El Gobierno portugués ha anunciado una nueva "restricción de movilidad temporal" en las fronteras con España a partir del domingo y durante un plazo inicial de dos semanas, en un intento por contener la expansión de la pandemia de coronavirus, que ha alcanzado niveles sin precedentes en territorio luso durante este mes.
El ministro del Interior, Eduardo Cabrita, ha anunciado los controles a la movilidad de los portugueses al término del debate sobre la renovación del estado de emergencia en la Asamblea de la República, según ha informado la cadena RTP. La ampliación de esta medida excepcional ha salido de nuevo adelante con el apoyo de los principales partidos.
"El Gobierno adoptará la medida de limitación de desplazamientos para el exterior en los próximos 15 días de ciudadanos nacionales. Salvo casos excepcionales, en la próxima quincena, serán limitadas las salidas por vía aérea, terrestre o fluvial de ciudadanos nacionales", ha dicho Cabrita.
En España, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha indicado que ambos países están trabajando de manera "conjunta y dentro del respeto de las normas del espacio Schengen" con el objetivo de evitar un aumento de los contagios. "Esto no es fácil para nuestros ciudadanos, para las personas que viven en las zonas transfronterizas, pero estamos convencidos de que nuestros ciudadanos entienden que nuestra prioridad es controlar la evolución de la pandemia", ha añadido.
"No es un cierre de fronteras: es una restricción temporal pactada de común acuerdo y con mecanismos que permitan seguir con el día a día de nuestros ciudadanos transfronterizos y evitando los desplazamientos que no sean esenciales", ha matizado la ministra en rueda de prensa este jueves.
González Laya ha puntualizado que se habilitarían "pasos que permitan seguir manteniendo un flujo para aquellas categorías de personas autorizadas" a cruzar la frontera y "siempre de común acuerdo". "Los detalles específicos de qué pasos permanecerán abiertos, dónde y cuánto están siendo elaborados en estos momentos y en cuanto los tengamos los compartiremos", ha agregado.
Portugal, en situación crítica
El primer ministro portugués, António Costa, admitió el miércoles por la noche en una entrevista en televisión que la situación está "muy mal" por el crecimiento "exponencial" de los contagios en la tercera ola, que ha dejado también "un número dramático" de fallecimientos.
Portugal vive la situación más crítica desde que empezó la pandemia con centros sanitarios desbordados y cifras récord de fallecidos. La Dirección General de Salud ha notificado este jueves un nuevo récord de casos y fallecidos por la pandemia, con 16.432 positivos y 303 muertos en las últimas 24 horas.
Solo en la región de Lisboa y Valle del Tajo se han notificado este jueves 8.621 casos nuevos y 142 fallecidos más por la COVID-19, por delante de los 4.057 positivos y 60 víctimas mortales registradas en la zona Norte. En el Centro, se han confirmado 2.736 casos y 66 muertes más en 24 horas.
Con más de 6.500 enfermos ingresados en hospitales, 782 en unidades de cuidados intensivos, algunos hospitales se están quedando sin camas y otros ven cómo disminuyen los suministros de oxígeno. Muchos sanitarios hablan ya abiertamente de colapso. Para intentar aliviar la presión en la sanidad pública, el Gobierno ha habilitado hospitales militares.
Los hospitales portugueses, al borde del colapso
"Hemos visto un crecimiento exponencial de nuevos casos, y esto está provocando nuevas hospitalizaciones, lo que a su vez está ejerciendo una enorme presión sobre el Servicio Nacional de Salud", ha dicho Costa, y ha añadido que "es probable que esta tensión dure varias semanas"
Además, el país se mantiene confinado, con escuelas y universidades cerradas y teletrabajo obligatorio. Este nuevo confinamiento, que entró en vigor el 15 de enero, durará al menos hasta el 14 de febrero.