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Sesión de control

Sánchez elude responder por el 'caso Gali' y Casado le acusa de posibles delitos de "encubrimiento" y "prevaricación"

  • Casado le pregunta dos veces por esta cuestión y Sánchez le advierte de que los españoles están hartos de "bronca"

  • Albares advierte al PP: "Tengan cuidado, no les ocurra como con el Delcygate"

ROCÍO GIL GRANDE
7 min.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha eludido responder las dos preguntas que le ha hecho en el Congreso el líder del PP, Pablo Casado, sobre el llamado ‘caso Gali’, por el que está imputada la exministra del Ejecutivo Arancha González Laya. Casado le ha preguntado si es la ‘X’ que ordenó que se permitiera la entrada la pasada primavera del líder del Polisario, Brahim Gali, y le ha advertido que podría haber cometido “un delito de encubrimiento” y otro de “prevaricación”.

Sí ha respondido por esta cuestión el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien ha defendido que el Gobierno cumplió con "la legalidad" y ha advertido al PP de que "tenga cuidado" porque puede ocurrir con este caso como con el 'Delcygate', que quedó finalmente archivado.

La sesión de control al Ejecutivo de este miércoles ha estado marcada por varias cuestiones, entre ellas, también, la rebaja de crecimiento en las previsiones del INE, la detención el jueves pasado del expresidente catalán Carles Puigdemont y la mesa de diálogo sobre Cataluña, y los actos descentralizados en homenaje al etarra Henri Parot de hace más de una semana.

El PP, que celebra estos días su Convención Nacional, había registrado esta pregunta: “¿Tiene usted un proyecto para España?”. Pero no es la que ha hecho Casado a Sánchez, a quien ha reprochado que “venga poco” al Congreso. Y ha esperado que la sesión “sirva para que responda” a sus preguntas: “¿Es usted la X del caso Gali?¿Ha ordenado que se deje entrar a un individuo en búsqueda y captura por genocidio, violación y terrorismo en España?”.

A continuación, le ha advertido de que “si usa su cargo para eludir una investigación judicial, comete un delito de encubrimiento” y de que “si dicta una resolución a sabiendas de que es injusta, comete prevaricación”. “Y esto es un delito muy grave”, ha proseguido Casado, “por mucho que pague a Laya con un cargo europeo, a (la exvicepresidenta primera Carmen) Calvo con una comisión y a (el ministro del Interior, Fernando-Grande) Marlaska con la impunidad para seguir acercando etarras”. “La responsabilidad es suya”, ha sentenciado.

Casado también le ha preguntado si “ordenó falsear las previsiones económicas del INE para cuadrar a martillazos el Presupuesto con Podemos” y con ello “mintió a Europa”, y si “va a cumplir su palabra para traer a Puigdemont” a España. Preguntas que ha repetido en dos ocasiones (aunque sin obtener respuesta), y con las que ha aprovechado para pedir a Sánchez que “ponga orden en su jaula de grillos” y para advertirle de que “debería levantarse” de la mesa de negociación catalana.

Sánchez: los españoles están “hasta la coronilla de la bronca”

Sánchez sí ha estado presente en esta sesión de control parlamentario al Ejecutivo, a diferencia de la semana pasada, que se encontraba de viaje en la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York. El pasado miércoles, la ausencia también de la mayoría de los ministros fue criticada duramente por la oposición, que solo pudo formular ocho preguntas y cargó contra la falta de "transparencia" del Ejecutivo.

En su turno de respuesta a Casado, el presidente del Gobierno ha eludido sus tres preguntas y le ha espetado que “los españoles, tanto de derechas como de derechas, sean de centro, de norte o de sur, están hasta la coronilla de la bronca, de los insultos, de los gritos y de la crispación en este Parlamento”. Precisamente, este miércoles la presidenta del mismo, Meritxell Batet, hizo un llamamiento a todos los diputados, a quienes pidió “respeto” y dejar los “insultos” fuera del Congreso para respetar las instituciones y dar “ejemplo” a la ciudadanía.

