Madrid se ha posicionado a la cabeza de la segunda 'oleada' de COVID-19 entre las grandes capitales del continente europeo. El aumento de los nuevos casos en la región ha provocado que la Comunidad de Madrid decrete nuevas medidas para intentar paliar esta situación, que entrarán en vigor este lunes en 37 zonas de la región. Entre ellas, se reducen los aforos en hostelería al 50 %, los parques y jardines permanecerán cerrados, y la entrada y salida en dichas áreas quedará restringida salvo casos excepcionales -acudir al trabajo, a la escuela, al centro de salud, etc.-.
Si se echa un vistazo a los datos más recientes, el Ministerio de Sanidad reportó en su último informe 14.389 nuevos contagios, una cifra récord que superaba la registrada hacía tan solo una semana con 12.183. De ellos, 4.967 correspondían al día previo y 1.553 procedían de la comunidad madrileña, que desde mediados del mes de agosto comunica casos por encima del millar.
La posibilidad de decretar confinamientos a nivel nacional sobrevuela el continente europeo. En Asia, Israel ha sido el primero en hacerlo: durante tres semanas sus ciudadanos deberán acogerse al aislamiento en una época marcada por las celebraciones religiosas. Un poco más cerca, en el Reino Unido, ciudades tan importantes como Liverpool permanecen a la espera del ejecutivo británico, que anunciará nuevas normas para contener los casos. En Francia ocurre lo mismo en Burdeos y Marsella, con una reducción en las reuniones públicas que parece seguir la línea de la Comunidad de Madrid.
Madrid lidera los casos por cada 100.000 habitantes, muy alejada de otras ciudades
Aun así, si se compara la incidencia acumulada en los últimos 14 días en distintas capitales europeas, sin duda Madrid es la que recopila una mayor virulencia de la enfermedad. Según los datos publicados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades -EDCD, por sus siglas en inglés- hasta el 13 de septiembre, los contagios por cada 100.000 habitantes se sitúan en 700,16 en el caso de la capital de España, duplicando ampliamente a Praga, con 269,52. Le sigue de cerca París, con 202 infecciones.
Por encima de los 100 casos en las últimas dos semanas se sitúan ciudades como Budapest -185,02-, Bruselas -177,41- o Ámsterdam -127,88-. En el otro lado de la balanza se encuentran Roma, Estocolmo o Helsinki, que sobrepasan los 30 contagios. La única localidad en la que desciende la incidencia es en Zagreb, que pasa de 91 a 72.
Es en el mes de agosto, con muchos confinamientos acabados, cuando este valor comienza a crecer rápidamente. Bruselas, por ejemplo, vivió un parón de dos semanas a finales de ese mes, pero poco a poco recuperó la tendencia ascendente. En general, en todas las capitales los contagios están creciendo, pero en ninguna con tanta velocidad como en Madrid: entre el 16 de agosto y el 13 de septiembre multiplicó por 2,5 sus casos por cada 100.000 habitantes.
España, el país europeo con mayor incidencia acumulada
Tomando como referencia al EDCD, si se compara el impacto de la COVID-19 con otros territorios, España continúa liderando este índice con 270,66 contagios, sobrepasando en más de 100 a la región francesa, con 151,29. Finlandia es el país con el menor valor por cada 100.000 habitantes -8,39-, mientras que Noruega y Suecia son los siguientes, aunque sus tasas se sitúan por encima de los 20 casos.
Salvo excepciones, en la mayor parte del continente las principales ciudades tienden a superar la media nacional -Roma, París, Budapest, Atenas, etc.-. Solo Londres, Estocolmo y Zagreb parecen haber controlado mejor la epidemia que en otras ciudades de sus respectivos países.
A falta de conocer datos más recientes, en países fuertemente golpeados por la enfermedad como Francia, Italia o el Reino Unido, los valores están muy alejados de los encontrados en España. No obstante, en estos últimos se están alcanzando cifras no vistas desde que iniciaron sus respectivos confinamientos. En cuanto a la capital madrileña, los efectos de la aplicación de las medidas por parte del ejecutivo autonómico no se percibirán hasta pasadas al menos dos semanas, por lo que se prevé que siga siendo la región europea con mayor incidencia durante un tiempo.