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El WhatsApp al volante reduce la atención más de la mitad y manipular el móvil duplica el riesgo de infracciones

  • La gravedad de la utilización de la aplicación aumenta en el caso de conductores que sufren cansancio o somnolencia

  • Según el estudio de la Fundación Mapfre, cualquier uso del móvil multiplica por dos el riesgo de accidente en la carretera

RTVE.es
7 min.

Mantener una conversación por WhatsApp reduce la atención un 53%, pero el uso del modo manos libres tampoco se queda lejos y alcanza el 40% durante una llamada estresante. Son las conclusiones de un estudio de la Fundación Mapfre publicado este jueves, que analiza el aumento de las distracciones respecto al uso del teléfono móvil y al estado de somnolencia.

Las distracciones se han convertido en la principal causa de mortalidad en carretera, cobrándose la vida de más de 300 personas cada año. "Ocupan hoy en día una de las mayores causas de accidentes, pero no tenemos datos exactos de cuáles son", aunque "todos deducimos que el móvil es una de las causas principales", apunta el director del Instituto de Seguridad y Educación Vial, José Alfredo Campa Gómez. De hecho y según el proyecto de seguridad vial Emotional Driving, nueve de cada diez conductores reconocen que el móvil les supone una grave distracción. No obstante, "no somos conscientes del peligro".

Ahora, la Fundación Mapfre ha llevado a cabo un experimento con un grupo de 24 conductores de entre 20 y 65 años, la mitad de ellos descansados y la otra mitad somnolientos, para demostrar la influencia real del móvil y otras distracciones como la falta de sueño. Los voluntarios se sometieron a un simulador de conducción que midió su nivel de atención gracias a algoritmos que combinaron lecturas de la actividad cerebral con otras variables fisiológicas, como el ritmo cardiaco.

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Usar WhatsApp es la acción que más reduce nuestra atención

Según advierte el estudio, cualquier uso del móvil multiplica por dos la probabilidad de conducir con agresividad, de sufrir una salida de vía, de incurrir en una colisión con otro vehículo o de atropellar a un peatón. Sin embargo y en comparación con la utilización del manos libres durante una conversación tranquila, la utilización de una aplicación de mensajería como WhatsApp lo multiplica por cuatro. Así, coger el teléfono para contestar chats se convierte en la acción que más reduce nuestra atención al volante: un 53%.

Podemos estar una media de 20 segundos sin ser conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor

Mantener una conversación en WhatsApp mientras conducimos supone que "podemos llegar a estar una media de 20 segundos sin ser conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor", de acuerdo con la directora general de la Fundación CEA, Rosa García Moyano. Concretamente, el estudio sugiere que este tipo de charlas nos pueden llevar a cometer alrededor de 45 infracciones por hora. De estos errores, el 72,7% tienen la posibilidad de acabar en siniestros graves.

La gravedad de las consecuencias del uso de WhatsApp aumenta en el caso de conductores que sufren cansancio o somnolencia, pues dicha conversación sobrepasa sus capacidades mentales y su atención sobre la conducción se desploma. "Deberían desconectarse las redes sociales y aplicaciones de mensajería como WhatsApp en el momento en el que conduces", opina por su parte Campa.

El modo manos libres también nos pone en riesgo

Realizar llamadas en modo manos libres reduce nuestra atención de forma significativa: "Cualquier llamada importa, incluso las 'relajadas'", apunta la investigación. Concretamente, mantener una conversación en manos libres supone una reducción del 36% en el caso de una llamada relajada y un 40% en el de una estresante, que multiplica por tres el número de eventos de conducción agresiva, salidas de vía, colisiones y atropellos a peatones.

Asimismo, las conversaciones por teléfono utilizando el sistema manos libres incrementan el riesgo de saltarse un semáforo en rojo, suponiendo una posibilidad del 31,7% de cometer una infracción. No obstante, Campa y García señalan que el tipo de conversaciones (estresantes o no) es algo a tener en cuenta. Una puntualización que, aunque el estudio no advierte como significativa, se muestra en el promedio de infracciones: 10,7 por hora durante una llamada relajada y 31,7 durante una acalorada.

Hay que sumarle que no solemos guardar la distancia de seguridad

"En ocasiones a esto hay que sumarle que no solemos guardar la distancia de seguridad", advierte García Moyano. Además, muchas veces los navegadores y dispositivos móviles no se preparan antes de comenzar a conducir, sino durante el trayecto. "Tener que soltar el volante para darle al botón" puede ser algo sumamente peligroso, apunta Campa.

El cansancio es igual de negativo que el uso del móvil

Conducir cansado supone un esfuerzo mucho mayor para el cerebro. De hecho, el cansancio es tan negativo para la atención a la conducción como el móvil: se reduce en un 52,5%, bajando a menos de la mitad en comparación con conductores descansados y siendo mayor también que la provocada por una llamada relajante. Aunque los conductores cansados circulan menos agresivamente y a menor velocidad, a modo de estrategia de defensa, se saltan más semáforos en rojo. Así, las personas sin sueño experimentan menos eventos de riesgo.

De acuerdo con el estudio, una llamada telefónica puede reactivar la atención de un conductor somnoliento, por lo que podría hablarse de un cierto "efecto despertar". Por eso, y como último recurso, a estos conductores se les recomienda hablar con los pasajeros o en voz alta. No obstante, esto podría diluirse a tras los primeros tres minutos de conversación, lo cual resultaría muy peligroso al haberse acumulado mayor cansancio o somnolencia.

Las mujeres son más prudentes al volante

Según la investigación, las mujeres incurren menos que los hombres en patrones de comportamiento peligrosos al volante. En general, podría decirse que "son más prudentes", como así lo sustentan sus menores tasas generales de siniestralidad. Concretamente, el sexo femenino solo presentó un promedio de 15 siniestros o acciones de conducción agresiva por hora, frente al 41,5 del masculino.

En el año 2019 el 90% de los conductores fallecidos eran hombres

"En el año 2019 el 90% de los conductores fallecidos eran hombres", apunta por su parte Campa. Las mujeres ponen en marcha estrategias específicas como detenerse para utilizar el teléfono o esperar a un semáforo en rojo y alargar su detención, mientras que los hombres se centran más en los móviles. "El hombre tiene menor consciencia del peligro", explica el director del Instituto de Seguridad y Educación Vial.

Sanciones más duras por el uso del móvil

La nueva normativa de Tráfico, pendiente de trámite parlamentario, y que entrará en vigor previsiblemente a lo largo de 2021, endurecerá las sanciones por conducir sujetando dispositivos de telefonía móvil, con sanciones de 500 euros y la retirada de seis puntos del carné. Asimismo, quedará prohibido conducir utilizando cualquier tipo de casco de audio o auricular conectado a aparatos receptores o reproductores de sonido u otros dispositivos que disminuyan la atención permanente a la conducción.

Según el informe Españoles al volante 2019, el 84% de los conductores cree que los accidentes podrían reducirse a la mitad si la tecnología impidiera usar el móvil. "Con una conducción adecuada se reducirían no solo los miles de accidentes, sino también los heridos graves y los muertos" señala Campa. Formar a profesores de educación vial para que tengan herramientas y sean capaces de concienciar y sensibilizar a los futuros aspirantes al permiso de conducir se vuelve esencial para afrontar las distracciones.

"Debemos de contar con una base de educación vial, social y cívica proporcionada por la familia y a partir de ahí vamos sumando", concluye por su parte la directora general de la Fundación CEA, Rosa García Moyano.

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