Los alemanes en Mallorca son un tópico y, cómo todos los tópicos, basado en la realidad. Aunque en la última década ha descendido a la mitad, el número de alemanes que viven en la isla es casi de 19.000. Desde la década de los 60 es uno de sus destinos favoritos. Uno de cada cuatro turistas que visitan las islas son alemanes, cuatro millones y medio el año pasado. La mayoría se alojaron en hoteles, algunos en viviendas de alquiler vacacional, solo los más ricos pueden permitirse comprar y mantener una casa de la que ahora mismo no pueden disfrutar debido a la situación generada por el coronavirus.
Carta a la presidenta
Pensando en estos últimos, el empresario alemán Ralph Becker, afincado desde hace cinco años en Mallorca, ha dirigido una carta a la presidenta del Govern, Francina Armengol, para pedirle que permita a sus compatriotas disfrutar de sus propiedades. Unos 200 alemanes más han suscrito la misiva en la que tildan de “completamente exageradas” las medidas para frenar el avance del virus en España. Entienden que ya no hay peligro de colapso sanitario y piden que se les deje volver en cuanto se levante el estado de alarma.
La socialista Francina Armengol ha repetido en varias ocasiones que la apertura de los aeropuertos debe ser el último paso del desconfinamiento. El grupo de empresarios alemanes que se ha dirigido a la presidenta del Govern entiende que este tipo de restricciones son una “violación inaceptable de la propiedad privada”. El cierre de los aeropuertos, solicitado desde el primer momento por el gobierno balear, ha sido una de las claves para frenar la epidemia en las islas, uno de los territorios con menos casos activos.
La petición de este grupo de empresarios alemanes ha sido calificada de insolidaria y elitista por grupos de izquierdas y ecologistas.
Armengol ha escrito otra carta, de tono más amable, en la que pone en valor los “lazos estrechos entre Baleares y Alemania” y recuerda que las “condiciones son las mismas para todos los ciudadanos independientemente de su nacionalidad o lugar de origen”. Ahora mismo, el decreto del estado de alarma prohíbe los desplazamientos a segundas residencias.
Recuperar el turismo
El Gobierno español ostenta las competencias sobre puertos y aeropuertos. El presidente Pedro Sánchez ha dicho que trabajan para encontrar “soluciones conjuntas para impulsar el turismo dentro del contienente". El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha manifestado el interés por mantener la circulación de alemanes “a los que les gusta España y, además, a España le gusta que vengan alemanes”.
El responsable de Turismo del Ministerio de Industria alemán ha expresado sus dudas sobre la posibilidad de viajar al exterior este verano y se inclina por un programa de vacaciones interior. El gobierno balear y TUI, el principal touroperador alemán, trabajan para recuperar el flujo de visitantes con seguridad sanitaria.
El sector turístico piensa en estrategias para promocionar el destino balear como seguro y presiona para establecer medidas como test masivos a visitantes o controles de temperatura en los aeropuertos para poder reabrir cuanto antes. A pesar de ello, tanto la patronal como la administración tienen claro que hasta que no haya una vacuna para la COVID-19 no se recuperará tampoco el turismo tal como lo entendíamos hasta ahora.