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Chile: dos modelos económicos y sociales para el futuro

  • El 70% de los jubilados tiene una pensión por debajo del salario mínimo mensual

  • El izquierdista Boric propone más protección social mientras que el ultraconservador Kast ve prioritario reactivar la economía

SANTIAGO BARNUEVO (Enviado especial de RNE a Chile)
6 min.

A Sonia las cosas no le iban del todo mal hasta que se jubiló. Durante décadas, fue profesora en la ciudad de Antofagasta y en apenas un mes pasó de ingresar un millón de pesos (alrededor de 1.000 euros) a 200.000. Su marido dejó también de recibir su salario y su hijo tuvo que dejar la Universidad para aportar en la economía familiar. "Pasamos unos años muy difíciles para pagar las cosas más básicas", nos cuenta desde su casa. Así que una vez superada un periodo de carencia obligatorio decidió volver a las clases. "Tengo 72 años y sigo trabajando. Las cosas van un poco mejor y afortunadamente yo me encuentro bien y con energías. Seguiré hasta que no las tenga pero sé que muchas compañeras no pueden y están obligadas a trabajar para poder vivir", asegura.

La realidad de la jubilación de los docentes estatales está más que extendida por Chile. Bery se tuvo que conformar con el 21% de lo que ganaba como trabajadora. "No me daba ni para pagar los gastos de mi casa en Santiago que afortunadamente ya había pagado. Gracias a que puedo alquilar ese departamento vivo relativamente tranquila, pero tuve que trasladarme a una parcela en el campo. Fue un cambio de vida forzoso", afirma.

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Pensiones un tercio por debajo del salario mínimo

Apenas un par de días por la capital permiten comprobar que mucha gente mayor de 70 años sigue trabajando. Porque en Chile las pensiones son bajas. "Un 70% de los trabajadores cobra una pensión un tercio por debajo del salario mínimo en el país. Es una miseria y obliga a trabajar eternamente si quieres tener lo más básico", nos cuenta Luis Mesina.

Es una miseria y obliga a trabajar eternamente si quieres tener lo más básico

Desde la coordinadora NO+AFP lleva años denunciando el sistema de pensiones del país basado en el ahorro individual y gestionado por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que empezó a funcionar durante la dictadura. Es decir, la pensión de cada uno sale de lo que haya cotizado durante su vida. La ley establece que todos los trabajadores destinen el 10% de su sueldo al fondo que gestionan siete empresas. Es decir, en Chile la jubilación depende exclusivamente de un fondo que ofrece la posibilidad de invertir con hasta cinco grados de riesgo.

Llegado el momento, la aseguradora hace un cálculo entre el montante ahorrado y la esperanza de vida y asigna una mensualidad. Si te calculan muchos años de vida, la pensión se reduce. Y si sobrevives a la estimación, puedes quedarte sin fondos. Los defensores de este sistema aseguran que la clave está en el aumento de la informalidad del empleo y las bajas cotizaciones, pero sus detractores creen que no es justo una empresa disponga del dinero de las pensiones para alimentar un negocio en el que a veces se gana pero también se pierde.

Para paliar esta situación, en los últimos años se han puesto en marcha iniciativas para otorgar una pensión mínima a los más vulnerables y hace pocos días el presidente, Sebastián Piñera, proponía establecer una pensión básica de 200.000 pesos con fondos públicos. Un camino que sirve como solución de emergencia pero que está destinado a ofrecer un mínimo para no caer en niveles de pobreza y que hoy tiene el apoyo de prácticamente todas las fuerzas políticas.

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Discrepancias en el diseño del sistema

Donde sí hay discrepancias es en cómo debe ser el sistema. Los conservadores proponen reformarlo aumentando las cotizaciones y permitiendo la entrada de más empresas para aumentar la competencia. El asesor del programa de Kast, Patricio Rojas, señalaba a RNE que el sistema de pensiones debe ser la principal prioridad del nuevo gobierno "porque es una demanda de la sociedad" e incluso abre la puerta a imponer un aporte del 4% a las empresas y destinar parte de lo cobrado con el IVA. "Añadiríamos unos seis puntos mensuales al fondo individual pero esto serviría para las pensiones del futuro, no las actuales", reconoce.

Desde la izquierda liderada por Gabriel Boric, el programa prometía poner fin a las AFP y crear un sistema público. Sin embargo, en el último debate televisado se mostró dispuesto a hablar de todo en un giro de programa. "Fue muy decepcionante ver cómo alguien que ha estado en la calle con nosotros pidiendo el fin de las AFP se ha moderado tan rápido. Esperamos que cumpla si gana la Presidencia", asegura Luis Mesina. Señala que el sistema actual que hace de las pensiones "el mayor negocio privado de Chile", incrementa la desigualdad y sume a las personas en la miseria. Si lo juntas con el estado de otros servicios públicos como la Sanidad te das cuenta de que es un sistema de mierda. Y por eso Chile estalló".

Estando las pensiones siempre en el ojo del huracán, el Congreso ha aprobado en los últimos meses el retiro voluntario de hasta el 30% de los fondos para permitir a las familias luchar contra los efectos de la pandemia, pero muchos economistas han alertado que aunque es un balón de oxígeno, está colaborando a incrementar los precios con una inflación interanual que ronda el 6%.

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El estallido social aún espera soluciones

Hace más de dos años que miles de chilenos salieron a las calles para exigir mejoras en su calidad de vida y aquel ‘estallido social’ todavía marca la agenda del día a día en el país. Sobre todo en Santiago, donde los ciudadanos se han acostumbrado a ver pintadas y comercios rodeados de vallas protectoras.

Los colectivos sociales decían no entender por qué se hablaba del milagro chileno, con cifras de crecimiento sostenidas durante años pero donde cada día costaba más llegar al final de mes y donde por ejemplo, el precio de la vivienda se ha disparado. "Es cierto que los datos macroeconómicos nos hicieron creer que el país funcionaba pero luego te acercabas a los barrios y notabas que algo no iba bien", reconoce el diputado conservador Jorge Alessandri, hoy apoyo de Kast. Muchas de esas personas aún siguen esperando cambios y aguardan que la nueva Constitución aporte soluciones.

La izquierda liderada por un antiguo activista estudiantil como Boric siempre señala que aquel momento fue el día en el que "Chile despertó" pero para José Antono Kast fue el inicio de "una pesadilla".

En el acto de cierre de campaña de Boric, sus seguidores esperaban que construyera un país más justo y más digno para todo y en el de Kast, este señalaba que es hora de que se potencia la actividad económica. Unos creen que la solución es un estado del bienestar a la europea y más presencia del Estado y otros que es el sector privado el que debe dinamizar al resto. Los dos apuestan por el crecimiento y un aumento del gasto social pero no está nada claro cuáles serán las herramientas para lograrlo.

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