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'Donde caben dos', una orgía de sentimientos y diversidad sexual

  • Paco Caballero dirige esta comedia sobre un club de intercambio de parejas

  • Una película con un gran reparto, que se estrena este 30 de julio

JESÚS JIMÉNEZ
12 min.

Sexo, amor y, sobre todo, mucha comedia. Eso es lo que encontraréis en el club de intercambio de la película más liberal de este verano: Donde caben dos. Un local por el que pulula un increíble reparto en busca de los placeres del mundo de los swingers: Ernesto Alterio, Raúl Arévalo, Luis Callejo, Anna Castillo, Pilar Castro, Álvaro Cervantes, Carlos Cuevas, Verónica Echegui, Miki Esparbé, Ricardo Gómez, María León, Melina Matthews, Ana Milán, María Morales, Jorgue Suquet y Aixa Villagrán.

Para saber quién se acuesta con quién tendréis que esperar al estreno en cines de este viernes, 30 de julio. Pero nosotros os damos algunas pistas porque hemos hablado con el director, Paco Caballero (Perdiendo el este, Doble Check) y algunos de estos populares swingers del cine español.

Hemos querido hacer una película muy festiva y que la gente se sienta libre de hacer lo que quiera y hacer realidad sus deseos, siempre que no hagan daño a nadie –nos explica Paco Caballero-. Eso me parece vital y ojalá que hayamos conseguido que los espectadores se desprendan un poco de los prejuicios”.

¿Una clase de ser humano superior?

Pero… ¿Se puede separar el sexo del amor? “Yo todavía no lo sé -confiesa Paco Caballero-. Yo he hecho esta película para preguntarme cómo los separamos, si es que somos capaces. Creo que hay gente que si es capaz, que es la que acude a estos clubs de intercambio. A los que el personaje de Ernesto Alterio se refiere en la película como “una clase de ser humano superior”. Yo los veo como en un pedestal porque han sido capaces de separar las dos cosas. Yo no he sido capaz de hacerlo, pero creo que la gente que lo consigue, es gente feliz. Lo ves en su cara en estos clubs. Todos se conocen, han follado todos con todos… y sin malos rollos ni problemas. Yo quiero estar ahí”.

En la película aparecen parejas swingers reales, a lo suyo, mientras los actores interpretan sus papeles. Preguntamos a Paco cómo mantuvieron la concentración en el rodaje. “El primer día de rodaje te impacta, al segundo dices ¡guau!... pero acabas viéndolo de una manera muy natural y al tercero estás tomándote un café con gente en ropa interior como si lo hicieras todos los días” -asegura Paco-.

“Queríamos que esos extras fueran realmente parejas liberales, swingers reales. Y en los intermedios me contaban cosas muy divertidas. Un día apareció un extra con un tanga con una tira que le subía hasta el cuello, donde llevaba una pajarita. Pregunté a los de vestuario y me dijeron que se lo había traído él, que si me gustaba. Y la verdad es que me flipaba. Su mujer me dijo que se lo regalaron en un cumpleaños, le desnudaron y se lo pusieron. Te lo contaban todo con muchísima naturalidad…"

El Club que aparece en la película está basado en uno real, como nos cuenta Paco: “Está en Barcelona y lo visité para documentarme cuando empezaba a escribir el guion, sobre todo para ver cómo eran las salas. Tenía un laberinto con pelo y nosotros lo hemos recreado con un pelo rojo , como de peluche. La relaciones públicas del local me llevó por ahí, un sitio estrecho donde había parejas teniendo sexo y yo tenía que pasar entremedias como esquivándolos. He recreado esa escena en la película con uno de los personajes. Pero nuestras salas son más grandes y coloridas para facilitar el rodaje".

"Y la zona de bar es como más cabaretera y remite a ese cine clásico donde había esos bares con actuaciones en directo. Mi referencia era Con faldas y a lo loco de Billy Wilder, con ese primer club donde había actuaciones en directo y los gánsters bebían whisky en tacitas de té. Además, como rodamos en pleno confinamiento, el set era el único bar abierto de Barcelona y yo siempre decía vamos a aprovechar. El rodaje lo hemos vivido como una fiesta que nos ha aumentado las ganas de abrazarnos, de besarnos… por todo lo que estamos viviendo. Y creo que eso se refleja en pantalla” -concluye el director-.

Collage de imágenes de la película 'Donde caben dos'

Álvaro Cervantes, Ricardo Gómez y el amor a través de un ‘Glory hole’

Álvaro Cervantes interpreta a un joven que acude al local para practicar sexo con otros hombres a través de un ‘Glory hole’ y así no tener que mantener ningún tipo de relación afectiva. Pero se encontrará con un joven parlanchín (Ricardo Gómez), que le romperá todos los esquemas.

