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Caso 'Gürtel'

Correa ofrece un pacto con la Fiscalía y señala a varios excargos del PP por la trama 'Gürtel'

  • Señala que cobraron dádivas a cambio de adjudicaciones por vía de la Empresa de Vivienda Municipal de Boadilla del Monte

  • Ofrece a la Fiscalía una pena de 13 años de prisión, en lugar de 76, como "atenuante de colaboración"

RTVE.es
4 min.

El cabecilla y procurador de la trama 'Gürtel', Francisco Correa, ha remitido este lunes un escrito a la Fiscalía Anticorrupción en el que implica a varios exdirigentes del PP de la localidad madrileña de Boadilla del Monte por haber cobrado presuntamente dádivas a cambio de adjudicaciones públicas concedidas a través de la Empresa Municipal de Vivienda (EMV).

El escrito, al que ha tenido acceso RTVE.es, es del puño y letra de Correa, condenado a 51 años de prisión por la primera época de la trama -1999-2005. Por otro lado, su defensa ha remitido otro texto a Anticorrupción en el que reconoce todos los cargos que se le imputan -entre ellos cohecho, falsedad, fraude o tráfico de influencias- y propone como "atenuante de confesión, reparación y colaboración" una pena de prisión de 13 años y medio de cárcel -en lugar de los 76 años que pide la Fiscalía- así como el decomiso 2,7 millones de euros.

Anticorrupción también reclama 40 años y 9 meses para el alcalde de Boadilla Arturo González Pamero -apodado 'el Albondiguilla'-, 23 años y medio para el exdiputado del PP Alfonso Bosch, 64 años y 7 meses de prisión para el número dos de la Gürtel, Pablo Crespo; 39 y un mes de cárcel para el ex jefe de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMSV) de Boadilla César Tomás Martín Morales, otros 22 para el exconcejal José Galeote, y 2 años y medio para el exalcalde de la localidad Juan Jesús Siguero, que sucedió a González Panero.

"Efectivamente, todos ellos participaron en el reparto de dádivas", afirma Correa en su confesión, en la que ha reconocido cuál era su propia función función en la trama: “Yo actuaba como intermediario entre los empresarios de empresas de construcción o de servicios y la alcaldía así como con la Empresa Municipal de la Vivienda".

"Yo negociaba el margen de porcentaje de cada adjudicación y cuando se materializaba la contratación, el empresario me entregaba el dinero en efectivo y yo siempre le entrega a Arturo González Panero o a Tomás Martín Morales dependiendo de cual fuera el órgano que licitaba el concurso: la alcaldía o la Empresa de la Vivienda. Como dato significativo: el alcalde percibía dádiva en cualquiera de los casos, es decir siempre”.

Señala la "ambición desmedida" del exalcalde de Boadilla

Del exalcalde de Boadilla, para quien la Fiscalía pide 37 años de prisión, señala su "ambición desmedida y desproporcionada" y "falta de moralidad inexplicable": "La relación con él era muy complicada. No mantenía su palabra ni código ninguno, prometía y garantizaba contratos a diestro y siniestro. Cambiaba adjudicaciones aun habiéndolas prometido a un empresario si posteriormente otro empresario mejoraba la dádiva, dicho lo cual su actuación se podría resumir como 'amoral'".

Según su misiva, esas dádivas se habrían pagado "en especie", poniendo de ejemplo "viajes, ropa" y "regalos" que se canalizaban a través de la administradora Isabel Jordán. "Jordán tenía facultades dadas por mí para recibir las dádivas en especies de los distintos trabajos que nos encomendaba", explica Correa.

Correa explica que conoció a Panero a través del exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega, condenado por la primera época de la Gürtel, y que ya conocía él a Martín Morales de amigos en común.

Respecto de José Galeote indica que fue su hijo Ricardo quien le comentó que su padre entraba de concejal en Boadilla, mientras que a Alfonso Bosch le introdujo él en el ayuntamiento y con la ayuda de Martín Morales y Galeote lograron que fuera nombrado gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV)

Según el cabecilla de Gürtel, Martín Morales recibía dádivas de la EMV y cuando le nombraron director general del ayuntamiento, de ambos organismos, "en mi opinión no todas las adjudicaciones las controlaba el alcalde", plantea. Aunque Panero recibía dádivas de la EMV el que adjudicaba los contratos era Martín Morales, mientras que los contratos del Ayuntamiento los negociaba el alcalde, precisa Correa.

Según su versión, Panero tiempo después introdujo a una persona que venía de Castilla de León, de la que dice no recordar el nombre, para que se interpusiera entre él y los empresarios "para no dar la cara continuamente y protegerse en cierta medida", de esta forma también ampliaba, dice, "el abanico de empresarios de otra comunidad".

Dice que para 'el Albondiguilla' invertir en bolsa se convirtió en una "obsesión" y una "adicción" y que por ese motivo le presentó a Javier del Valle, que era quien le organizaba sus estructuras societarias.

En una comida acordaron crear una empresa para invertir en bolsa poniendo una cantidad equivalente cada uno. Un proyecto que se planteó por las "excelentes habilidades" que tenía Panero para invertir en bolsa, pero tuvo poco recorrido y se acabaron repartiendo el dinero "con una pequeña pérdida" de lo que invirtieron.

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