La cotización en los mercados de los contratos de futuros tanto del petróleo como del gas natural han evolucionado este viernes a la baja, después de que el jueves se dispararan tras el inicio de la invasión de Rusia en Ucrania. Este conflicto también tuvo efecto en las bolsas internacionales, y los mercados europeos cerraron con caídas superiores al 4% por la gravedad de la situación geopolítica.
El barril de Brent, de referencia para Europa, se ha situado en los 99,86 dólares este viernes, frente 105,57 en los que llegó a estar en la mañana del jueves. De su lado, el barril West Texas Intermediate, empleado como referencia en Estados Unidos, ha retrocedido hasta los 92,85 dólares, tras haber alcanzado el jueves los 100,34 dólares.
Los futuros de gas natural, que se negocian en la plataforma neerlandesa TTF y son de referencia para el conjunto de Europa, han caído más de un 20% tras la espiral alcista de los últimos días.
En concreto, la cotización en la plataforma TTF ha caído hasta los 106,7 euros por megavatio hora (MWh), frente a los 140 euros en los que llegó a situarse el jueves. Aunque el nivel actual de cotización es elevado para los estándares históricos, todavía está lejos de los 180 euros por MWh que alcanzó en diciembre.
Sanciones europeas para dañar la economía rusa
Tras la operación militar que lanzó el presidente ruso, Vladímir Putin, sobre Ucrania el pasado jueves, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europeaque incluye restricciones a bancos, finanzas, exportaciones, transporte y visados.
Estas medidas, "masivas" según han asegurado numerosos representantes europeos, pretenden infligir daño a la economía rusa y afectan de forma directa al sector financiero, la energía, la industria aeronáutica, la tecnología o los visados.
El objetivo principal cortar "el acceso de Rusia a los mercados y al 70% del sector bancario", ha asegurado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. También atacarán su sector energético y se "hará que sea imposible para Rusia el mejorar sus refinerías de petróleo", ha asegurado la mandataria europea.
Otros de sus objetivos son limitar el sistema bancario ruso, su acceso a tecnología militar y ampliar la lista de personalidades del país afectadas por las sanciones.
En esta línea, todavía no se contemplan medidas directas contra Vladímir Putin o sacar a Rusia del sistema de comunicación para transacciones financieras SWIFT o atacar el suministro energético. La Unión se ha reservado este tipo de medidas por si la situación empeora en un futuro y, aunque se ha descartado enviar tropas a Ucrania, sí se ha asegurado mandar ayuda humanitaria.
Otros países como Estados Unidos, Nueva Zelanda o Canadá también han anunciado diversas sanciones contra Rusia.
Rusia, el mayor exportador de gas de Europa
La materia prima ha caído desde el comienzo de la negociación hasta los 102 euros, pero ha vuelto a repuntar con las primeras noticias que confirman que los soldados rusos ya han entrado en Kiev, la capital ucraniana.
Rusia es el mayor exportador de gas natural de Europa y con el inicio del ataque militar ruso en Ucrania su precio se disparó un 30 % y cerró en 114,5 euros por MWh, aunque durante la sesión llegó a superar los 143 euros.
En un informe difundido este viernes el banco suizo Julius Baer ha explicado que desde 2020, los flujos de gas natural a través de Bielorrusia y Ucrania se han reducido "hasta ser casi un goteo en ocasiones", al tiempo que aumentaban los que cruzan el Mar Báltico, que ahora representan hasta el 80 % del total.
"Las principales preocupaciones no son los daños en los territorios ahora devastados por la guerra, sino la posibilidad de sanciones o aranceles" que pudieran afectar al mercado del gas, ha indicado a EFE.
Los primeros paquetes de medidas económicas contra Rusia por ahora no incluyen ninguna medida que afecte a mercados energéticos, solo restricciones a productos tecnológicos para refinerías, según ha apuntado EFE.
Asimismo, Julius Baer también ha recordado el componente estacional que tiene la demanda de gas, más elevada en invierno por su uso para calefacción, lo que deja a Europa "cierto margen para reponer las existencias hasta el otoño".
Además del impacto en la industria y en los hogares que utilizan para calefacción y otros servicios, el incremento de precios del gas natural es la causa de la subida de la electricidad en los mercados mayoristas de toda Europa.