La premisa de una comedia romántica en un “glory hole” me pareció genial -confiesa Álvaro-.Creo que es la historia más romántica de la película. El mayor desafío de mi personaje era tener una historia a través de una pared, sin ver a tu compañero, Ricardo Gómez, un amigo con el que he trabajado varias veces. De hecho, queríamos volver a trabajar “face to face” y justo hemos tenido que hacerlo con una pared en medio (ríe). Además, siempre se ha dicho que los actores se tienen que escuchar para trabajar; pero teníamos que hacerlo sí o sí, porque la voz era lo único que teníamos para interactuar”.

“El personaje de Álvaro va a este sitio porque tiene una barrera emocional y qué mejor que meterle una barrera física para conocer a otra persona –añade Paco caballero-. El reto siempre ha sido hacer de ellos una comedia romántica pura, dentro de un sitio que, en apariencia, no tiene nada de romántico”.

Pero… ¿Por qué el personaje de Álvaro acude a este lugar? “Por una historia pasada mi personaje tiene miedo a vincularse con la gente con la que se relaciona sexualmente –nos cuenta el actor- Y decide que el mejor lugar para conseguir eso es el glory hole. Pero lo que se encuentra al otro lado es un tipo que le dará conversación y empezará a gustarle”.

Álvaro asegura que es una comedia ideal para estos tiempos. “La fiesta que plantea va a caer en gracia. Creo que es necesaria en el sentido en que es muy divertida y refrescante y necesitamos reírnos. Creo que a la gente le va a encantar”.

Álvaro Cervantes y Ricardo Gómez en una escena de la película

Ana Milán es la anfitriona y Anna Castillo una camarera

Ana Milán interpreta a la anfitriona de este Club Paradiso: “Al principio de la película mi personaje se da cuenta de qué es lo que desea realmente y de qué manera, tan poco judeo-cristiana, siente un deseo brutal de hacer algo. Entonces piensa ¿por qué no? ¿qué pasa si voy ahí y lo pruebo? Creo que hay sitios que exploramos y de los que ya no regresa la misma persona, porque crecemos y aprendemos”.

“Yo viví unos años 90 muy libres y muy divertidos –asegura la actriz-, y esta película creo que rescata lo mejor que hemos aprendido como sociedad ante la libertad de que cada uno ame y tenga sexo con quien le dé la gana, mientras el que esté enfrente sea adulto y libre. Es una película llena de libertad, de alegría y creo que hay un punto, casi de utopía, de cómo debería ser la vida y de atrevernos a ser como queremos ser realmente. Además, creo que no tenemos nada más importante que hacer en la vida que saber quiénes somos, que deseamos y qué ocultamos”.

“Además, eso no es políticamente correcto, con lo que te expones de verdad y esa energía es muy potente –añade Ana-. Porque no hay nada más carca y más antiguo que lo políticamente correcto. Yo estoy de lo políticamente correcto hasta aquí, porque estamos instaurando la mentira y el personaje como lo que exponemos socialmente. Y lo demás lo tenemos que ocultar. Vamos a acabar todos neuróticos. Sería mejor hablar con naturalidad de las cosas o no hacerlo, pero no tenemos por qué ocultarnos”.

María León, Aixa Villagrán y Ana Milán

Anna Castillo interpreta a una camarera del club que se lleva a su primo (Miki Esparbé) a que lo conozca, lo que da lugar a la historia más atrevida de la película: “Mi historia de amor es de las más antiguas de la historia de la humanidad –asegura Anna-. Porque “cuanto más primo más me arrimo”, es una cosa que viene de muy lejos. Ha pasado siempre porque los primos tienen edades cercanas, pasan mucho tiempo juntos…” (ríe).

“En cuanto a la diferencia entre el sexo y el amor, Anna Castillo comenta: “Esta película habla de que hay tantas relaciones como parejas y que las relaciones afectivo-sexuales pueden juntarlo todo o no, ser monógamas o no... Lo importante es conocerte, respetarte a ti mismo y a los demás. Y a partir de ahí, disfruta lo que puedas y vive lo que quieras vivir. Yo creo que es una película muy moderna porque, aunque se supone que la revolución sexual llegó hace ya mucho tiempo, creo que estamos en un momento en el que no está de más recordar que ya habíamos avanzado mucho y que no debemos ir para atrás”.

Anna Castillo confiesa que el rodaje de esta película fue tan divertido como parece: “Sí, no es que fuera un cachondeo, pero si fue muy divertido, muy fácil, muy cómodo y agradable. Tenemos cierto estigma y mucho pudor con el sexo, pero cuando ves a alguien magreándose o follando a tu lado se normaliza muchísimo”.

