Los estudiantes que viven en hogares con menos recursos económicos repiten 5,5 veces más de media que aquellos que cuentan con una mejor situación, mientras quel el abandono educativo temprano es de 7,5.
Es una de las conclusiones del informe 'Pobreza infantil y desigualdad educativa en España' que ha hecho público este viernes el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, con el objetivo de analizar "los efectos de la desigualdad en varios ámbitos de la educación", así como las medidas llevadas a cabo por el Gobierno para combatirlas, concretadas en los Presuestos Generales del Estado 2021 y en la Ley Orgánica de Mejora de la LOE (LOMLOE), conocida como la 'ley Celaá'.
El documento afirma que una de las funciones centrales del sistema educativo es "actuar como igualador social" y la "principal herramienta para salir de la pobreza" actuando como pieza clave de un "ascensor social" que, sin embargo, "no funciona del todo bien en nuestro país". De este modo, señala el informe, "el sistema educativo español no neutraliza por completo el peso de los orígenes socioeconómicos en los resultados y trayectorias" de los alumnos.
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Desigualdades en varios ámbitos
El informe destaca los efectos de la desigualdad en varios ámbitos de la educación: el primer ciclo de educación infantil (0 a 3 años), el abandono educativo, la repetición, la digitalización, el gasto educativo de los hogares y la segregación.
El texto advierte que España sigue teniendo la tasa de abandono educativo temprano más alta de la Unión Europea (17,3%), siete puntos por encima de la media, aunque se ha reducido en los últimos años. Pero ese abandono es mayor entre jóvenes que provienen de hogares con menos recursos: tres de cada diez dejan los estudios antes de terminar la educación obligatoria frente al 0,4 de cada diez de los hogares con más recursos, una diferencia de 7,5.
También influye la situación económica en la repetición de curso, en el que España tiene una tasa hasta los 15 años del 28,7%, muy superior al 11% de la OCDE. Este porcentaje se dispara al 48,8% en el caso de los niños con hogares de menos recursos, lo que supone 5,5 veces más que en aquellos alumnos de más poder adquisitivo (8,8%).
Destaca además que alrededor de un tercio de las personas entre 25 y 59 años cuyos padres tienen un nivel educativo bajo han conseguido titular por encima de este y alcanzar estudios superiores, mientras que casi la mitad de las personas que crecieron en un hogar con un nivel básico de estudios no superan ese mismo nivel educativo y dos tercios no logran un nivel alto.
Esta situación contrasta con la de aquellas personas cuyos padres tuvieron un nivel alto de estudios: tres de cada cuatro alcanzan estudios superiores y solo un 7% tiene un nivel bajo.
Nivel de estudios y riesgo de pobreza
El documento también establece una relación directa entre el nivel de estudios del hogar y el riesgo de pobreza en la edad adulta: quienes crecieron en un hogar con un nivel alto solo tienen un 12% de riesgo de pobreza durante la edad adulta, casi la mitad de quienes lo hicieron en un hogar con un nivel de estudios bajo (22%).
Más acusada es la relación entre el nivel de estudios del hogar y la pobreza infantil: uno de cada dos niños que vive en un hogar con un nivel bajo está en riesgo de pobreza, mientras solo uno de cada diez en hogares con un nivel alto de estudios está en esa situación.
La desigualdad educativa se observa ya desde el primer ciclo de educación infantil (de 0 a 3 años), al que aquellos menores de familias con menos recursos asisten la mitad que los que tienen más.
También se extiende a ámbitos como la digitalización, donde advierte "de importantes brechas en acceso a internet, equipamiento y uso de estas tecnologías".
"Esa situación se ve agravada por la segregación escolar por cuestiones socioeconómicas que reproduce las desigualdades y vulnera la igualdad de oportunidades", señala.
Para el órgano del Ejecutivo para la lucha contra la pobreza infantil, la 'ley Celaá' supone un paso importante en la lucha contra la desigualdad educativa en nuestro país, así como el incremento previsto del 139% en el proyecto de Presupuestos del Ministerio de Educación y Formación Profesional para 2021.