Llega el séptimo día del séptimo mes, la simbólica fecha del 7 de julio, pero por primera vez en más de veinte años no se ha lanzado el chupinazo, no se esperan los tradicionales encierros de San Fermín y tampoco se entonará el 'Pobre de mí' que pone la guinda a la fiesta cada 14 de julio. La pandemia de coronavirus ha marcado la historia de los encierros que antes solo se habían suspendido en cuatro ocasiones, la última en 1997 por el asesinato a manos de ETA del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco.
El control de la pandemia ha llevado al Ayuntamiento de Pamplona a publicar un "bando de la responsabilidad" para cancelar la edición de San Fermín de 2020 porque su celebración es "incompatible con la pandemia", pese a que las cuantiosas pérdidas que puede suponer para el sector del turismo, uno de los más afectados por esta crisis, al tratarse de una fiesta que cada año atrae a miles de visitantes.
La última cancelación de San Fermín se había producido el 13 de julio de 1997, en repulsa por el secuestro y asesinato del edil de Ermua Miguel Ángel Blanco a manos de la banda terrorista ETA, que provocó la suspensión de una corrida y del último encierro, el de los Miura en una decisión adoptada por unanimidad en un pleno extraordinario del Ayuntamiento de Pamplona.
Antes, el 8 de julio de 1978, durante la Transición, la muerte del activista Germán Rodríguez Saiz en Pamplona a causa de los disparos de la Policía y los posteriores incidentes por esta causa llevaron a la suspensión de San Fermín, un hecho que solo se había producido antes dos veces durante la Guerra Civil, en 1937 y 1938.
Primera cancelación por una pandemia
Los sanfermines no han podido escapar a los efectos del COVID-19 y al igual que ha ocurrido con cientos de eventos en el resto del mundo, y una pandemia se ha convertido así, por primera vez, en la causante de la suspensión de San Fermín, una decisión que en cambio no llegó a producirse en 1918 cuando la gripe española recorrió el mundo y solo en España acabó con la vida de 250.000 personas.
Al margen de estas cinco suspensiones de la fiesta por causas ajenas a las fiestas de San Fermín, solo ha habido suspensiones parciales de los encierros a causa de la lluvia, la vez última en 1999, que no se han repetido, porque un producto antideslizante sobre el pavimento evita los resbalones de astados y corredores. La lluvia en cambio sí motivó más recientemente, en 2019, la cancelación de una de las corridas.
En otras ocasiones han sido el comportamiento de los toros o las prácticas inadecuadas de los corredores los que han dejado imágenes insólitas como cuando en 2015 y en 2017 un astado no quiso completar el recorrido y se volvió a los corrales o cuando el Ayuntamiento decidió aplicar nuevas medidas en los encierros, como el cierre de los accesos al recorrido quince minutos antes para garantizar la seguridad.
Historia negra e imágenes insólitas de San Fermín
La historia de San Fermín también ha quedado marcada por las muertes de corredores en los encierros, que sin embargo no han llegado a provocar la suspensión de la fiesta por las autoridades. En total, 16 personas han perdido la vida por participar en los encierros. La primera muerte de un corredor se produjo en 1910, y la última, en 2009.
Los Sanfermines también han dejado imágenes impactantes como los montones de corredores por la rapidez y las aglomeraciones, como el tapón humano que se registró en 2013 a la entrada de la plaza, en el que 19 personas resultaron heridas.
En la historia de la fiesta se habían producido 22 montones similares aunque ninguno de esas dimensiones desde los años 70, cuando se produjeron dos fallecidos en 1973 y en 1977, según explica Javier Solano, experto en encierros de TVE.
Lucha contra la violencia sexista
En los últimos años de San Fermín, cabe destacar la condena a 15 años de cárcel por el Tribunal Supremo a los cinco miembros de un grupo autodenominado La Manada por la violación grupal de una joven en la primera noche de las fiestas de 2016, en una sentencia que el movimiento feminista ha calificado de histórica.
Antes de que se produjera la condena de la Manada, la lucha contra las agresiones sexistas ya formaba parte de la historia reciente de los Sanfermines, y para prevenirla, el Ayuntamiento de Pamplona ha impulsado cada año, campañas de información y sensibilización.
Este año, al quedar suspendido San Fermín, no se ha producido tampoco la declaración institucional con la que el Ayuntamiento de Pamplona se reafirma en su compromiso para eliminar la violencia sexista. El dispositivo policial que vela cada año por la seguridad se ha volcado en esta ocasión en vigilar que no se produjeran aglomeraciones.