El 26 de marzo se estrena en los cines de España Una veterinaria en la Borgoña, una comedia francesa dirigida por Julie Manoukian y protagonizada por Noémie Schmidt, Clovis Cornillac y Carole Franck que es, en palabras de su directora “una historia familiar, de heridas que cicatrizan y de solidaridad”.
La película comienza cuando Nico, veterinario de una zona situada en el corazón de la Borgoña, conoce el retiro del su único compañero y mentor, Michael, lo que le convierte en el único veterinario de la región mientras lucha por salvar a sus pacientes, su clínica y su familia. Pero Michael tiene una sustituta: su joven sobrina Alexandra, una recién graduada brillante. El único problema es que Alexandra tiene un punto misántropo y ninguna gana de enterrarse en el pueblo de su infancia. ¿Conseguirá Nico que se quede?
Para Manoukian, su película muestra que los "veterinarios “son personas indispensables” y que “necesitan ayuda”. Una historia que tiene como fondo la desertificación veterinaria en las zonas rurales y está inspirada por la admiración hacia los sanitarios. “Cuando empecé a investigar sobre los veterinarios en zonas rurales, descubrí sus condiciones de trabajo, la presión creciente, y encontré el mismo humor, la misma pasión y el mismo heroísmo discreto que caracteriza a esta profesión tan sacrificada”, explica en una nota de la distribuidora de la cinta, Caramel films.
“Un veterinario rural debe saber tratar a prácticamente todos los animales, domésticos o no, de compañía o salvajes, sin olvidar las especies exóticas. Debe estar disponible día y noche, tanto para asistir a partos como para otras emergencias. Además de ayudar a nacer, también recae sobre ellos la exorbitante responsabilidad del derecho a la eutanasia que tienen sus "pacientes”, explica la directora. “Me enamoré de su profesión, que siguen ejerciendo con pasión y abnegación, a pesar de un estatus que en plena descomposición y de unos clientes que les exigen cada vez más”.