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El debate más antiguo del mundo se aviva: abolir o regular la prostitución

Noticia Repor 
  • PSOE y Unidas Podemos negocian legislar sobre la prostitución

  • Entre las mujeres prostituidas hay opiniones a favor de la abolición y opiniones a favor de la regulación

  • El domingo, a las 22.30 horas en el Canal 24 horas y en RTVE Play

GEMMA GIMENO VACARISAS
11 min.

"La prostitución se tiene que regular, pero no en beneficio de los clubes, sino en beneficio de las propias chicas. Que todo ese dinero que generamos en B lo podamos declarar y así podamos tener asistencia sanitaria, una jubilación…" dice N., una chica transexual, universitaria, de familia acomodada, que ejerce lo que se ha dado en llamar "prostitución de lujo".

"Las abolicionistas no entendemos que exista el derecho a cotizar por dejarnos penetrar por boca, vagina y ano", clama Amelia Tiganus, activista feminista y víctima de lo que denomina el sistema prostitucional.

El debate sobre si regular la prostitución o abolirla está más vivo que nunca. PSOE y Unidas Podemos, los dos partidos que forman la coalición de gobierno en España, también tienen el debate abierto. Si bien el objetivo es la abolición, entre la militancia hay diferentes sensibilidades.

España, líder en prostitución

España es el primer país de Europa en consumo de prostitución y el tercero del mundo, después de Tailandia y Puerto Rico. Cuatro de cada diez hombres españoles han consumido prostitución, según informes de Naciones Unidas.

En España hay más de 1.700 clubes Repor

Hay al menos 100.000 mujeres prostituidas. El 95% de las víctimas de explotación sexual son mujeres, incluyendo mujeres trans, y niñas. Se estima que hay más de 1.700 prostíbulos e infinidad de pisos. La prostitución mueve en nuestro país cinco millones de euros al día.

Desde 2010 hasta hoy, al menos 54 mujeres prostituidas han sido asesinadas; la mayoría por puteros.

De la prostitución a la trata

El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define "prostitución" como la actividad de quien mantiene relaciones sexuales con otras personas a cambio de dinero. El diccionario no distingue el género, pero la realidad es que, como dice P., administrador de un foro donde se valoran y recomiendan prostitutas, "la mayoría del consumo de prostitución es heterosexual y masculino". Y añade: las prostituidas son mujeres.

Es una herramienta para lograr experiencias que, de otra manera, no puedes conseguir

P. justifica la existencia de la prostitución de mujeres por la naturaleza de la sexualidad masculina: "La energía que invierten los hombres en la búsqueda de la sexualidad a corto plazo es mayor que la que invierten las mujeres; en ese desequilibrio es lógico que haya un exceso de demanda frente a la escasez de oferta". Y añade: "Es una herramienta para lograr experiencias que, de otra manera, no puedes conseguir".

Tomando la misma idea de masculinidad que plantea P., M. Jesús Navarro Ríos, directora del Centro de Estudios de Género de la Universidad Miguel Hernández, ataca la prostitución: "¿Por qué no hay hombres que cuando están en situación de precariedad se plantean la prostitución?".

A los chicos todavía se les enseña que ellos tienen una sexualidad irrefrenable

Ella misma responde: "No hay costumbre entre las mujeres de construir su feminidad consumiendo cuerpos de hombres para su satisfacción sexual". Y va más allá sobre los patrones que aprenden desde niños: "A los chicos todavía se les enseña que ellos tienen una sexualidad irrefrenable y que, por lo tanto, tiene que haber mujeres a través de las cuales, previo pago, puedan canalizar esa sexualidad impulsiva".

La prostitución entendida como violencia contra las mujeres

Amelia Tiganus, nacida en Rumanía, fue víctima de una violación grupal en su país cuando tenía 13 años. Después siguieron otros abusos hasta que fue vendida a un proxeneta español por 3.000 euros. Entonces empezó su periplo por decenas de burdeles del Estado español. Y no fue hasta al cabo de cinco años que pudo escapar del sistema prostitucional que la tenía atrapada.

Tolerancia Cero - Amelia Tiganus: La revuelta de las putas - 05/11/21 - escuchar ahora

Se entiende por sistema prostitucional "todos los actores que hacen posible la prostitución: las víctimas, el tratante, el proxeneta, el putero", aclara Antonio Asensio Frases, autor del libro "Mujeres encadenadas".

