El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a declararse este sábado víctima de un robo en las elecciones que perdió en noviembre y ha asegurado que será el ganador final de los comicios, durante su primer mitin poselectoral.
"Vamos a ganar estas elecciones", ha afirmado el mandatario ante una multitud de seguidores en Valdosta, en el estado de Georgia.
"Está amañado", ha añadido respecto a la victoria del demócrata Joe Biden. Trump ha insistido, sin presentar ninguna prueba, que los demócratas hicieron trampa. "Sabes que ganamos en Georgia", ha afirmado, pese a que los recuentos han señalado que fue derrotado en ese estado por más de 12.000 votos. "Debes ir a votar y votar temprano a partir del 14 de diciembre. Tienes que hacerlo; hicieron trampa y manipularon esta elección presidencial, pero aun así las ganaremos", ha agregado el mandatario, cuyos esfuerzos legales por revertir el resultado presidencial han fracasado.
Además, ha cargado contra los republicanos que han reconocido la victoria de Biden.
Trump ha creado el acrónimo 'RINO', cuya traducción en español sería 'Republicanos solo de nombre', para cargar contra 25 congresistas y senadores de su partido que preguntados por The Washington Post reconocieron la victoria de Biden.
Antes del evento, el aún presidente estadounidense cargó en Twitter contra los gobernadores republicanos de Arizona y Georgia, Doug Ducey y Brian Kemp, a los que acusó de "pelear más duro" contra él que contra los demócratas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha sido el último organismo en verificar que no hay pruebas de ningún fraude en los comicios.
Pocos asistentes han llevado mascarilla pese al repunte de casos
Pese a los crecientes casos de coronavirus en todo el país, pocos asistentes al mitin han llevado mascarillas y muchos no han respetado las medidas de distanciamiento social.
El magnate republicano ha viajado a Georgia para hacer campaña a favor de los dos candidatos republicanos al Senado -Kelly Loeffler y David Perdue- que disputarán una segunda vuelta el próximo 5 de enero, en una elección con gran relevancia a nivel nacional.
Si los demócratas ganaran ambas elecciones, pasarían a controlar tanto Senado como Cámara de Representantes por lo que la presidencia de Joe Biden no tendría que negociar necesariamente con los republicanos la aprobación de leyes.
Las últimas encuestas muestran a los candidatos demócratas, Raphael Warnock y Jon Ossof, ligeramente por delante de sus oponentes republicanos.
Trump ha acusado a los candidatos demócratas de ser "radicales" y "extremistas".
El mandatario ha vaticinado que "también intentarán manipular esta elección", por lo que ha llamado a sus partidarios a asegurarse de que cuenten "todos los votos".