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Guerra en Ucrania

El papel de China, la aliada del Kremlin con intereses en Occidente: "Va a jugar a la neutralidad"

MARTA REY
9 min.

En mitad de la escalada bélica en Ucrania, Estados Unidos advertía esta semana que Rusia había pedido ayuda militar y económica a China para apoyar la guerra, una información que han negado Pekín y Moscú, pero que ha elevado el temor a una posible intervención en virtud del Kremlin. Tras 24 días de guerra, el gigante asiático sigue sin condenar la actuación de Vladímir Putin y señala a “la expansión de la OTAN” como responsable.

La potencia asiática es uno de los principales aliados de Rusia, pero también el mayor exportador de bienes de EE.UU. y el principal socio comercial de Europa y de Ucrania. Pekín se ha esforzado en mantener una postura ambigua ante el conflicto. Por un lado, se ofrece como mediador entre ambos países, defiende la soberanía territorial de Ucrania e incluso ha enviado ayuda humanitaria; por otro lado, evita hablar de “invasión" y condena las sanciones impuestas a Rusia desde Occidente. ¿Hasta qué punto le interesaría a China una implicación en el conflicto? ¿Cuál es su papel en la guerra en Ucrania?

“China ha dicho que ellos no son aliados, son socios estratégicos de Rusia. No cabe duda de que tienen intereses comunes, pero China está tremendamente incómoda con esta situación”, expone a TVE Jorge Dezcallar, diplomático y exdirector del CNI. Rusia está rompiendo principios básicos para la potencia asiática en el ámbito del derecho internacional, como la integridad territorial, y el experto defiende que aunque a Pekín “le gustaría que esto no hubiera sucedido”, llegados a este punto, “es la única con capacidad de influencia para convencer al Kremlin de que abandone esta insensata aventura”.

24 horas - China y Rusia declaran su oposición conjunta a la expansión de la OTAN - Escuchar ahora

La relación de China y Rusia se ha fortalecido en los últimos diez años y ambos países evidenciaron su entendimiento el 4 de febrero, cuando expresaron su rechazo a la expansión de la OTAN en una declaración conjunta emitida tras reunirse en Pekín. Esto hizo dudar a muchos de hasta qué punto Xi Jinping era conocedor de los planes del Kremlin en Ucrania e incluso se empezó a hablar de un posible ataque chino en Taiwán, al que considera parte de su territorio, tomando como referencia la ofensiva rusa.

Tras la reunión entre los dos líderes, Putin se comprometió a aumentar el suministro de gas natural a China, lo que daría una salida alternativa a uno de sus productos más preciados ante el posible fin de las relaciones comerciales con Europa. De hecho, en 2014 ambos países ya firmaron un acuerdo de compra de gas que compensaba las sanciones que surgieron de la anexión rusa de Crimea. "Es la única que le puede aliviar las sanciones comprándole más gas y más petróleo, aunque estoy seguro de que tratará de obtener mejores precios", explica Dezcallar.

Washington, un rival común para Pekín y Moscú

La declaración de febrero evidenciaba que Pekín y Moscú caminan juntos frente la OTAN y Estados Unidos. Washington aprovechó la reunión del lunes entre el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y su homólogo chino, Yang Jiechi, para dejar clara su postura ante la supuesta petición de ayuda económica y militar efectuada por Moscú. Tal y como dijo el portavoz del Departamento de Estado, la potencia asiática se enfrentará a "consecuencias" de efectuarse tal ayuda. "No queremos que ningún país compense a Rusia por sus pérdidas", advirtió.

El viernes Biden y su homólogo chino hablaron por teléfono por primera vez desde que comenzó la guerra. En cerca de dos horas de conversación Biden describió las implicaciones que supondría un envío de ayuda. Según medios estatales chinos, Xi Jinping aprovechó la llamada para urgir a EE.UU. a trabajar de forma conducta por la paz y advirtió de que "un conflicto como el de Ucrania no interesa a nadie".

“Mientras que EE.UU. sea percibido como una amenaza para la seguridad de China y Rusia, ellos van a seguir siendo aliados”, argumenta a RNE Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad San Pablo Ceu. Ahora bien, dice, el apoyo de Pekín a Moscú “respondería únicamente a sus propios intereses nacionales. Eso es lo que más le interesa, no ayudar a Putin".

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“Hay una rivalidad hegemónica entre ambos y a China le viene muy bien cualquier situación que le complique la vida a Estados Unidos”, expone a RTVE.es Gracia Abad, profesora de Relaciones Internacionales especializada en política exterior china en la Universidad Nebrija. “Que esté ocupado en Europa y se vea envuelto en un conflicto le viene bien, prestar ayuda militar a Rusia, eso seguro que no”, añade.

¿Le interesaría a China enviar armamento?

A principios de marzo, en pleno conflicto entre Rusia y Ucrania, China anunciaba un aumento del 7,1% en su presupuesto de Defensa y justificaba esta decisión aludiendo a la situación mundial de incertidumbre. Pekín quiere modernizar su ejército para que esté listo para el combate. Sin embargo, y a pesar de las advertencias lanzadas desde Estados Unidos, los analistas descartan que vaya a efactuarse un envío.

