Un año de pandemia ha dejado varias lecciones, entre ellas la de que el nuevo virus coronavirus SARS-CoV-2 aprovecha cualquier relajación de las restricciones para volver a extenderse. Tras bajar la cresta de la tercera ola tras la Navidad, la mayoría de las comunidades optaron por suavizar las medidas. El resultado ha sido que la incidencia de COVID-19 ha vuelto a crecer hasta poner a España otra vez en riesgo alto. Esto ha provocado que algunas autonomías ya hayan dado marcha atrás volviendo a cerrar el interior de bares y restaurantes, como Navarra y Castilla y León, o imponiendo de nuevo restricciones más duras de movilidad, como Cataluña y País Vasco. Extremadura, que iba a levantar su cierre perimetral este sábado, lo ha prorrogado 14 días más.
La presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología, Elena Vanessa Martínez, señala que es "una buena noticia que estén reaccionando antes de lo que se llegó a reaccionar en las anteriores olas (...) El anuncio de esa marcha atrás se hizo, en algunos sitios, incluso antes de terminar la Semana Santa y eso sí que es algo que antes no había ocurrido y puede ayudar a cortar la transmisión". Esta experta advierte, no obstante, de que los casos pueden seguir aumentando en los próximos días por efecto de la movilidad y los contactos de las vacaciones porque las medidas no surten efecto de un día para otro.
Por su parte, la catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante Teresa Ruiz Cantero subraya, en la misma línea, que "cuanto antes se tomen las medidas mejor, porque está claro que la rapidez con la que tienes que tomar decisiones para contener una epidemia es la máxima". "Al principio, por falta de conocimiento, se tomaron medidas un poco lentas", añade.
DatosRTVE analiza en los siguientes gráficos lo que ha ocurrido en las comunidades que han dado un paso atrás. En ellos se ve claramente como la incidencia vuelve a crecer alrededor de las dos semanas después de abrir la mano con las restricciones.
Navarra echa el cierre al interior de los bares
Navarra es actualmente la comunidad con mayor incidencia de España (394,59 casos por 100.000 habitantes en las últimas dos semanas). Cuando reabrió el interior de la hostelería, el 26 de febrero, estaba en riesgo medio (138,6). Apenas un mes después volvió a riesgo alto y en una semana más ya estaba en riesgo extremo, por encima de los 250 casos por 100.000 habitantes en 14 días. El Gobierno foral tomó la decisión de cerrar el interior de bares y restaurantes del 1 al 9 de abril, coincidiendo con la Semana Santa, pero ha decidido prorrogar la medida hasta al menos el 22 de abril.
La presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología explica que los aumentos de la incidencia a veces son muy rápidos, como en el caso de Navarra, porque no solo hay que tener en cuenta las restricciones en sí, sino el momento epidemiológico. Es decir, la probabilidad de que entres en contacto en tu día a día con alguien que esté contagiado. "A medida que va aumentando esa probabilidad [por haber una incidencia más alta] aumenta también el riesgo aunque tu actitud sea la misma. Por eso muchas veces da la sensación de que los aumentos son tan exponenciales porque hasta los que pueden tener sensación de estar haciendo las cosas como corresponde en realidad se están exponiendo a más riesgo porque la probabilidad de que vayan encontrándose con posibles personas infectadas es mayor".
Castilla y León también cierra el interior de la hostelería
Castilla y León es otra de las autonomías que ha decidido cerrar el interior de la hostelería en aquellos municipios con las incidencias más altas. La reabrió en general en toda la comunidad el 8 de marzo (127,3 casos por 100.000 habitantes), pero el 6 de abril volvió a prohibir el consumo dentro de los locales en 21 localidades que superan los 150 casos por 100.000 habitantes en 14 días, entre ellas las ciudades de Burgos, Palencia, Segovia, Soria y Valladolid.
Sanidad planteó en la actualización del llamado semáforo de medidas frente al COVID-19 cerrar el interior de bares y restaurantes por encima de incidencias de 150 casos, pero actualmente solo mantienen esa medida en todo su territorio Navarra. Asturias ha reabierto el interiore este sábado y Valencia lo hará el lunes*.
"Con el cierre de interiores lo que intentas es reducir la transmisión. El interior lo podríamos haber cerrado y no vuelto a abrir y hubiese sido una gran medida", señala Elena Vanessa Martínez, que explica que en las terrazas, más importante que los aforos en sí, es garantizar la distancia: "Tú puedes tener un 50 % de aforo en la terraza y tener todas las mesas juntas, pero puedes tener un 100 % de la terraza con dos metros de distancia entre personas. Incluso con mesas lo suficientemente grandes también separas a los propios que comen en la mesa". El riesgo sigue sin ser cero, pero sería "muchísimo menor".
"Las zonas cerradas son un factor de riesgo, eso está bastante evidenciado. No puedo decir nada más que [que el consumo en bares y restaurantes] tiene que ser fuera, en las terrazas. Las calles están ocupadas, pero es una medida circunstancial. Esto terminará y volverá a una normalidad sazonada", añade la catedrática Teresa Ruiz Cantero.
País Vasco
El País Vasco, otra de las comunidades que se encuentra actualmente en riesgo extremo (295,34), levantó su confinamiento municipal el 9 de marzo, pero tres semanas después volvió a aplicar cierres perimetrales y restricciones horarias en el interior de la hostelería en los municipios con incidencias por encima de los 400 casos. Desde el 7 de abril está cerrada la provincia de Araba/Álava y 26 localidades, entre ellas, la ciudad de Vitoria. En los municipios afectados la hostelería solo puede abrir los interiores desde las 6:30 a las 9:30 de la mañana y desde las 13:00 hasta las 16:30.
La movilidad es un factor clave para entender el aumento de los contagios. "Es el factor que más explica la epidemia en País Vasco y Madrid", señala Ruiz Cantero citando un estudio realizado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana tras la pandemia. "El moverse tanto aumenta el riesgo en general para ellos, pero para el resto de España. En el resto de comunidades también es un factor pero no es el principal", añade.
Si con el cierre de interiores lo que intentas es reducir la transmisión, el objetivo principal del confinamiento perimetral de municipios es "contener la transmisión en el lugar en el que está, evitar que se te esparza", señala la epidemióloga Elena Vanessa Martínez. "Si tienes un municipio o una comunidad autónoma con muchísimos casos deberías cerrarla para evitar que vayan a otros sitios", explica.
Cataluña
Cataluña es otra de las comunidades que han decidido redefinir sus restricciones tras relajar sus medidas. El 15 de marzo puso fin al confinamiento comarcal que permitía a su población moverse por toda la comunidad autónoma aunque dentro de su unidad de convivencia. Desde este viernes 9 de abril vuelve a estar en vigor el cierre comarcal. En este caso, la medida se ha adoptado no tanto por el aumento de la incidencia, como la ocupación de las UCI. A 9 de abril, tenía ocupadas con pacientes COVID-19 el 39,68 % de sus camas de intensivos.
*En un principio se informó de que Valencia también mantenía la hostelería cerrada.