El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha asegurado que el acuerdo para prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) ha logrado "un equilibrio muy razonable" y esta negociación no ha condicionado el pacto social para reformar las pensiones.
Antes de participar en un ciclo sobre fondos europeos organizado por EFE y KPMG, Escrivá ha dejado claro que las negociaciones sobre ERTE y sobre pensiones son "dos discusiones distintas" y que "uno no condiciona lo otro".
A la hora de valorar el acuerdo, considera que "alcanza un equilibrio muy razonable" porque mantiene "los niveles de protección de aquellas empresas que siguen sometidas a restricciones y tienen dificultades para la actividad". Y al mismo tiempo, "contiene los elementos suficientes para incentivar a otras que pueden encontrarse en situaciones para abrir a la actividad y activar trabajadores".
El Gobierno logró cerrar el miércoles la prórroga de los ERTE hasta el 30 de septiembre, después de que la CEOE se negara a aceptar la propuesta de exoneraciones en las cotizaciones sociales que la Seguridad Social planteó a principios de semana.
Por su parte, el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi. se ha mostrado satisfecho por el acuerdo sobre los ERTE que, en su opinión, es "bueno para España".
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"Muy ultimado" el primer bloque de las pensiones
Las negociaciones han coincidido en el tiempo con las que también mantiene el Ministerio con patronal y sindicatos para sacar adelante con consenso un primer paquete de reforma de las pensiones. "Esa es una mesa con un proceso de negociación distinto, paralelo", ha dicho Escrivá, quien ha asegurado que "el primer bloque que hemos acordado está muy ultimado".
En el caso de las pensiones, ha explicado que "el marco programático con los agentes sociales se cerró hace ya unas semanas y ahora está discutiéndose el texto normativo, cómo se traspone a la Ley General de la Seguridad Social". Estamos con borradores de los últimos detalles", ha añadido.
Este primer paquete de reforma de las pensiones incluye una nueva fórmula de actualización, en función del IPC, y deroga el índice de revalorización de la reforma de 2013 del PP, así como su factor de sostenibilidad. Asimismo, contiene incentivos para retrasar la edad de jubilación, penalizaciones para adelantarla y una reforma del régimen de los autónomos, para que coticen en función de sus ingresos reales.