La economía creció al 2 % en 2019, un ritmo más moderado que en los cuatro últimos años, debido a una demanda interna más débil y pese a la recuperación del sector exterior. El déficit público también aumentó hasta el 2,7 % del PIB, dos décimas más que a finales de 2018.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha ofrecido ambos datos este martes. En valor absoluto, el déficit del conjunto de las administraciones públicas se situó el año pasado en 33.223 millones de euros, un 8,9 % más interanual.
En cuanto a la deuda pública, cerró el año en el 95,5 % del PIB, cuatro décimas por debajo de la meta que se había marcado el Ejecutivo.
La demanda nacional (consumo e inversión) contribuyó con 1,5 puntos al PIB, 1,1 puntos menos que en 2018, mientras que la demanda externa (exportaciones e importaciones) aportó 0,5 puntos, cifra ocho décimas superior a la de 2018. En el cuarto trimestre el crecimiento fue del 0,4 %, igual que en los dos precedentes.
El déficit supera en siete décimas la meta del Ejecutivo del 2 % en 2019. La nueva senda de estabilidad, que Bruselas ha flexibilizado por la crisis del coronavirus, fija unos objetivos de déficit público del 1,8 % del PIB este año, del 1,5 % en 2021, del 1,2% en 2022 y del 0,9 % en 2023.
Por administraciones, se reserva el 0,5 % de déficit para el Estado, el 1,1 % para la Seguridad Social y dos décimas para las comunidades autónomas.Los entes locales tienen equilibrio presupuestario.
Crece el empleo un 2 %
El empleo creció un 2 % interanual en 2019, con la creación de 358.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año, con un repunte del 0,9 % en el cuarto trimestre. En los servicios, el empleo subió el 2,4 % interanual, y en la industria, el 1,9 %, mientras que en la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca los ocupados cayeron un 4,5 %.
El valor del PIB a precios corrientes para el conjunto del año marcó un nuevo máximo en 1.245.331 millones de euros, lo que supone un 3,6 % respecto al de 2018. El deflactor implícito del PIB, con el que se contrarresta el efecto de la inflación, se situó en el cuarto trimestre en el 1,7 % interanual.
En el cuarto trimestre, la variación del coste laboral unitario se situó en el 2,1 % interanual, cuatro décimas superior a la del deflactor implícito de la economía, en tanto que la remuneración por asalariado creció el 1,9 %.
El número de horas efectivamente trabajadas subió seis décimas, hasta el 1,4 % interanual, con lo que la variación de la productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo cayó el 0,2 % interanual, mientras que la productividad por hora efectivamente trabajada se incrementó el 0,4 %, seis décimas menos que en el tercer trimestre.