El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, ha recibido garantías de Argelia de que se cumplirá con el suministro de gas a España pese a la crisis diplomática entre este país y el vecino Marruecos, por donde hasta ahora pasaba parte del gas argelino con destino a la península.
"He recibido la garantía del suministro de gas de Argelia a España así como el compromiso argelino de satisfacer la demanda española", ha señalado el ministro en declaraciones desde Argel remitidas por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Albares ha viajado al país magrebí acompañado para la ocasión con representantes de Naturgy y Enagás ante la preocupación de que la reciente ruptura de relaciones entre Argelia y Marruecos pudiera afectar en meses venideros el suministro de gas a España.
"Argelia es un socio energético de primer orden para España. Siempre ha sido un socio fiable que ha cumplido con sus compromisos y hoy me tranquilizó en cuanto a la continuidad del suministro", ha añadido el jefe de la diplomacia tras su encuentro con el presidente de la República, Abdelmadjid Tebboune, en el Palacio de Al Muradia.
La ruptura entre Argel y Rabat ha supuesto el fin de las negociaciones para la renovación del acuerdo para la explotación del Gasoducto Magreb-Europa (GME), que arrancan en el yacimiento de Hassi R`Mel, en el corazón del desierto argelinos y desemboca en el sur de España tras cruzar Marruecos y sumergirse en el estrecho de Gibraltar.
Dicho conducto, en funcionamiento desde 1996 y que cuenta con 1.400 kilómetros de longitud, transporta cada año hacia la Península más de 10.000 millones de metros cúbicos de gas natural, lo que lo convierte en su principal proveedor.
Próxima cumbre bilateral en España
El pasado 24 de agosto, el ministro de Energía argelino, Mohamed Arkab, ya anunció que Argel no renovaría los contratos de suministro del gas a través del GME firmados con Naturgy y la portuguesa Galp, que caducan el 31 de octubre, y que dejan igualmente en una complicada situación a Marruecos, que ha pedido a España mediar.
Argelia insistió, no obstante, que el nivel de suministro a Europa se mantendría gracias al aumento de la capacidad de la otra gran tubería que une el corazón del desierto con España a través del Mediterráneo, pero tanto Madrid como las autoridades europeas albergan serias dudas respecto al futuro.
"Observamos coincidencias en algunos puntos estratégicos de la relación entre España y Argelia, países que no sólo son vecinos sino también amigos, y tuvimos la oportunidad de discutir y de revisar el estado de las relaciones bilaterales", ha subrayado este jueves Albares, que ha revelado haber transmitido al mandatario mensajes de amistad del rey de España, Felipe VI, y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El jefe de la diplomacia ha transmitido la voluntad de su país para iniciar los preparativos del próximo encuentro de alto nivel que tendrá lugar en España- todavía sin fecha prevista- con el fin de identificar aquellos sectores que necesitan ampliar y profundizar en las relaciones bilaterales.
Problema migratorio
En la agenda del ministro ha estado también presente el tema migratorio debido al aumento de la llegada de cayucos desde las costas argelinas que se han convertido en el primer punto de partida de la migración irregular en la ruta occidental del Mediterráneo y en la que han perdido la vida más de un centenar de personas, según datos de Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
La cuestión del Sáhara Occidental ha vuelto a estar sobre la mesa después de que el Tribunal General de la Unión Europea decidiese el pasado miércoles anular los acuerdos pesquero y agrícola entre la Unión Europea y Marruecos que incluyen al Sáhara Occidental.
Un fallo que el ministro argelino de Exteriores calificó de "contundente victoria" para el pueblo saharaui.
Argelia es el principal apoyo político, económico y militar del Frente Polisario, que desde hace un año hostiga militarmente a Marruecos en el muro de separación levantado por Rabat en el desierto y pide que se vuelva a negociar el alto el fuego conseguido por la ONU en 1991, que incluye la convocatoria de un referéndum de autodeterminación.