Hubo un tiempo en que el sogatira, el popular juego en el que dos equipos tiran cada uno del extremo de una cuerda, era disciplina olímpica, mientras que el baloncesto o el balonmano tardaron décadas en ser incluidos en los Juegos Olímpicos. En 125 años, numerosos deportes han desaparecido y muchos otros se han incorporado hasta configurar, en Tokyo 2020, el más amplio y variado programa de competiciones de la historia olímpica, con casi medio centenar de disciplinas: desde el atletismo, una de las cinco que han estado presentes en todas las ediciones desde los Juegos de Atenas 1896, hasta el surf, el skateboard o la escalada.
Solo cinco disciplinas se han mantenido en el programa olímpico desde los Juegos Olímpicos de Atenas 1896 sin excepción y en la actualidad constituyen la columna vertebral del programa olímpico: el atletismo, la natación, la gimnasia artística, la esgrima y el ciclismo -el ciclismo en pista estuvo ausente en Estocolmo 1912, aunque se celebró una prueba de ciclismo en ruta-.
Otros deportes firmemente arraigados en la tradición olímpica son la lucha -tanto libre como grecorromana-, la halterofilia o el boxeo, aunque tuvieron ausencias puntuales en algunas ediciones. Sobre todo en los primeros años, cuando el peso de los organizadores en la elección de las pruebas era mayor que el del Comité Olímpico Internacional y se primaban las disciplinas más populares en el país anfitrión.
Así, en París 1900 se incluyen la pelota vasca -donde España consigue su primera medalla olímpica, de oro en cesta punta-, el críquet o el croquet. En San Luis 1904 se introducen disciplinas como la motonáutica, el roque o el lacrosse, ahora escasamente familiares para los aficionados olímpicos, pero también el boxeo. En 1908 aparecen el raquetbol y el juego de palma, mientras que en 1912 debuta la equitación, que ya no abandonaría los juegos.
Sin embargo, el barón Pierre de Coubertin publicó en 1908 el Annuaire du Comité International Olympique, el documento que regula el movimiento olímpico, conocido desde 1978 como Carta Olímpica y el COI fue ganando peso en la normativización de los Juegos. En la actualidad, la decisión última sobre qué deportes se incluyen en una edición corresponde a su comité ejecutivo, que valora la popularidad de una disciplina en un número amplio de países, entre otros aspectos.
En la Carta Olímpica, el COI distingue entre deportes, disciplinas y pruebas, de forma que la gimnasia, por ejemplo, se divide actualmente entre gimnasia artística, gimnasia rítmica y gimnasia trampolín; a su vez, la disciplina de gimnasia artística abarca numerosas pruebas, como la barra fija, las barras paralelas, el caballo con arcos, las anillas o el suelo.
Cada vez más controlado por el COI, el programa olímpico se estabiliza tras la Segunda Guerra Mundial y durante cuatro ediciones consecutivas abarcaría 22 disciplinas, sin cambio alguno. Y a partir de Tokyo 1964, primero poco a poco y posteriormente con gran celeridad, se van incorporando nuevas disciplinas, hasta alcanzar las 49 con las que contará Tokyo 2020.
Este verano, con un año de retraso y con notables limitaciones por la pandemia de COVID-19, los Juegos de la XXXII Olimpiada tendrán contarán con el programa olímpico más amplio y variado de toda la historia.