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¿Qué es la inmunidad de grupo, cómo se calcula y qué implicaciones tiene?

SAMUEL A. PILAR
10 min.

Las previsiones del Gobierno apuntan a que España alcanzará a mediados de agosto un 70% de su población vacunada contra la COVID-19, el umbral estimado para lograr la "inmunidad de grupo". A partir de entonces, el virus encontrará muchas dificultades para circular entre las personas y la epidemia en España podrá considerarse como controlada, a pesar de que aún tendrá que pasar mucho tiempo para que todos los países del mundo, especialmente los pobres, puedan decir lo mismo; algo que a su vez podría repercutir negativamente en esta inmunidad conseguida. A continuación, intentamos responder a las principales dudas que rodean a este concepto epidemiológico:

¿Qué es la inmunidad de grupo?

La "inmunidad de grupo", "inmunidad colectiva" o "inmunidad de rebaño" es la barrera inmunológica que interrumpe la cadena de contagios entre las personas, proporcionando protección indirecta a los individuos no vacunados o con problemas de inmunidad. Solo se produce cuando se vacuna una parte muy importante de la población, a la que se suman las personas que han desarrollado anticuerpos tras un contagio previo. Los epidemiólogos calculan que entre el 60% y el 70% de la población necesita ser inmune al nuevo virus para actuar como un "cortafuegos" realmente efectivo. Sin embargo, la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2, que pueden tener una mayor contagiosidad o producir escapes vacunales, podrían poner este umbral aún más alto.

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¿Cómo se calcula?

El porcentaje en el que se alcanza la inmunidad de grupo está muy relacionado con otra cifra: el número reproductivo básico R0, que calcula a cuántas personas puede contagiar un individuo infectado. En el caso del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, este R0 se sitúa entre 2 y 3 (una persona infectada origina de media entre dos y tres contagios secundarios). A partir de ahí, se ha estimado que la inmunidad colectiva rondaría el 70%. Pero para otros virus más contagiosos, como puede ser el sarampión, cuyo R0 puede llegar a ser de 18, este umbral se ha fijado entre un 80% y un 85%.

Las variantes que están surgiendo, por su mayor contagiosidad, pueden modificar el índice R0 y, con ello, la cifra en la que se fija la inmunidad de grupo. Además, no basta con llegar al porcentaje estimado, sino que la inmunidad tiene que repartirse de manera uniforme. Tanto dentro de las regiones o territorios de un país, como entre los diferentes países del mundo.

¿Por qué es importante alcanzar la inmunidad de grupo?

Además de que es la manera más efectiva de controlar una epidemia sin necesidad de medidas radicales, la inmunidad de grupo evitaría muchas hospitalizaciones y, en última instancia, salvaría vidas. La efectividad de las vacunas nunca es completa e, incluso si se vacunase al 100% de la población de un país, siempre quedarían miles de personas vulnerables ante el virus. Se trata, por ejemplo, de pacientes inmunodeprimidos o personas de avanzada edad, cuyo sistema inmune se encuentra debilitado. Por este motivo, la inmunidad de grupo es la manera más eficaz de protegerlos.

¿Qué porcentaje de población ha sido ya vacunada en España?

Está es una cifra que varía significativamente cada día que pasa. Según los últimos datos aportados este miércoles 19 de mayo, las comunidades autónomas ya han administrado más de 22 millones de dosis de las vacunas de Pfizer, Moderna, AstraZeneca/Oxford y Janssen contra la COVID-19. Así, en España hay más de 7,3 millones de personas -un 15,4% de la población- que han recibido la pauta completa de vacunación contra el coronavirus. Además, 15,5 millones de personas -un 32,7% de la población- tienen al menos una dosis.

El objetivo reiterado por el Gobierno es alcanzar el 70% de la población española inmunizada a mediados de agosto (33 millones de personas). El presidente Pedro Sánchez ha insistido en que esa meta es posible, e incluso ha anunciado que el país habrá llegado a diez millones de inmunizados con la pauta completa a finales de junio y a 25 millones a mediados de julio.

¿Cómo está la vacunación en el mundo?

En todo el mundo, la administración de al menos una dosis de cualquiera de las vacunas disponibles alcanza a más de 720 millones de personas. Este 19 de mayo se superan los 1.500 millones de inyecciones en total, según los datos recogidos por Our World in Data.

La vacunación alcanza a cerca de 200 territorios y países de todo el planeta, entre ellos, España. Sin embargo, existe una gran diferencia entre continentes. En el caso de África, 45 territorios han comenzado la campaña de vacunación. En Asia son 46 las regiones que han comenzado a vacunar a su población, mientras que en América son 42, entre ellos Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Chile, Perú, Argentina, Ecuador o Bolivia.

El verdadero problema es que decenas de países siguen esperando la primera dosis, algo que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, ha denunciado en reiteradas ocasiones. "En enero anuncié que el mundo estaba al borde de una catástrofe a no ser que se implantaran medidas para una distribución equitativa de vacunas. Es sorprendente lo poco que se ha hecho para solventarlo y, de hecho, la brecha entre el número de vacunas administradas en los países ricos y a través del mecanismo Covax crece cada día", ha lamentado.

¿Por qué es tan importante que la inmunidad de grupo se logre a nivel mundial?

