el pasado viernes por la noche el estado de emergencia con el objetivo de aminorar las protestas que, sin embargo, se intensificaron durante el fin de semana ante la falta de insumos y gas para cocinar.