El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado que será obligatorio el uso de mascarillas en bares, restaurantes, tiendas minoristas y taxis. Además, se reforzarán las multas para quienes no cumplan con las medidas de seguridad, entre otras medidas para hacer frente a la pandemia de coronavirus y ante el "peligroso" momento que vive Reino Unido.
En un mensaje a la nación el martes por la noche, Johnson ha advertido del riesgo de un segundo confinamiento y ha afirmado que la salud de la nación recae "completamente en la responsabilidad individual" y en el cumplimiento de las medidas impuestas.
El premier conservador ha señalado la situación de Francia y España antes de apuntar que el virus "no es menos mortal que en primavera" y que la mayoría de la población no es "menos susceptible".
"Debemos actuar ahora, de esta manera podremos mantener los trabajos, podremos mantener nuestras tiendas y nuestras escuelas abiertas, y podremos hacer que nuestro país siga adelante, mientras trabajamos juntos para acabar con el virus", ha añadido en su discurso televisado.
Antes, en la Cámara de los Comunes, Johnson ha indicado que las restricciones podrían estar vigentes "quizás seis meses" y ha subrayado el interés de su Gobierno de mantener un "equilibrio" entre las medidas de salud pública y el mantenimiento de la actividad económica.
Cierre de pubs, bares y restaurantes desde las 10 de la noche
Johnson, que ha asegurado que quiere evitar otro confinamiento total, ha repetido algunas medidas ya adelantadas el lunes por el Ejecutivo, como el cierre de "pubs", bares y restaurantes desde este jueves a partir de las 10 de la noche, con el objetivo de disminuir los contactos sociales, principal origen de los contagios. En ellos, solo estará permitido el servicio en mesa.
En la reunión del comité de emergencia de este martes, formado por ministros y responsables regionales, también se ha determinado que las bodas no puedan congregar a más de 15 invitados.
El Gobierno impondrá multas de 200 libras a quienes no lleven mascarilla donde sea obligatorio: siempre para los empleados y clientes de tiendas, bares, restaurantes, conductores de taxi y sus pasajeros. No obstante, de acuerdo con la norma, los clientes de hostelería podrán quitársela cuando estén sentados en la mesa para comer y beber.
Cancelados los planes de vuelta a los estadios
El Ejecutivo de Johnson ha decidido posponer sus planes para una vuelta controlada del público a los estados deportivos, como tenía previsto para el próximo 1 de octubre.
Asimismo, se han prohibido los deportes de equipo en interior, eliminándose así la excepción a "la regla de las seis personas", como límite para reuniones en espacios abiertos como cerrados.
Finalmente, Johnson ha pedido a los británicos que teletrabajen, pero ha dicho que pueden acudir a sus puestos si resulta imprescindible.
Estas disposiciones corresponden a Inglaterra -en su mayoría obligatorias a partir de la próxima semana- dado que las otras naciones -Escocia, Gales e Irlanda del Norte- tomarán las suyas.
Este lunes, las autoridades sanitarias británicas alertaron de que la pandemia de la COVID-19 está en aumento en el país durante las últimas semanas. Según las previsiones que maneja el Gobierno, los contagios a mitad de octubre podrían ascender a 50.000 diarios y las muertes, a 200 al día, si no se toman medidas para contener el virus.
La evolución ascendente de la curva epidemiológica en un país con más de 398.000 casos y más de 41.000 muertes llevó a las autoridades a elevar el nivel de riesgo de contagio del nivel tres al cuatro (sobre cinco), que implica que la transmisión es "alta o creciendo exponencialmente".