La crisis sanitaria y económica ha golpeado de lleno al sector de las empleadas del hogar. Llegaron a ser más de medio millón, con alta o no en la Seguridad Social, pero, según el dato más reciente de enero, se han quedado en mínimos con unas 380.000 trabajadoras. Este colectivo pertenece a un régimen especial de la Seguridad Social y pelean por una equiparación en derechos, que el Gobierno estudia. Se calcula que la mitad de estas trabajadoras lo hacen de manera irregular, preocupando especialmente la situación de las internas.
Durante el confinamiento, más de 20.000 empleadas del hogar fueron despedidas y para ellas se habilitó un pago extraordinario, aunque muchas no lo han recibido aún y otras fueron directamente rechazadas. Lo ha recordado Carolina Elías, presidenta de la Asociación para la Defensa de los y las Trabajadoras del Hogar y los Cuidados, en Las Mañanas de RNE. Elías ha pedido "responsabilidad política" para poder cambiar su situación, que se las escuche, y ha señalado que es necesario que se tomen medidas rompedoras para garantizar unos cuidados de calidad a toda la población además de "unas condiciones dignas y justas para estas mujeres". A lo largo de la pandemia se han sentido desprotegidas, no solo debido a la falta de regulación y condiciones laborales dignas, sino también a la falta de material y medios adecuados para realizar su trabajo sin riesgo de contagio para ellas y las personas a las que cuidan.
"Trabajo de interna, esclavitud moderna"
Que el centro de trabajo sea un domicilio particular pone muy cuesta arriba el trabajo de inspección, así que muchas trabajan en negro. Se calcula que 1 de cada 3 lo hacen. Es el caso de Laura, una empleada del hogar que trabajó en régimen de interna. Ella trabajaba en una casa por un sueldo inferior al SMI sin estar dada de alta en la Seguridad Social. Para poder regularizar su situación, tuvo que dejar el trabajo. "Nosotras tenemos un dicho", ha señalado Carolina Elías, presidenta de la Asociación para la Defensa de los y las Trabajadoras del Hogar y los Cuidados, "trabajo de interna, esclavitud moderna".
"Nuestro régimen es el único que permite que las trabajadoras estén durmiendo y viviendo en el mismo lugar de trabajo durante toda la semana", permitiendo además 40 y hasta 60 horas de trabajo a la semana. Esto puede acabar dando lugar a jornadas, en muchos casos, de 24 horas. "Imagínate que durante la medianoche es necesario un cambio de pañal de la persona mayor o se levanta para ir al baño, tienes que atenderle, tienes que estar cuidando todo el día de una persona".
La condición de género, un problema más
La mayoría de las que trabajan tanto de internas como de externas son mujeres, estas constituyen el 95% del sector, una condición que añade más discriminación a estas mujeres. "No descubro nada si digo que la condición de género comporta una grave discriminación laboral en España" ha dicho Héctor llueca, director de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. La Inspección de Trabajo ha iniciado esta semana un Plan de Actuación para regularizar los salarios y cotizaciones a la Seguridad Social en esta actividad y "tratar de contribuir a dignificar las condiciones de trabajo en el sector".
En esta campaña, han remitido cartas informativas a los empleadores para solventar los problemas que precarizan al sector, como la no regularización de estas trabajadoras o que el salario se encuentre por debajo del SMI. "Estamos convencidos de que (las cartas informativas) van a tener un impacto y van a lograr un elevado nivel de cumplimiento. Si persistieran las irregularidades, la Inspección de Trabajo tiene la obligación de actuar reglamentariamente", ha concluido.
Este jueves el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá se reunía con ellas, y desde la Asociación señalan que seguirán sus encuentros con la Secretaria de Estado de Migraciones, Hana Jalloul Muro, el Secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo Martínez, y el Director Adjunto de Inclusión, Daniel Jiménez Díaz.