Ángela Rodríguez, sobre la prostitución en España: "Es evidente que hay una industria proxeneta impune"

Tiganus, que ha fundado en Bilbao la asociación Emargi para el encuentro de las mujeres víctimas de la violencia sexual, reflexiona: "En la prostitución se trata de un hombre que quiere sexo y una mujer que necesita dinero pero que no quiere sexo. Fuera de la prostitución, ¿cómo lo llamaríamos? Hablaríamos de violencia sexual, de agresión, de violación".

Amelia Tiganus, feminista y superviviente de la trata Repor

P. , el administrador del foro, afirma rotundamente que no hay violencia en los encuentros entre una prostituta y un cliente. Dice que el dinero es un incentivo para las chicas, para que puedan intentar que "todo salga bien", pero que si no se sienten cómodas pueden interrumpir la relación.

Los puteros son el brazo ejecutor del sistema prostitucional

Amelia Tiganus lo refuta: "Justamente, ese billete que utilizan para nosotras (las putas) no les exime de responsabilidad, sino que es la prueba de la coacción". Y prosigue: "Los puteros son el brazo ejecutor del sistema prostitucional. Si ningún hombre de este país pagara por utilizar a la mujer como un mero receptáculo de semen, los proxenetas no tendrían nada que hacer, nada que vender".

Prostitución voluntaria o forzada

Cada vez hay más chicas jóvenes que se prostituyen en pisos particulares. Se anuncian en internet por su cuenta o a través de agencias. E. es una de ellas. Tiene 23 años, una carrera universitaria, y admite estar enganchada al dinero. Sus compañeros de promoción apenas ganan 1.000 euros mensuales. Ella se lo saca en dos días; tiene piso y coche propios. Pero también admite estar muy sola. Dice que es muy triste tener que llevar dos vidas y que esto le impide mantener una relación de pareja.

Antes de "recibir" en un piso y considerarse ella misma trabajadora sexual, E. pasó por un club, donde sufrió las vejaciones de las personas encargadas: que si no atendía a suficientes clientes, que si no se cuidaba, que si no estaba lo suficientemente atractiva…

En foros de internet los hombres comentan explícitamente sus relaciones con prostitutas Repor

N., la chica trans con la que abrimos este reportaje, también tiene 23 años y ya hace seis que ejerce la prostitución. Nacida en el seno de una familia acomodada, es universitaria y su afición por la fotografia le ha permitido retratar la prostitución por dentro. Cuenta que "ha trabajado en más de 18 países y en toda clase de clubes, pisos y locales".

Muchas cosas en la prostitución te dejan secuelas e incluso puedes perder la vida

Actualmente, está satisfecha con su experiencia porque sus clientes son hombres adinerados que le permiten viajar por todo el mundo, alojarse en hoteles exclusivos o navegar en veleros imponentes, pero avisa: "Que nadie se deslumbre con todo ese beneficio económico, con todo ese ‘dinero fácil’ que dicen que vas a ganar, porque muchas cosas que pensamos que son exageradas de la prostitución no lo son en absoluto, al contrario, son muy graves, te dejan secuelas e incluso puedes perder la vida”.

La llamada "prostitución de lujo" también es prostitución Repor

Ella estuvo en peligro. Se inició en la prostitución siendo menor de edad. Se lo propusieron en una fiesta para chicas trans en un hotel. Consintió porque era joven, por aquello de quedar bien ante los adultos, porque la introdujeron en el alcohol y las drogas. Fue una mala experiencia, pero con el dinero obtenido podía separarse de una familia que la rechazaba.

Se prostituyó en la calle y después entró en el mundo de los clubes. Las condiciones iniciales la sedujeron: 21 días en un club y las ganancias, una parte para la chica, la otra para el club. Es lo que en el argot del sistema prostitucional llaman "hacer una plaza". Pero hay unas normas y unas obligaciones y no puedes abandonar la plaza cuando quieras.

