La coincidencia de gripe estacional y COVID-19 durante este otoño e invierno es un escenario muy temido por las autoridades sanitarias. Si ya por separado cualquiera de las dos enfermedades es capaz de poner al sistema sanitario contra las cuerdas, una acción conjunta podría ser catastrófica. Para prevenirlo, una de las principales medidas adoptadas ha sido adelantar la campaña de vacunación de la gripe. El objetivo es proteger a las personas más vulnerables, disminuyendo la incidencia de gripe en estos grupos para, de esta manera, reducir el impacto sobre la presión asistencial.
Además, la similitud de síntomas entre gripe y COVID-19 contribuye a saturar aún más las consultas en centros de atención primaria, y este es otro de los problemas que se intenta evitar.
Estas son las principales dudas que puede suscitar la nueva campaña:
¿Cuándo se empezará a vacunar?
Según ha anunciado el Ministerio de Sanidad, la campaña de vacunación para la gripe se iniciará tan pronto como sea posible en el mes de octubre, en función del suministro de vacunas. En todo caso, se hará durante la primera quincena del mes de octubre, si no hay problemas de suministro. Después, se prolongará durante varios meses para facilitar que todas las personas en las que se recomienda la vacunación puedan acceder a ella.
¿Por qué este año se adelanta la campaña?
El adelanto de la campaña de vacunación obedece a esa necesidad de minimizar todo lo posible el impacto de la gripe estacional en la población, aunque está condicionado por una variable que juega en contra: la capacidad de mutación del virus de la influenza, que es capaz de cambiar incluso durante una misma temporada. "Hay que adelantar la campaña de la vacunación de la gripe, pero no mucho, porque si la adelantamos mucho, perdemos la inmunidad, ya que es un virus que está cambiando constantemente", explica a RTVE.es Isabel Jimeno Sanz, responsable de vacunas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
"Normalmente de gripe se vacuna en el tramo final de octubre, y este año se va a adelantar alrededor de tres semanas", prosigue detallando esta doctora, quien recalca que "lo más importante de adelantarla es que tengamos dosis suficientes", de lo que apenas tiene dudas porque "tanto el Ministerio de Sanidad como las comunidades autónomas han hecho una apuesta importante para conseguir que se vacuna un alto porcentaje de la población".
¿A quién está dirigida la nueva campaña?
Fundamentalmente, a aquellas personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer la gripe estacional -mayores de 65 años (especialmente aquellas personas que conviven en instituciones cerradas como residencias) y enfermos crónicos (incluyendo niños mayores de seis meses)-, además de los profesionales que por su trabajo tienen una mayor probabilidad de transmitírsela, como sanitarios y sociosanitarios.
Si estoy embarazada, ¿tengo que vacunarme?
Esa es la recomendación. Durante la campaña de vacunación frente a la gripe se aconseja una dosis de vacuna inactivada a embarazadas en cualquier trimestre de gestación.
¿Quién no debe ser vacunado?
El Ministerio de Sanidad únicamente indica cuatro casos en los que se desaprueba la vacunación:
- Niños y niñas menores de 6 meses.
- Personas alérgicas a los principios activos o a algún componente de la vacuna.
- Personas que han tenido una reacción alérgica grave a una vacuna de la gripe con anterioridad.
- Personas que tengan fiebre o una infección aguda: la vacunación deberá posponerse hasta que se hayan recuperado.
¿Pueden vacunarse las personas alérgicas al huevo?
Sí, aunque este es un criterio que ha sido revisado. La mayoría de las vacunas frente a la gripe se fabrican utilizando una tecnología basada en huevos y contienen trazas de proteínas de huevo, pero todos los estudios indican que las reacciones alérgicas graves en estas personas son muy improbables.
Las personas con historia de alergia por exposición al huevo pueden recibir vacunas frente a la gripe sin precauciones especiales. Esta recomendación es válida también para quienes hayan presentado reacciones alérgicas graves o anafilaxia al huevo.
¿Pueden vacunarse las personas inmunodeprimidas?
Sí, se recomienda la vacunación en los pacientes con inmunodepresión como aquellos con inmunodeficiencias primarias o secundarias a la administración de ciertos tratamientos, con cáncer, infectadas por el virus del VIH, trasplantadas, personas sin bazo, etc.
¿Existe mayor riesgo de que la COVID-19 sea más grave si me vacuno frente a la gripe?
No. No se ha demostrado que exista un mayor riesgo de infectarse por coronavirus o de padecer COVID-19 de mayor gravedad por haber recibido una vacuna frente a la gripe. Se trata de un bulo que RTVE.es ya se encargó de desmontar.
¿Cuántas dosis de vacuna es necesario administrar?
La vacuna antigripal debe ser administrada en una única dosis excepto para los niños que no han recibido ninguna dosis, en los que se recomienda dos dosis con un intervalo de 4 semanas.
¿Cuál es el objetivo de la campaña?
El objetivo para la temporada 2020-2021 es alcanzar o superar coberturas de vacunación del 75% en mayores de 65 años y en personal sanitario y sociosanitario; así como superar el 60% en embarazadas y en enfermos crónicos. Una meta que ha sido marcada por la Organización Mundial de la Salud y por la Comisión Europea.
