Las únicas manifestaciones de mujeres que ha autorizado el nuevo gobierno talibán son de apoyo a ellos y deben ir con burka. El equipo de enviados especiales de TVE a Kabul ha contactado con una de las participantes en las últimas protestas que fueron duramente reprimidas. Ella confiesa al corresponsal que teme por su vida.
Imposible quedar con ella, ni en la calle, ni en su casa. En ambos sitios se siente vigilada. Costó encontrar un lugar donde Bayat, un nombre figurado, se sienta medianamente segura. Esta activista, escritora y defensora de los derechos de la mujer, habla ya de su vida en pasado."Íbamos a nuestros trabajos, teníamos nuestra vida social, una educación, íbamos a estudiar, salíamos, sin miedo a que nos mataran, sin miedo a que alguien nos golpeara", explica.
Bayat fue una de las organizadoras de una protesta de mujeres, la primera en la que un grupo de decenas de mujeres tomó la calle, la primera disuelta a golpes por los talibanes.
"Estábamos asustadas, pero teníamos una gran motivación para luchar por lo que habíamos conseguido en estos 20 años", señala. Bayat confiesa que se nota el cambio en la calle. Menos mujeres, más miedo, otra manera de vestir. "Nos están privando de nuestros derechos más básicos como seres humanos", lamenta.
A la pregunta, ¿te sientes segura ahora en Afganistán?, Bayat asume que, "me matarán, finalmente. Pueden secuestrar a los miembros de tu familia, los asesinatos… Eso es lo que está pasando con los activistas estos días".
No hay sitio para Bayat en el Afganistán de los talibanes. "Nunca intenté marcharme y refugiarme en ningún país, jamás. Y es descorazonador para mi decir que sí, me iré de mi país, al que amo tanto", declara.