Jaén es llamada la capital mundial del aceite de oliva por razones obvias. En esa tierra saben cómo obtener el mejor zumo de esa fruta y ahora también de otra, el aguacate. En una apuesta para diversificar, amortizar las instalaciones y dar empleo, una cooperativa se ha lanzado a producir el primer aceite español de aguacate, un producto gourmet muy demandado en América.
Como lo haría la aceituna, pasa por la batidora a una temperatura estable de 20 grados, es una extracción en frío de la que se obtiene otro oro verde. El color es, precisamente, la clave de la calidad.
En España no está permitido su envasado y comercialización por lo que se exporta a Estados Unidos donde alcanza precios que doblan el del aceite de oliva.