Hoy, 26 de julio, se celebra el Día Mundial de los Abuelos. Cuidadores, compañeros de juego, guías, testigos de la historia familiar... Los abuelos, con su sabiduría y experiencia, son unas de las figuras más importantes de la sociedad. Esto es lo que reivindica Adopta un abuelo, una aplicación creada por Alberto Cavanes que facilita la transmisión de esa sabiduría de los mayores a los jóvenes. Según ha señalado el fundador a RNE, "las personas mayores cuentan mejores historias que Netflix", lo que hace de la app una experiencia enriquecedora.
Por tres razones - Federico, 92 años: la ilusión por seguir viviendo - Escuchar ahora
No obstante, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, más de dos millones de personas de 65 años o más viven sin compañía. La soledad es un “sentimiento doloroso y temido” por el 22% de las personas mayores, una cifra que asciende al 36% entre las mayores de 80 años, como apunta el Boletín Sobre el Envejecimiento del Imserso. En el año 2020, el 43,6% de los hogares unipersonales pasaron a estar compuestos por personas de 65 años o más, lo que supuso un incremento del 6,1% respecto al año anterior.
“Los abuelos todavía tienen mucho que aportar“
Un 70,9% de estas personas mayores que viven en soledad son, como Rosa, mujeres: “Tengo hijos, tengo nietos, tengo nueras, tengo yernos… pero como si no existieran”, ha contado en una entrevista en Por tres razones, de RNE.
'Adopta un abuelo' les ofrece la compañía que necesitan
“Ellos están en sus casas y yo vivo como puedo”, Rosa es una de las mayores que participan en la aplicación Adopta un abuelo, creada por Alberto Cavanes. Esta app tiene como misión principal conectar a los mayores con los jóvenes a través de programas intergeneracionales. "Lo que hacemos es decir que los mayores son geniales, que los abuelos tienen todavía mucho que aportar", ha apuntado el fundador y CEO en RNE.
Entre las nuevas generaciones y los abuelos se crean fuertes vínculos afectivos y relaciones de amistad que ayudan a mitigar la sensación de soledad de los últimos. Así, los abuelos “están ganando esa compañía tan necesaria” a través de la app y de las llamadas y videollamadas de los voluntarios.
“No es una relación de cuidados, es de tú a tú“
De acuerdo con la psicóloga y directora de programa de la plataforma, Pepa Godoy, pensar que los abuelos no tienen nada que enseñarnos es un grave error. Tampoco tratarles como niños es acertado, ya que lo que se ofrece en la plataforma “no es una relación de cuidados, es de tú a tú”. La parte de las llamadas es la actividad principal, pero también se hacen actividades secundarias como talleres de cocina en las residencias. Adopta un abuelo ha acompañado ya a más de 3.500 abuelos y alrededor de 4.800 voluntarios han participado en el programa.
Una aplicación donde contar sus historias
Detrás de la plataforma se encuentran historias peculiares como la de Federico Lanzaco, de 92 años. Lanzaco, presidente de honor de la aplicación, decidió convertirse en misionero tras una experiencia cercana a la muerte al contraer el tifus y viajó a Japón para colaborar como jesuita. Tras su experiencia en el país nipón, el misionero se enamoró perdidamente de su secretaria y abandonó la Compañía de Jesús.
Según ha contado en Por trece razones, su amor no fue correspondido, pero desde entonces ha continuado viviendo diversas aventuras, que ahora cuenta a los jóvenes que lo acompañan. Lanzaco recuerda con especial cariño a Laura y Mónica: “Me fusioné con sus almas y al ver como aquellas chiquillas realmente me escuchaban y me preguntaban cosas, yo estaba en el cielo”.
“Es interesante porque tenemos contacto con el mundo de hoy“
Margarita es otra de las muchas abuelas que han encontrado en la app un lugar en el que compartir sus vivencias. “Es interesante porque tenemos contacto con el mundo de hoy”, ha contado a Mamen Asencio en Por tres razones, en RNE. Para Margarita, la existencia de una plataforma como esta supone también el reconocimiento del valor de la juventud: “Hay personas jóvenes que todavía se interesan por algo que no sea la juerga o el botellón”