Cuando se habla de enfermedades infecciosas, el riesgo de una persona es siempre el riesgo de todas; por lo que la inmunización global se convierte en un objetivo obligatorio. Por mucho que las naciones ricas protejan a su población con vacunas, hasta que el resto de países haga lo mismo, el virus tendrá más oportunidades de circular y de poder mutar, poniendo en peligro la inmunización conseguida.

"Estamos en una pandemia, que es un problema global que requiere respuestas globales", explica a RTVE.es Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, quien critica que, a pesar de este hecho, "desde los países desarrollados estamos dando únicamente respuestas locales, que solo afectan a nuestro país y al resto de los países desarrollados".

"No somos conscientes de algo que es importantísimo, y es que hay países en vías de desarrollo que no están recibiendo vacunas. Y eso, además de una injusticia, también es un problema epidemiológico, porque cuantos más territorios haya sin vacunar, más casos habrá en esos territorios y por lo tanto habrá más posibilidades de que aparezcan nuevas variantes", prosigue.

García Rojas se muestra convencido de que los países desarrollados como España conseguirán "una inmunidad importante" este verano, porque "tenemos vacunas y está normalizándose ya su llegada", aunque insiste en que "hay que seguir entendiendo que para que acabe el problema tiene que haber vacunas en todos los países del mundo".

Varias personas, en la playa de Cala Domingos, de la localidad balear de Manacor. EFE / CATI CLADERA

¿Cómo pueden afectar las nuevas variantes a la inmunidad de grupo?

La aparición de nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 puede alterar esa contención conseguida entre la circulación del virus y la barrera inmunitaria levantada por las vacunas. Por ejemplo, estas variantes pueden ser más contagiosas que las anteriores, o escapar más fácilmente al efecto de las vacunas, lo que aumentaría el porcentaje necesario para alcanzar la inmunidad de grupo. Incluso, si los cambios son más importantes, podrían implicar la necesidad de revacunar a la población con nuevas fórmulas adaptadas al virus mutado.

"Sería un contratiempo grande, pero desde el punto de vista tecnológico no sería un problema límite para las empresas productoras de vacunas, sobre todo las de ARN mensajero, que pueden adaptar sus fórmulas a las nuevas variantes, aunque eso implicaría la necesidad de vacunarse de nuevo", aclara Amós García Rojas sobre esta última posibilidad.

¿Cuáles son los países del mundo que han vacunado a un mayor porcentaje de su población?

Los tres países del mundo con un mayor porcentaje de vacunados se caracterizan por su escasa población: Seychelles, San Marino y Malta. El cuarto país en esta clasificación, Israel, ha administrado ya más de 10,5 millones de dosis entre sus habitantes, de los que el 58.9% ya ha recibido la pauta completa. Según ha avanzado su campaña de vacunación, llevada a cabo sobre todo con Pfizer, los datos epidemiológicos han mejorado de una manera abrumadora, demostrando sobre el terreno que esta es la clave para lograr esa inmunidad de grupo y la vuelta a una situación prepandémica. Los datos positivos que arrojan Reino Unido o Estados Unidos, países con una gran población y en los que las vacunaciones han avanzado a pasos agigantados, también apuntan en la misma dirección que Israel.

Pero otros países como Chile o Seychelles han servido para demostrar que una alta cobertura de vacunación no significa necesariamente que los contagios se erradiquen. Con más del 47% de su población con al menos una dosis, y casi un 40% con la pauta completa, Chile ha sufrido una brutal segunda ola epidémica que empieza ahora a controlar. Algo similar a lo que está sucediendo en Seychelles, que se ha visto obligado a adoptar medidas de salud pública muy duras, a pesar de que sus porcentajes vacunales son incluso superiores a los del país sudamericano.

Una parte de la explicación podría estar en la menor efectividad de las vacunas chinas que se están empleando en una proporción muy amplia en ambos países, aunque los expertos insisten sobre todo en el impacto de una relajación de las medidas preventivas, además de un exceso de confianza asociado al avance de la vacunación, que se ha traducido en más contagios, principalmente en personas sin vacunar o con la pauta incompleta.

¿La inmunidad de grupo se logra únicamente con las vacunas?

La inmunidad de grupo se logra por las infecciones que se han producido de manera natural y, sobre todo, por las vacunas. Aunque, como han insistido una y otra vez los especialistas, las campañas de vacunación siempre tienen que estar respaldadas por medidas preventivas. "El futuro epidemiológico va a depender de que se siga manteniendo el ritmo de vacunación, y de los porcentajes de cobertura que se vayan consiguiendo", apunta Amós García Rojas, aunque advierte que "no solo eso", ya que "paralelamente se tiene que seguir avanzando en mantener por parte de la ciudadanía el uso de la mascarilla, la distancia física o el lavado de manos como elementos clave para consolidar el estado que te permita avanzar hacia el control de la pandemia".

"Hay dos tipos diferentes de herramientas de intervención frente al SARS-CoV-2: la pasiva, que son esas medidas preventivas, y la activa, que son las vacunas. Las dos tienen que ser paralelas, no podemos poner los huevos en una sola cesta", continúa. "Conforme vayamos avanzando en las vacunaciones, será como la ley de los vasos comunicantes, ya que irá disminuyendo el peso de la pandemia y se podrá ir recuperando poco a poco parte de aquella vida que teníamos antes", pronostica.

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