Se cumplen dos meses de la última escalada bélica en Gaza. Fueron 11 días en los que los intensos bombardeos israelíes mataron a 253 gazatíes y los cohetes de las milicias palestinas a 13 israelíes. Han pasado dos meses y la destrucción es visible en barrios enteros de la Franja, donde 1.500 viviendas quedaron completamente destruidas. Una de ellas es la de Olfat Masawabi que recuerda cómo salió corriendo junto a su hijo tras el aviso de que iban a ser bombardeados. “Vimos cómo la destruían. Vimos cómo mi pasado y mi futuro eran destruidos ante nuestros ojos”, asegura a RTVE.
Desde entonces, Olfat ha tenido, no sólo que buscar refugio en casa de familiares, sino también ayuda psicológica, pese a que ella es psicóloga infantil. “Llegó un momento en el que solo sabía gritar y llorar. Gritaba y lloraba todo el tiempo. Era lo único que me aliviaba”. Tuvo que parar de trabajar con los niños a los que habitualmente atiende en la Fundación Ma´an y recibir tratamiento psicológico. “Ella era consciente del shock que estaba sufriendo pero incapaz de superarlo por sí misma. Por eso la ayudamos. De hecho seguimos en ello porque va a tardar en conseguirlo”, asegura el director de la fundación, Jaber Qudaih.
Las ONGs son incapaces de poner una cifra total de los gazatíes con secuelas psicológicas. Imposible si tenemos en cuenta que a la última ofensiva se unen las guerras anteriores y el bloqueo israelí sobre la Franja que dura ya 14 años. Sin embargo, Sawa -una organización sin ánimo de lucro que lleva años ayudando a mujeres palestinas- ha cuantificado el número de llamadas recibidas durante 11 días de ofensiva. De unas 18.000 pasaron a más de 37.000. “Muchos tienen ansiedad o estrés postraumático porque vuelven a sufrir lo de anteriores guerras”, explica Jalal Khader, responsable de Sawa en Ramala.
Las ruinas de Gaza tras los bombardeos vistas desde un dron
A la espera de la ayuda internacional
Buena parte de la ayuda que ofrecen estas ONGs sobre el terreno dependen de entidades o instituciones internacionales. Sin esos fondos no podrían seguir adelante, al igual que sin ayuda exterior será imposible la reconstrucción de la Franja. Dos meses después de la ofensiva, las promesas millonarias de donantes (500 millones de Qatar y Egipto; 38 millones de EE.UU.; 22 millones de la ONU; 9,8 de la UE…) aún están por llegar.
Y a ello se une la frágil situación sobre el terreno. Porque la tregua alcanzada, gracias a Egipto y la ONU, puede saltar por los aires en cualquier momento. De hecho, el ejército israelí ha bombardeado en varias ocasiones posiciones de Hamás y la Yihad Islámica en Gaza. Lo ha hecho en represalia por el lanzamiento de globos incendiarios de militantes palestinos contra territorio israelí que han provocado incendios agrícolas.
El artista de performance palestino Mohammed al-Shenbari apila un televisor encima de una botella entre las ruinas de los bombardeos de mayo MOHAMMED ABED / AFP