Ahí es donde empieza la trata. Cuando te quieres ir, ya no te dejan

Llegó un momento en que ya no podía elegir a los hombres, tomaba drogas para resistir, la amenazaron con hacer pública su vida y fue víctima de palizas por negarse a hacer determinados "servicios": "Ahí es donde empieza la trata. Cuando tú estás trabajando en un club voluntariamente y te encuentras con extorsiones, miedo y amenazas, y cuando te quieres ir, ya no te dejan ir. Y ahí aparece la culpa, porque tú entraste queriendo, pero luego la cosa se ha complicado. Ella, que es española, afirma que "la trata no distingue entre nacionalidades, nivel formativo o estatus social".

La vida de N. en clubes acabó con una redada de la policía. Dice que desde entonces las cosas le han ido bien y que atiende libremente a hombres "la mayoría de los cuales son heterosexuales que buscan hacer realidad la fantasía de estar con una mujer que tiene pene".

Precisamente, sobre los consumidores de prostitución, Antonio Asensio Frases, que es sargento de la Guardia Civil experto en trata de personas con fines de explotación sexual, afirma que "hay una prostitución, en pequeños márgenes, que es voluntaria; pero los hombres de economías medias o bajas no tienen acceso a esta prostitución voluntaria; es una prostitución de economía alta".

Las situaciones de peligro y violencia que viven las mujeres prostituidas no son denunciadas

"Las situaciones de peligro y violencia que viven las mujeres prostituidas no son denunciadas, no forman parte de las estadísticas, porque la prostitución acarrea un estigma y denunciar es reconocer abiertamente que ejerces la prostitución. Tampoco las mujeres confían en el sistema, tienen miedo a ser cuestionadas en el relato, muchas están en situación irregular… Quedan silenciadas y en el olvido", denuncia Diego Lodeiro, educador social de la asociación bilbaína Askabide, que lleva 25 años atendiendo a personas del entorno de la prostitución.

Si preguntamos a N. si se ha sentido violada responde: "Hasta que no llegas al punto de elegirlo todo tú, esa sensación la tienes todos los días".

Un debate enquistado

En pleno siglo XXI, aquella metáfora de "el oficio más viejo del mundo" chirría. No porque no sea una práctica antigua, sino porque no es un oficio. Diego Lodeiro explica que "la mayoría de mujeres que asistimos [en Askabide] se plantean la prostitución como algo temporal. Luego, la realidad no suele ser esa. La realidad suele ser que el tiempo pasa y cada vez cuesta más abandonar la prostitución". Con expresión resignada, añade: "Hay mujeres que las conocimos con 25 años; ahora tienen 50 y todavía dicen ‘esta será mi última plaza’, pero no".

Hablar de prostitución no es hablar de sexualidad, es hablar de poder

Navarro afirma rotundamente que "hablar de prostitución no es hablar de sexualidad, es hablar de poder". Por eso, el tema lleva a cuestionar las relaciones entre hombres y mujeres en las sociedades patriarcales. E. opina que la prostitución nunca va a desaparecer porque "tal y como está planteado el mundo, las mujeres, no solo en la prostitución sino en muchos ámbitos de la vida, son consideradas un objeto".

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"Creo que si se llegara a prohibir, la prostitución sería más buscada de lo que es ahora. Quizá disminuiría el número de chicas, pero no el de clientes", opina C., que actúa de madame y regenta un piso con habitaciones donde se ejerce la prostitución.

Ha aumentado el número de mujeres que se prostituyen en pisos Repor

A E. le gustaría que se regulara su actividad, pero no ve clara la legalización porque no cree que el Estado pudiera dar respuesta a todas las necesidades de las trabajadoras sexuales. Y pone el ejemplo siguiente: "Yo me hago pruebas para descartar enfermedades de transmisión sexual cada semana, voy al ginecólogo cada dos y me hago analíticas una vez al mes. ¿El Estado puede proveer de todo esto a las chicas?".

Amelia Tiganus afirma que es necesario deslegitimar la prostitución para abolirla.

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De momento, como dice Lodeiro, "en muy pocas ocasiones se llega a pequeños acuerdos o consensos en qué hacer en temas de prostitución, tanto por parte de las administraciones, como por parte de grupos políticos, o por parte de las entidades, e incluso, por parte de las propias mujeres. Esto facilita que el tiempo pase y que no cambie nada".

La Policía Nacional dispone del teléfono 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es, para informar o denunciar de posible delito de trata de seres humanos.

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