El gobernador del estado de Virginia (EE. UU.), Ralph Northam, ha anunciado su intención de retirar “lo antes posible” una estatua del general confederado Robert E. Lee de la ciudad de Richmond, como gesto de condena al pasado racista y esclavista del país norteamericano.
Northam ha trasladado la petición al Departamento de Servicios Generales del Estado. “La estatua lleva ahí mucho tiempo. Estaba mal antes y está mal ahora, así que la quitaremos”, ha señalado el mandatario demócrata al anunciar la decisión después de días de protestas por la muerte del ciudadano negro George Floyd en manos de un policía blanco.
En su declaración ante los medios de comunicación, Northam ha reconocido que la decisión suscitará las críticas de quienes admiran al comandante que dirigió las tropas del estado esclavista durante la Guerra Civil Americana y de quienes consideran que estos monumentos son importantes para conocer el pasado. A estos últimos les ha respondido: “Creo en una Virginia que estudia su pasado de una forma honesta. Creo que cuando aprendemos más, podemos hacer más”.
Un descendiente del general Lee apoya la decisión
El anuncio ha contado con el apoyo de uno de los descendientes del general, el reverendo Robert W. Lee IV, que ha recordado que la estatua y su antepasado son hoy un "mito" de la supremacía blanca, el odio y el racismo, que “como cristiano”, está convencido que deben ser eliminados.
También el alcalde de la ciudad de Richmond, Levar Stoney, ha celebrado el gesto. "Tenemos dos pandemias en este país, la covid 19. Una de ellas tiene seis meses. La otra tiene 400 años. Los eventos de los últimos meses y las últimas dos semanas han dejado dolorosamente claro que ambas son letales, especialmente para la gente negra y morena", ha afirmado.
“Como hombre negro de 39 años, nieto de una sirvienta e hijo de un conserje, no podría estar más orgulloso de la decisión que hemos tomado”, ha añadido, informando de que propondrá una ordenanza para retirar otros monumentos.