"Este año es importantísimo vacunarse para la gripe. Incluso la OMS, en sus recomendaciones, ha pedido a todos los países que refuercen los programas de vacunación que ya tienen instaurados para adultos o personas en riesgo de neumococo, gripe o tosferina", declara Isabel Jimeno, quien recalca que "lo que hay que hacer ahora mismo es reforzar esos programas a la vez que se ponen todas las medidas para evitar los contagios de coronavirus".
"Las dos medidas son imprescindibles, porque de esa manera va a haber menos gente que contraiga la gripe, y si lo hace será menos grave, con lo que tendremos menos problemas en los diagnósticos diferenciales y más recursos tanto hospitalarios como profesionales para atender la COVID-19", prosigue.
¿Es realmente efectiva la vacuna de la gripe?
Si bien la efectividad de esta vacuna es muy variable, se trata de un fármaco muy seguro y tiene un alto impacto para evitar hospitalizaciones y muertes ocasionadas por la gripe. En los mayores de 65 años, en la temporada 2019-2020 se estima que la vacunación evitó el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en UCI y el 37% de los fallecimientos atribuibles a la gripe.
En las personas vacunadas, si llegan a infectarse, la evidencia científica apunta claramente a que el cuadro clínico de la enfermedad será menos grave.
¿De qué depende la efectividad de esta vacuna?
Depende fundamentalmente de dos factores principales: la edad y el estado de salud de la persona vacunada, y la similitud entre la cepa de los virus de la gripe que están circulando esa temporada y aquellos con los que se elaboró la vacuna.
El virus de la influenza -también conocida como gripe- se caracteriza por su elevada capacidad de mutación. Por lo tanto, al tratarse de un agente patógeno en constante cambio, las personas pueden volver a infectarse a pesar de haber superado la enfermedad, y la protección conferida por la vacuna no será completa. Por eso conviene repetir la vacunación todos los años. Sin embargo, si la persona infectada por este virus se ha vacunado, el cuadro clínico de la enfermedad será muy probablemente menos grave.
¿Puede esta vacuna provocar la enfermedad que intenta evitar?
No, en ningún caso. Todas las vacunas que se comercializarán en la temporada 2020-2021 son inactivadas (no vivas). Las vacunas inactivadas frente a la gripe solo contienen fracciones de virus o proteínas víricas, por lo que no pueden causar la enfermedad de la gripe.
¿Es segura la vacuna frente a la gripe?
Multitud de estudios clínicos han confirmado la seguridad de la vacuna frente a la gripe. En el mundo, se administran cientos de millones de dosis todos los años, y los efectos adversos descritos son extremadamente inusuales.
El efecto secundario más frecuente tras la administración de la vacuna es una ligera molestia en el lugar de la inyección. Estas reacciones locales suelen durar menos de 48 horas y rara vez interfieren con la vida normal de las personas vacunadas. Otras reacciones de baja intensidad como fiebre, malestar o dolores musculares también pueden aparecer tras la vacunación, aunque no suelen durar más de dos días.
¿Pueden ayudar a prevenir la gripe estacional las medidas contra la COVID-19?
Al tratarse de dos enfermedades respiratorias, las actuales medidas de prevención contra la COVID-19 (mascarillas, higiene de manos, distanciamiento físico y social...) podrían ayudar significativamente a reducir el impacto de la gripe. Un efecto que ya ha sido comprobado en el hemisferio sur, donde la incidencia de la gripe ha sido menor que otros años durante el invierno austral.
Algunos países del hemisferio sur, como Chile, Argentina y Sudáfrica, que se están acercando al final de sus temporadas de influenza, han reportado niveles de la enfermedad muy bajos. Otros, como Australia, están teniendo una temporada de gripe casi inexistente o inusualmente tardía.
Sin embargo, ningún país del hemisferio norte se atreve a hacer predicciones sobre la posible evolución de la gripe durante esta temporada, y los expertos recuerdan que lo más prudente es vacunarse contra ella. "Las mismas medidas de protección nos van a servir para prevenir las dos enfermedades, es verdad, pero eso no significa que no tengamos ahí el virus de la gripe", advierte Isabel Jimeno Sanz.
¿Podría producirse una coinfección de COVID-19 y otros virus o bacterias?
La doctora Jimeno va más allá en esa necesidad de extremar las precauciones y apunta a la posibilidad de que se produzca una infección simultánea entre influenza y SARS-CoV-2 (el virus causante de la COVID-19), lo que podría agravar los cuadros clínicos: "Aún no se sabe muy bien cómo otros virus o bacterias cambian el curso de la enfermedad que provoca el coronavirus, pero se ha visto que están ahí, y ya hay estudios que hablan de la coinfección".
Según manifiesta, existen fuertes sospechas de que la coincidencia con otros virus y bacterias provocaría complicaciones en la enfermedad COVID-19, por lo que insiste en la importancia de la vacunación. "Los que más frecuentemente se encuentran son, primero el neumococo, segunda la Klebsiella, y tercero es el virus de la gripe. Contra el primero y el tercero tenemos vacuna. Dos que además han sido hallados frecuentemente en la faringe de los pacientes de COVID-19, entonces, ¿por qué no vacunarnos?", se pregunta.