El Ángeles Alvariño, el buque del Instituto Español Oceanográfico que se une a los trabajos de búsqueda de Anna y Olivia, ha salido de Coruña y se espera que llegue a las islas a finales de semana.
El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, ha señalado que el sonar comenzará a utilizarse en el marco de la investigación de la desaparición de las menores y su padre Tomás Gimeno, desde que esté prácticamente en la isla.
El sonar es un aparato electroacústico que detecta la presencia y situación de objetos sumergidos mediante ondas producidas por el propio objeto o por la reflexión de las que emite el aparato.
Este instrumento de barrido lateral, viene incorporado en el Ángeles Alvariño y envía ecos y emite sondas, el resultado serán imágenes del fondo marino de gran resolución que permitirán buscar alguna pista en la zona delimitada por la guardia civil, una área en la que se geolocalizó el teléfono móvil del padre el día de la desaparición.
El Liropus también se incorpora a la búsqueda
Pero también traen un robot capaz de sumergirse a 2.000 metros de profundidad, el Liropus que ya estuvo en Canarias en 2013, grabó imágenes del volcán de El Hierro y se espera que arroje resultados similares en el lugar donde encontraron la embarcación a la deriva de Tomás Gimeno.
Esta semana se cumple un mes desde que las niñas y su padre desaparecieron, la investigación continúa bajo secreto de sumario y siguen siendo válidas todas las pistas. La familia materna insiste en que no van a perder la fuerza para encontrarles y han difundido nuevos videos de Anna y Olivia para que las puedan reconocer en cualquier parte del mundo.