El verano del coronavirus ha provocado que solo viaje en avión uno de cada cinco pasajeros que lo hizo el año pasado, en una temporada calificada como "nefasta" por el presidente de ALA, la Asociación de Líneas Aéreas, Javier Gándara, que añade que las compañías están en "una situación de supervivencia".
El descenso del 80 % de los viajeros, apenas 17 millones de pasajeros, ha sido mayor que la caída en el número de operaciones. Así, se han realizado un total de 220.000 vuelos entre junio y agosto en los aeropuertos españoles, un 36 % de los operados el año anterior.
Los datos de tráfico aéreo de agosto son ligeramentes mejores que los de julio. En el octavo mes sólo voló un 30 % de los pasajeros con respecto a 2019 y se registraron un 55 % de operaciones respecto a las del año anterior, mientras que en julio lo hizo el 24 % y se operaron el 40% de los vuelos.
En toda Europa, la historia se repite, se comporta mejor la demanda doméstica que la extranjera ya que los vuelos de larga distancia son "casi inexistentes". Este verano el número de pasajeros en Europa ha caído un 81 % respecto a 2019 y el número de vuelos lo ha hecho un 64 %.
Mayor la oferta de vuelos que la demanda
La oferta de vuelos es mayor que la demanda de pasajeros, que se contrajo a partir de las restricciones en distintos países desde que a finales de julio Reino Unido recomendase no viajar a España y anunciase una cuarentena. Esta situación ha impedido levantar el vuelo a las compañías aéreas en agosto y se avecina "un invierno muy duro" lo que "aleja el horizonte de la recuperación”, según el presidente de ALA.
Las aerolíneas piden que "se activen con urgencia medidas que respalden al sector para poder encarar la temporada de invierno ya no con tranquilidad, sino con la seguridad de que todos los actores estamos haciendo todo lo posible por reflotar uno de los sectores estratégicos para la economía española”, indica Gándara.
“La posibilidad de contagio a bordo de una nave es mínima“
Tranquiliza a los posibles pasajeros y asegura que "la posibilidad de contagio a bordo de una nave es mínima", explica que el aire se renueva constantemente, se filtra y se purifica, por lo que si se mantiene la mascarilla bien colocada el riesgo es muy bajo.
ALA considera que "otros gobiernos son más receptivos a las necesidades del sector "y recuerda que más de un 80 % de los empleados del sector que estaban en un ERTE en abril (17.536) siguen en la misma situación en el mes de septiembre (14.363), por lo que instan a que se prolonguen los ERTE por fuerza mayor hasta la Semana Santa de 2021 "para ajustar las plantillas a la actividad aérea".
Un "plan ambicioso de incentivos"
En concreto, las compañías piden "un plan ambicioso de incentivos" con la bonificación de las tarifas aeroportuarias, principalmente de la tasa de pasajero y la de aterrizaje, que vaya más allá de la propuesta de AENA y sin umbral mínimo para su aplicación, también que el gestor asuma los costes de las medidas de seguridad e higiene aeroportuaria frente al COVID-19.
El Brexit vuelve a aparecer como una amenaza en el horizonte, por lo que ALA solicita que se mantengan las tarifas a los pasajeros que embarquen con destino Reino Unido una vez finalice el período de transición el día 31 de diciembre de 2020, calcula que se podrían encarecer en 6 euros por persona.
Además demandan la supresión temporal de la tasa de estacionamiento, que se cifra en 7 millones al mes durante el estado de alarma y que se facilite la liquidez necesaria para las compañías. Sostiene que van a "seguir trabajando para que los precios de los billetes sigan bajando y sean asequibles a todo el mundo que quiera volar".
Caída anual de la mitad de los pasajeros
Organizaciones como IATA y ACI Europe retrasan la recuperación de los niveles de tráfico de pasajeros de 2019 hasta 2024, frente al horizonte de 2023 que se barajaba inicialmente. Incluso AENA apunta un horizonte de recuperación del tráfico de pasajeros de los niveles pre-Covid no antes de 2024.
En España, la IATA prevé que se pierdan casi la mitad de los pasajeros (un 48,4 %), es decir, 133 millones de viajeros menos al cierre de este año, lo que provocaría una pérdida de ingresos de 15.105 millones de euros y tendría un impacto en el PIB de 58.303 millones, lo que equivale casi a un 5 % (el 4,68 %).
A nivel europeo, ACI World prevé una caída del 64,5% de los pasajeros, mientras que Eurocontrol prevé que en diciembre de 2020 la caída del tráfico aéreo sea mayor del 50 %. En todo el mundo, se prevé que se pierdan el 60 % de los pasajeros previstos para el cierre de este ejercicio, es decir, 5.600 millones de pasajeros menos.