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Elecciones Madrid 4M

Ángel Gabilondo, el catedrático sosegado al que no le gusta entrar en el fango político

ROCÍO GIL GRANDE
5 min.

BIOGRAFÍA:

Lugar y fecha de nacimiento: San Sebastián, 1949

Formación: Licenciado en Filosofía y Letras por la UAM. Ha sido catedrático y rector de esta Universidad.

Años en política: Ministro de Educación entre 2009 y 2011 y líder del PSOE-M desde 2015.

Es catedrático, ha sido fraile, ministro y en su día tuvo vocación de futbolista pero, sobre todo, Ángel Gabilondo (San Sebastián, 1949) se define a sí mismo como “soso, serio y formal”, virtudes con las que él pretende diferenciarse del resto de candidatos a las elecciones del 4M. Gabilondo es la apuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para liderar el PSOE de Madrid desde las autonómicas de 2015 y todas las encuestas le señalan como el principal candidato entre los partidos de la izquierda. Podría tener opciones de gobernar si la derecha no suma mayoría absoluta, pero él no se muestra dispuesto a pactar con "este" Pablo Iglesias (Unidas Podemos), como sí hizo Sánchez tras la repetición electoral de 2019.

Gabilondo lleva liderando la oposición en Madrid seis años en los que ha evitado a toda costa meterse en el barro de una política madrileña que cada vez está más crispada, marcada por las descalificaciones y los insultos, y en la que entran de lleno también los líderes nacionales. Es un “hombre de paz”, según el ministro de Transportes y secretario general del PSOE, José Luis Ábalos. Con estas credenciales, Gabilondo ganó las elecciones autonómicas de 2019, pero la suma no daba y finalmente fue Isabel Díaz Ayuso (PP) quien formó gobierno con Ciudadanos gracias al apoyo de Vox. Desde entonces, ha hecho una oposición discreta -demasiado para algunos, lo que le ha valido algunos reproches- pero muy crítica con la gestión sanitaria de Ayuso, en la que ha tanteado en varias ocasiones a Ciudadanos para impulsar una moción de censura que el partido naranja no respaldó y cuya sospecha valió a Ayuso para convocar el adelanto electoral a mitad de legislatura.

Ahora, hace precisamente un llamamiento a los votantes de Cs para “elegir entre una opción vinculada a la ultraderecha -por PP y Vox- o una progresista”. Su pacto de gobierno ideal sería con Más Madrid y Ciudadanos -partido al que las encuestas no dan representación en la Asamblea tras el 4M- y “no con este” Pablo Iglesias y su “extremismo”. No lo tiene fácil, ya que Cs sigue mirando a Ayuso pese haber sido expulsados del Gobierno regional a principios de marzo y todo dependerá de las urnas, que podrían dar un empate a los bloques de izquierda y derecha, según el CIS preelectoral.

El candidato socialista es un hombre intelectual, un filósofo que no tiene el carnet del PSOE. Era catedrático de Metafísica y rector de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) cuando el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero le fichó como ministro de Educación en 2009. De nada sirvió que su hermano, el periodista Iñaki Gabilondo, le advirtiera de que se estaba metiendo en “la boca del lobo” de la política. Como ministro, Gabilondo trató de impulsar un gran Pacto Social y Político por la Educación, con 12 objetivos y 48 medidas pensados para una década, pero no llegó a prosperar ante la falta de acuerdo con María Dolores de Cospedal, quien entonces ejercía como representante de Educación del PP.

Gabilondo es el quinto de nueve hermanos de una familia católica de San Sebastián, hijo de Joxe Ignacio y María Luisa, un carnicero y un ama de casa que no pudieron recibir educación. Estudió en el Sagrado Corazón de Mundaiz, ingresó en la orden de los corazonistas y se convirtió en fraile e incluso profesor en colegios de esta orden hasta que colgó los hábitos en 1979 ante una crisis espiritual. Es un apasionado del fútbol y en alguna entrevista ha reconocido ser un “delantero frustrado”, pero acabó licenciándose en Filosofía y Letras en la UAM, donde desarrolló su carrera académica. Llegó incluso a ser presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) hasta ser nombrado ministro en 2009. A lo largo de su vida, ha publicado varios libros tanto de temática religiosa como filosófica.

Gabilondo, en tres frases:

“La mayor dureza de oposición es la coherencia y yo gané las elecciones siendo como soy (...) Algunos dicen que soy un soso. Si es por sosegado, puede que tengan razón”.

“Con este Pablo Iglesias, no. Quiero una propuesta progresista, equilibrada y seria que pueda pactar con las dos manos y quiero una transformación para Madrid, pero sin extremismos”.

“Díaz Ayuso está en la línea del trumpismo y eso es un problema gravísimo”.

Expectativas electorales:

Gabilondo no gana ninguna encuesta ante el fuerte tirón de Ayuso, pero sí es el candidato más votado entre la izquierda en todas. El CIS preelectoral otorga al PSOE 38 escaños, los mismos con los que ganó las elecciones de 2019, y la suma con Más Madrid y Unidas Podemos se quedaría en 68 escaños, justo la mitad de los que conforman la Asamblea de Madrid y a uno de la mayoría absoluta. El bloque de izquierdas empataría al de la derecha, conformado por PP, Vox y Ciudadanos. Pero Gabilondo quiere formar o pactar un gobierno con Más Madrid y Ciudadanos y, según las encuestas, esto no sería posible. El CIS deja fuera al partido naranja de la Asamblea regional al no alcanzar el umbral del 5% de votos necesarios para gtener representación.

La única opción que parece posible para que Gabilondo gobernase un Ejecutivo “progresista” sería entenderse con las dos formaciones que tiene más a su izquierda y superar el veto a pactar con Iglesias.

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