Es como ir por primera vez a una playa nudista –interrumpe Ana Milán-. Al principio piensas que te va a mirar todo el mundo, pero enseguida te das cuenta de que cada uno va a lo suyo, que todos tenemos lo mismo, aunque sea un poquito más grande, un poquito más caído o un poquito más mono… Pero son cuerpos y tu naturaleza interna lo asimila enseguida y a los tres minutos de llegar a una playa nudista no estas mirando a nadie ni nadie te mira a ti. Así fue el rodaje, como estar en una playa nudista”.

“Para mí hay una cosa fundamental –añade Ana Milán-, que es que los sentimientos nunca son absolutos. Exagerándolo, lo que sientes un lunes no tiene por qué ser lo mismo que sientes el viernes. Quizá estás convencido de que va a un sitio emocionalmente, pero puede pasar cualquier cosa que lo cambie todo. Si no, imagínate qué aburrimiento, convencidos de lo mismo durante toda la vida”.

En cuanto a lo que les gustaría que la gente se quedara de la película, Ana Milán lo tiene claro: “Con la libertad. Con la energía suficiente para atreverse a mirarse por dentro. Y que cada uno decida a quién quiere, a quién le gustaría amar o que es lo que realmente desea”.

Miki Esparbé y Anna Castillo en una escena de la película

El intercambio de Verónica Echegui, Melina Matthews y Jorge Suquet

Verónica Echegui y Jorge Suquet interpretan a una pareja habitual de clientes del club que se encontrará con unos primerizos: el matrimonio formado por Raúl Arévalo y Melina Matthews, que va al local en busca de la pasión perdida.

“Mi personaje -nos cuenta Verónica-, está en una relación desde hace mucho tiempo a la que entró huyendo de otra de la que se fue sin despedirse. Pasó de un extremo a otro, de casi no tener sexo a tener casi un abono en este club de swingers. Pero, en realidad, su viaje es interior. Tendrá que darse cuenta de que no puede huir eternamente de sus problemas y deberá enfrentarlos porque si no, tendrá consecuencias”.

“Creo que la película es un canto a la libertad sexual o a encontrar tu manera de vivir el sexo y el amor –añade Verónica-. Pero, a la vez, esta película utiliza el tema de los intercambios de pareja para hablar de las relaciones interpersonales. Hay una gran variedad de conflictos y situaciones en las que, por ejemplo, mi personaje va desde hace mucho a este sitio, pero en el fondo no se siente a gusto. No es feliz haciendo lo que hace ni encuentra lo que quiere; porque en realidad busca el amor. Y para eso lo primero que tiene que conseguir es quererse a sí misma”.

Melina Matthews es Belén: “Estoy casada con Jaime (Raúl Arévalo), desde hace 10 años. Pero llevan más de un año sin contacto físico y ella no sabe por qué. Por eso van al club, para intentar reavivar esa llama, y ahí se dará cuenta del verdadero problema que atraviesa su relación”.

“Creo que esta comedia llega en un momento ideal, después de las restricciones que hemos vivido en cuanto a las relaciones con otra gente –asegura Melina-. No quiero decir que la gente sea irresponsable porque el coronavirus sigue ahí. Pero si animo a la gente a que vaya a ver la película porque creo que es ideal después de este año y medio que llevamos. El rodaje fue como una burbujita de libertad en esos momentos y lo pasamos muy bien. Y espero que la película retransmita parte de esa energía a los espectadores. Porque habla de una normalidad que casi estamos tocando, pero todavía no”.

Raúl Arévalo, Melina Matthews, Jorge Suquet y Verónica Echegui

Jorge es Miguel: “Miguel es un cliente muy habitual del club Paradiso, al que voy con mi pareja (Verónica Echegui) y disfruta mucho de abrir la pareja. El problema es que disfruta tanto de ello que deja de ver a su pareja como su compañera y eso le acaba perdiendo de alguna manera”.

En cuanto al club, Jorge lo define como: “Un parque de atracciones del sexo. El núcleo por el que todos los personajes pasan para experimental el sexo o las relaciones de una u otra manera. Es un lugar de libertad, de diversión y de encuentros. Pero no solo de encuentros físicos porque muchos de los personajes también se encuentran consigo mismos, con sus filias, sus fobias. Creo que es muy interesante plantear que dentro de este idílico club de swingers confluyen historias muy diferentes. Cada persona va ala club por motivos muy diferentes y encuentra lo que está buscando… o no”.

La película es una orgía de diversidad –añade Jorge Suquet-. Habla de muchas opciones en torno al sexo y todas lícitas: sexo por sexo, sexo con amor, sexo en pareja, con varios a la vez… como cada uno se lo quiera plantear. Pero habla de la diversidad. Algunas historias son de pareja, de sentimientos, mientras que otras hablan de gente que va buscando algo nuevo esa noche. En definitiva: las mil y una opciones de abordar la vida, con el sexo como componente extra”.

Un intercambio de parejas al que podéis asistir a partir de este viernes, 30 de julio, en cines.

Melina Matthews y Jorge Suquet

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