El mercado de trabajo parece retomar poco a poco el pulso en España a pesar de las restricciones aún vigentes por la pandemia de coronavirus, de forma que en abril, coincidiendo con el inicio de la temporada de verano y la retirada de algunas de esas medidas, el paro se ha reducido por segundo mes consecutivo, al registrar 39.012 demandantes de empleo menos que en marzo, mientras que la creación de empleo muestra síntomas de mejoría: la afiliación media a la Seguridad Social se situó en 19.055.298 ocupados, lo que supone 134.396 trabajadores más que el mes pasado, el mayor ascenso en términos intermensuales desde julio del año pasado.
Abril es un mes tradicionalmente bueno para el mercado laboral, si bien el año pasado el impacto de la COVID-19 provocó que 281.981 personas engrosaran las listas del paro, un incremento de proporciones históricas. Este año, sin embargo, el número de desempleados se reduce en todos los sectores, en todas las franjas de edad y tanto en hombres como en mujeres, de forma que la cifra total de parados se mantiene por debajo de los cuatro millones, un umbral que llegó a sobrepasar en febrero de este año, aunque todavía hay 3.910.628 personas que buscan un empleo.
También en los datos de afiliación se observa que la eliminación de algunas restricciones sanitarias y el arranque de la temporada de verano han impulsado la contratación, especialmente en el sector servicios, que se anota 99.404 nuevos cotizantes de media, esto es, casi tres de cada cuatro más que se han incorporado al mercado laboral a lo largo de este mes, que empezó justo con la Semana Santa. Además, los trabajadores acogidos a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) bajan en abril hasta 638.238, lo que representa 105.345 menos que al cierre de marzo, un descenso que el Ministerio de Inclusión, Seguridad y Social y migraciones achaca a "la relajación de las restricciones administrativas para luchar contra la pandemia y el avance de la campaña de vacunación".
Pese a la mejoría, la economía española sigue mostrando las cicatrices infligidas por la pandemia: el aumento de la afiliación media a la Seguridad Social es el más pequeño en abril desde 2013, cuando aún coleaba la Gran Recesión, y en términos desestacionalizados, es decir, eliminando el efecto del calendario, se han perdido 9.808 empleos, aunque se revierte la tendencia de marzo. De la misma forma, hay que remontarse hasta 2012 para encontrar un descenso del paro tan moderado en un mes de abril y, en términos desestacionalizados, el paro registrado ha subido en 52.469 personas.
El sector servicios, cara y cruz del mercado laboral
En última instancia, el mercado laboral sigue a la espera de un impulso definitivo a las actividades turísticas y de ocio, que son las que más ayudaron en abril a mejorar la perspectiva, pero que siguen renqueantes. El sector servicios es el que más afiliados aportó en el mes de abril -en concreto, la hostelería, con 40.548 afiliados más de media-, pero en términos desestacionalizados registró 27.827 trabajadores menos, al tiempo que el resto de sectores mejoraban su contratación, a causa de que se sigue destruyendo empleo en los servicios de alojamiento, las agencias de viaje y el transporte aéreo, entre otros.
También se aprecia que buena parte de los trabajadores que continúan en ERTE se concentran en ese tipo de trabajos: hasta 196.639, el 23,65 % del total, son empleados de servicios de comidas y bebidas, al tiempo que actividades como las agencias de viaje y los servicios de alojamiento tienen a más de la mitad de sus afiliados en esa situación.
De hecho, el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, aunque ha calificado de "muy positivos" los datos de abril, según recoge Europa Press, ha admitido que el turismo aún no ha podido "desplegar toda la potencialidad económica que tiene en un mercado de trabajo como el español".
En cualquier caso, son los servicios los que tiran claramente hacia abajo del paro, con 32.192 demandantes de empleo menos en abril (un 1,16% menos que en marzo), mientras que en la industria son 5.127 parados menos, en la construcción salen de las listas 3.947 personas y en la agricultura, otras 2.622 personas. Así, por sectores económicos, el paro únicamente aumenta entre quienes no tenían un empleo anterior, con 4.876 parados más.
Menos parados en todas las edades y tanto en hombres como en mujeres
El resultado de esta mejoría a trompicones es que España tiene todavía casi 80.000 parados más que en el mes de abril del año pasado, cuando el país sufría el confinamiento por la primera oleada de COVID-19, y cerca de 665.000 más que en febrero de 2020, antes del estallido de la pandemia. La Seguridad Social, por su parte, ha recuperado casi 600.000 cotizantes respecto a hace un año, aunque todavía hay 230.000 trabajadores menos que antes de la epidemia.
El paro sigue castigando más a las mujeres, con 2.263.125 que buscan empleo pese a que en abril salieron de las listas 14.974, aunque todavía hay 111.325 desempleadas más que en abril de 2020; por el contrario, entre los hombres se redujo en 24.038, lo que deja en 1.674.503 el total de parados, ya menos que el año pasado, cuando buscaban un trabajo 31.900 más. Por franjas de edad, hay 355.884 parados menores de 25 años tras registrarse 1.909 demandantes menos que en marzo, al tiempo que otras 37.103 personas que superan ese umbral han salido de las listas del SEPE.
En cuanto a las comunidades autónomas, el paro baja en 14 regiones, con descensos significativos en Galicia (9.941 parados menos, un 5,5 %) y Cataluña (8.175, un 1,72 % menos), mientras que sube muy ligeramente en Cantabria y la Comunidad Valenciana; el único incremento significativo es el de Canarias, que anota 1.837 parados más, un alza del 0,67 %. Desde el punto de vista de la afiliación, todas las comunidades autónomas sumaron trabajadores.
Sin embargo, la contratación se resintió en abril, con 47.262 contratos menos y una menor proporción de indefinidos que en marzo, cuando fueron casi el 15 % del total, mientras que ahora se quedan en el 12,09 %, esto es, 164.080 de un total de 1,35 millones. Una muestra más de las dificultades que sigue arrostrando el mercado laboral español mientras lidia con la pandemia.