“Voy a responder a su pregunta”, ha dicho, en referencia únicamente a la que el PP había registrado en la Cámara (sí ha respondido después, sin embargo, a cuestiones de otros diputados que no se habían registrado por escrito). “Lo que hacemos es política útil”, ha defendido, y ha recordado que el Consejo de Ministros aprobó este martes la subida del salario mínimo interprofesional, las ayudas a la isla de la Palma y la prórroga de los ERTE hasta el 28 de febrero.

“Hacemos política en beneficio de la ciudadanía, porque si la pandemia la hemos sufrido todos, la recuperación tiene que llegar a todos y especialmente a los más vulnerables”, ha defendido.

A continuación ha asegurado que le “gustaría” que el PP y Casado “arrimaran el hombro y ayudaran de una vez a su país”. Por ello, le ha instado a “abandonar la insumisión constitucional” para renovar las instituciones constitucionales y le ha recordado que la semana pasada el PP perdió la votación en el Congreso para reformar la forma de elegir al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ): “Acepten que están en minoría, que han sido derrotados en las urnas y cumplan con la Constitución y con la legalidad democrática”.

Casado ha interpretado estas respuestas con un “quien calla otorga” y le ha pedido que, “si no está dispuesto a defender a España de delincuentes y de la crisis” que, a su juicio, Sánchez “ha provocado”, dimita: “Váyase y déjenos a los demás hacerlo”.

Albares, al PP: "Tengan cuidado, no les ocurra como con el Delcygate"

Quien sí ha respondido por el ‘Caso Gali’ ha sido el ministro de Asuntos Exteriores y sucesor de Laya en el cargo, José Manuel Albares, quien ha defendido que el Gobierno ha “cumplido la legalidad” y ha pedido al PP que “respete el trabajo de los funcionarios diplomáticos, militares, sanitarios y no “arroje una sombra de sospecha con el único objetivo de obtener rédito político”.

A continuación, ha advertido a los ‘populares’: “Tengan cuidado, no les ocurra como con el ‘Delcygate’, que estuvieron semanas trayendo todo tipo de acusaciones que luego fueron archivadas sin juicio porque nadie apreció indicios de delito”. Su referencia a la investigación por la entrada en España de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, que vulneró una prohibición del Consejo de la Unión Europea, ha provocado en enfado y murmullos en la bancada del PP.

Y ha terminado reprochando al PP que no les “interesa la verdad” sino el “rédito político” aunque sea “a costa de extender dudas sobre los funcionarios del Estado, de ir a Europa extendiendo dudas sobre la independencia judicial o sobre la llegada de fondos a España”: “Pierdan toda la esperanza, no lo van a conseguir porque este Gobierno está situando a España donde debe”. En este sentido, ha recordado que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, celebró la acogida española de refugiados afganos como un “buen ejemplo del alma de Europa en su máxima expresión”.

Esta ha sido su respuesta a la diputada del PP María Valentina Martínez Ferro (PP), quien ha criticado que Sánchez solo haya dicho del caso, hace varios días, que “hicimos lo que teníamos que hacer”. “Es una frase más propia de El Padrino que del presidente de una democracia consolidada”. Ha criticado que Laya que va a tener que responder ante la justicia por una decisión que no fue suya, sino decidida y coordinada por Sánchez” y ha insistido: “Fue Moncloa la que decidió que todo se ocultase, se negase y luego a Laya se le cesase”.

El PP ha instado a Sánchez a a aceptar la comisión de investigación que impulsó el PP al respecto después de recordar que Gali llegó el pasado 18 de abril en un avión medicalizado argelino a la Base Aérea de Zaragoza, partió en una ambulancia al Hospital San Pedro de Logroño y fue ingresado en el centro sanitario para ser tratado por la COVID-19 severa bajo el nombre de Mohamed Benbatouche. Su estancia en España desencadenó una crisis diplomática con Marruecos y otra migratoria en Ceuta.

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