“No estoy muy seguro de que se esté produciendo ese envío. Los chinos lo niegan, los rusos también, y creo que no está en el interés de China hacerlo”, señala Dezcallar. “Sería una malísima noticia, colocaría a China en el campo de Rusia y provocaría que se aplicaran sanciones a China y una mayor división del mundo”. Aunque, añade, “cualquier acontecimiento es posible”.

“Hasta ahora, no sé por qué Rusia va a necesitar ayuda económica y militar de China cuando lo que está gastando en Ucrania es armamento obsoleto, todavía no ha desplegado su potencial”, explica Alonso. "Si tuviera que hacerlo, ya lo pediría, pero de momento esto ha sido negado por las autoridades chinas", asegura.

“Rusia es superior militarmente a Ucrania sobre el papel, esto es evidente, pero en la práctica mucho armamento está obsoleto y tiene problemas de funcionamiento que se están demostrando sobre el terreno”, expone Abad. A esto habría que añadirle la inyección armamentística efectuada por Occidente en Ucrania, con lo cual, “no carece de lógica que busque efectivos, lo está haciendo ya, primero en Chechenia y luego en Siria, y tampoco ayuda armamentística, pero sé que China no lo va a hacer de ninguna manera”.

China juega a la neutralidad y se ofrece como mediadora

Pekín no quiere que esta guerra le salpique de forma directa. Así lo manifestó el martes el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, que aseguró que su país no es parte de la crisis ucraniana y “no quiere verse afectada por las sanciones”. Además, el embajador del gigante asiático en Ucrania, Fan Xiangong, dijo el martes que China “nunca” atacará a Ucrania. “Vamos a ayudar, sobre todo en materia económica”, dijo Xiangong, que aseguró que se actuaría “de forma responsable”.

“China ha dicho que es neutral, no significa que sea imparcial, pero va a jugar al juego de la neutralidad”, expone Abad. Desde esa posición, no le interesaría situarse como favorecedor del conflicto que se está librando en Europa. “Quiere aparecer como facilitadora de la solución del conflicto, como una potencia responsable que hace un juego diplomático”, añade la experta. Esto no significa, sin embargo, que no pueda ayudar a Rusia en términos económicos, pero “lo hará siempre sin que le perjudique a ella”.

“Está siendo más cuidadosa para evitar que las sanciones impuestas a Rusia le acaben afectando. Por ejemplo, hay empresas chinas comerciando con Rusia que utilizan componentes estadounidenses”, dice Abad. De hecho, tal y como indicó la secretaria de Comercio estadounidense al diario New York Times, estas empresas podrían verse afectadas por cortes de suministro de equipamiento y software necesarios para producir sus productos. “Ha dicho que su asociación estratégica con Rusia es una roca, que no tiene límites. Pero el límite es el punto en el que China pudiera resultar dañada”, añade la experta.

Pekín ha manifestado su predisposición para actuar como mediador entre Rusia y Ucrania. China asegura que “está dispuesta a trabajar con la comunidad internacional” para mediar “cuando sea necesario”. Otros países como Rusia o Israel también se han ofrecido para ejercer este rol, pero la influencia de China sobre Rusia podría hacer que se alzara como el candidato más óptimo.

"China tiene que dar muestras de responsabilidad"

“El país que realmente podría tener capacidad de presión es China”, opina Dezcallar. “Si quiere mostrarse como un país dispuesto a ocupar el lugar que le corresponde por su peso económico y político en el mundo, tiene que dar muestras de responsabilidad”. Esta podría ser, según el experto, una magnífica oportunidad para demostrar que puede ser un socio fiable.

“En los últimos lustros, China se ha esforzado en aparecer como facilitador de procesos de paz y esto le brindaría la oportunidad de ganar ese peso diplomático de potencia responsable”, expone Abad. “No es descartable que actúe como mediador, siempre que pueda hacerlo sin perder la equidistancia entre ambos países”, añade la experta, ya que, recordemos, China mantiene relaciones comerciales tanto con Rusia como con Ucrania.

China avisa de que no quiere verse afectada por las sanciones contra Rusia y mirará por sus intereses

Alonso, por su parte, descarta a China como intermediario al no considerarlo un territorio neutral. “Es obvio que no puede ser mediador, porque todo el mundo da por supuesto que está de lado de Rusia, otra cosa es que haya adoptado un perfil bajo, que obedece a la ya antiquísima estrategia de Deng Xiao Ping de los 24 caracteres, permanecer fuera del foco y esperar el momento y cuando ya esté bastante fuerte, dar el paso adelante”, añade.

"Le interesa que se pongan en evidencia las debilidades de Rusia a la vez que otra serie de problemas en Occidente", dice Abad. Pese a que el alineamiento de China tienda de manera clara hacia Rusia, aunque sea solo por las características comunes de ambos regímenes, sus intereses de cara a consolidarse como “la potencia global por excelencia”, le llevan a no posicionarse de manera clara del lado de Putin. La experta recuerda que este conflicto no se libra únicamente sobre el terreno y que a Pekín no le beneficia posicionarse del lado de una potencia que “va a perder la guerra, o a menos, no la va a ganar”, concluye.

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