Los estragos que la pandemia provocada por la COVID-19 está causando en la sociedad han incrementado notablemente el auxilio de organizaciones como Cáritas, que en su último informe ha constadado un aumento del 57 % de solicitudes y la llegada de medio millón de personas que nunca antes habían requerido algún tipo de apoyo por parte de la ONG.
Como muestra de la fotografía que deja esta crisis sanitaria y social, Cáritas mira a la Comunidad de Madrid donde las peticiones se han multiplicado por tres en 2020, tal y como refleja su recién presentada memoria anual.
Precariedad laboral y preocupante caída de ingresos
El director de Cáritas Madrid, Luis Hernández Vozmediano, ha asegurado este jueves que la precariedad laboral está dando forma a un creciente fenómeno de "trata de personas con fines laborales". Una práctica que, prosigue Vozmediano, está dando lugar a situaciones "de auténtica exclavitud", recalca, sustentadas en salarios bajos y, opinan, una continua vulneración de derechos.
La falta de trabajo y el elevado número de desempleados son dos de los puntos clave que, a juicio de la organización, retratan un problema que, insisten, no ha hecho más que empezar a pesar de la mejora vivida con la vacunación y el descenso de contagios y de hospitalizaciones.
Traducido a datos, el porcentaje arroja un escenario desolador: el 61 % de personas atendidas por Cáritas en 2020 se encontraba en situación de desempleo, mientras que el indicador en lo que va de este año aún se sitúa en el 60 %. Una pequeña mejoría que se nota "muy débilmente en las personas más vulnerables", inciden desde la organización.
En España, Cáritas atendió el pasado año a más 825.000 personas en pobreza severa que, en mayor medida, ha afectado a hogares con menores (61 %), seguido de aquellos de origen inmigrante (59 %) y monoparentales (59 %).