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¿Hace falta una tercera dosis de vacuna por las nuevas variantes de coronavirus?

SAMUEL A. PILAR
5 min.

Pfizer ha solicitado al Gobierno de Estados Unidos la autorización para que se inyecte una tercera dosis de refuerzo de su vacuna, ya que cree que esta ofrecería una mayor protección contra la COVID-19 y las nuevas variantes del SARS-CoV-2. Asegura que, según las evidencias de las que dispone, un tercer pinchazo proporciona niveles de anticuerpos neutralizantes entre cinco y diez veces más altos cuando se administra seis meses después de la segunda dosis. Un planteamiento similar al que ya formuló hace meses Moderna, la otra farmacéutica con una vacuna de ARN mensajero comercializada.

Pfizer, junto con su socio BioNTech, planea enviar estos datos a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) "en las próximas semanas" para conseguir la autorización, aunque los responsables sanitarios de Estados Unidos ya han respondido que no está claro que, al menos de momento, se necesite una vacuna adicional. La FDA y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han emitido una declaración conjunta minimizando la necesidad de este refuerzo. Incluso Anthony Fauci, el epidemiólogo jefe del Gobierno estadounidense, ha salido al paso para asegurar que las dos inyecciones de Pfizer o Moderna protegen incluso contra la variante Delta.

Con el objetivo de reforzar su petición, la propia compañía Pfizer ha aportado datos sobre los resultados de un estudio del Ministerio de Salud de Israel, que concluye que la efectividad de esta vacuna para prevenir infecciones y enfermedades sintomáticas ha disminuido seis meses después del segundo pinchazo, aunque su capacidad para prevenir enfermedades graves sigue siendo alta, prácticamente igual.

"Las vacunas actuales están protegiendo a la población"

En España, la solicitud de estas farmacéuticas parece no haber encontrado el respaldo de los científicos. Al menos, en lo que se refiere a esa dosis destinada indistintamente a todo aquel que haya recibido la pauta completa. "Para la población general, a día de hoy, todavía no tenemos evidencia de que una tercera dosis sea efectiva. De momento, las vacunas están protegiendo a la población, a pesar de la irrupción de las variantes. La gente tiene que estar tranquila en este sentido. Por eso ahora la incidencia está disparada pero las hospitalizaciones se mantienen casi planas y van subiendo poco a poco", expresa Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología.

Una postura similar a la de Isabel Sola, codirectora del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). "Creo que en este momento aún no hay información sólida como para suponer que la inmunidad va a ser insuficiente. De momento, más de seis meses después de que se haya empezado a vacunar, lo que se está viendo es que los niveles de protección que hay en las poblaciones vacunadas siguen siendo muy buenos", asegura.

Aunque ambos expertos, consultados por RTVE.es, coinciden en indicar que sí que existen determinados grupos minoritarios a los que podría beneficiarles una dosis adicional. "Hay nichos de población, como gente inmunosuprimida o de mucha edad, en los que probablemente la vacuna no induzca una respuesta adecuada, o no sea tan potente y caiga antes, por lo que exista el riesgo de reinfección", manifiesta López Hoyos, y apunta a que "para estos casos habrá que plantearse una tercera dosis", algo que "cuenta ya con evidencia científica y artículos publicados". "Ahora que ya tenemos a un porcentaje amplio de la población vacunada, hay que ir adelantándose y planificándolo", prevé.

Con esas personas de edad más avanzada, cuya inmunidad -especialmente la celular- puede decaer con el paso de los meses, Isabel Sola sugiere que "hay que estar muy vigilantes desde el punto de vista epidemiológico, por si aparecen reinfecciones, hospitalizaciones… Porque a lo mejor necesitan una nueva vacunación".

Respecto a aquellas otras personas que, por ejemplo, están recibiendo tratamientos inmunosupresores frente a tumores, la dosis adicional de vacuna puede convertirse en su mejor aliado para prevenir infecciones de coronavirus especialmente peligrosas. "En esta gente ya se ha visto en algunos casos que con solo dos dosis no tienen una buena respuesta, pero con una tercera sí que hay un aumento significativo y consiguen llegar a unos buenos niveles de anticuerpos", destaca esta viróloga.

La inmunidad ante las nuevas variantes

Sobre la irrupción de nuevas variantes del SARS-CoV-2, y el impacto que pueden tener en la inmunidad otorgada por cualquiera de las vacunas que se están administrando a la población española, las palabras de Isabel Sola suenan, una vez más, tranquilizadoras. "Los virus siempre son impredecibles, y no podemos olvidarnos de la capacidad que tienen para cambiar, pero lo que hemos visto hasta ahora es que las variantes que están apareciendo no tienen una diversidad enorme entre ellas, sino que hay unas mutaciones que son relativamente constantes, sobre todo fijándonos en la proteína S ", asegura. La proteína S - de spike o espícula- es aquella en la que se basan todas las vacunas desarrolladas hasta ahora contra el coronavirus, independientemente de la tecnología que utilicen.

"El virus no puede cambiar en cualquier posición, porque si no, perdería la capacidad de infectar y desaparecería. Da la impresión de que las mutaciones que vayan apareciendo no tienen por qué ser radicalmente distintas. Es una buena noticia, porque significa que las vacunas que tenemos ahora, incluso las que están hechas frente al virus original, todavía conservan la capacidad de proteger", agrega esta científica del CSIC. Aunque apunta a que, en el caso de que dentro de unos meses se comprobara que la efectividad de las vacunas baja demasiado, "más que una tercera dosis, habría que dar una nueva dosis de vacuna actualizada, que tenga los cambios que han incorporado las nuevas variantes".

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