China se ha unido a Rusia para pedir que la OTAN deje de expandirse, en medio de la crisis con Ucrania. Los presidentes de ambos países, Vladímir Putin y Xi Jinping, se han reunido este viernes en Pekín, con motivo de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, y han mostrado el apoyo mutuo en la defensa de sus respectivos intereses estratégicos.
Así, ambos han denunciado la "negativa" influencia estadounidense en la región de Asia-Pacífico, con mención al acuerdo AUKUS firmado entre Estados Unidos, Australia y Reino Unido, y han reafirmado la política de China respecto a Taiwan. Sin embargo, el comunicado final conjunto no menciona específicamente a Ucrania, sino a los "países vecinos".
La esperada entrevista, la primera presencial que ambos mandatarios mantienen desde 2019, simboliza la sintonía de ambas potencias frente a Estados Unidos y sus aliados en un momento de tensión internacional por Ucrania. Pekín ha apoyado las demandas de garantías de seguridad de Rusia ante la OTAN y Estados Unidos.
"Coordinación estratégica"
China y Rusia profundizarán "sin descanso" su "coordinación estratégica" y afrontarán unidas "las injerencias externas y las amenazas a la seguridad regional", ha declarado Xi tras la reunión.
El presidente chino Xi ha subrayado que la coordinación es necesaria "en vista de los profundos y complejos cambios que está experimentando el panorama internacional" y para garantizar "el multilateralismo". Además, apuesta por la Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS), como el organismo de integración regional en materia militar y de seguridad adecuado para "defender la seguridad y los intereses comunes de los estados miembros".
Putin ha asegurado que las relaciones con China gozan de "una cercanía sin precedentes" y que considera al gigante asiático como su socio estratégico "más importante" y un "amigo afín".
"China y Rusia se han apoyado mutuamente en todo tipo de materias", ha recordado Putin, incluyendo la política exterior y el desarrollo económico. El presidente ruso ha puesto los lazos ruso-chinos como "un modelo de lo que deben ser las relaciones internacionales en el siglo XXI".
En la entrevista se han tratado también asuntos económicos, y Putin se ha comprometido a aumentar el suministro de gas natural a China. Además, han acordado poner en marcha una hoja de ruta para lograr una "alta calidad" en el comercio bilateral (150.000 millones de dólares el pasado año) y aumentar la cooperación en campos como la agricultura, la economía digital o la sanidad.