El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado este domingo de "absolutamente intolerable" la matanza de este fin de semana en Birmania, y no ha descartado imponer más sanciones a la junta militar que tomó el poder el pasado 1 de febrero.
"Es terrible. Es absolutamente intolerable. Según la información que he recibido, han asesinado a muchísima gente; es totalmente innecesario", ha dicho Biden en declaraciones a la prensa en el avión presidencial, mientras volvía a la Casa Blanca después de pasar el fin de semana en su residencia de Delaware.
Al mismo tiempo, el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ha condenado este domingo la "cruel violencia" perpetrada contra el pueblo birmano ha instado a las autoridades militares a que cesen la "tragedia".
La declaración ha llegado después de que este sábado se saldase como el más sangriento desde que comenzó la represión, con al menos 107 muertos -incluidos 7 niños-, según informaciones citadas por la ONU.
Amplia condena internacional
La UE trabaja "incansablemente con socios clave para detener esta violencia contra el propio pueblo de Myanmar (Birmania), poner en marcha un proceso político adecuado y liberar a todos los detenidos", ha añadido Borrell.
Por su parte, Biden, al ser preguntado por si responderá con más sanciones a los líderes militares de Birmania (Myanmar) o si tendrá otro tipo de reacción, Biden replicó: "Estamos trabajando en ello ahora".
A las condenas rotundas de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) se ha unido la del secretario general de la ONU, António Guterres, quién ha exigido una "respuesta internacional firme, unida y decidida".
Hasta ahora, sin embargo, China y Rusia han impedido con su derecho de veto que el Consejo de Seguridad de la ONU tome medidas contra Birmania.
En un comunicado muy poco habitual, los comandantes militares de mayor rango de Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Alemania, Italia, Grecia, Dinamarca, los Países Bajos, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda también condenaron este sábado lo ocurrido en el país asiático.
"Unos militares profesionales deben seguir los estándares internacionales de conducta y son responsables de proteger -no dañar- al pueblo al que sirven", han subrayado los jefes de defensa de los doce países.