El hospital de campaña de IFEMA se planteó como una solución ante el colapso que sufren los hospitales madrileños, pero los profesionales desplazados al recinto ferial denuncian estar sumidos en el "caos" y critican la falta de información y de equipos de protección. "Trabajamos con bolsas en la cabeza, en los pies y unos mandiles que no dejan transpirar", asegura una de las sanitarias que lleva varios días luchando contra el coronavirus.
Alicia Martín, portavoz de AMYTS (sindicato mayoritario entre el colectivo médico de Madrid) ha asegurado que hasta este domingo los profesionales desplazados a Ifema estaban "súper bien dotados" en cuanto a equipos de protección, pero después "los monos ya no eran tal, sino bolsas de basura".
“Hemos bajado al Pabellón 5 de IFEMA y se niegan a vestirnos. Solo nos dan una bata que no protege y una mascarilla quirúrgica. Ni FPP2, ni nada de nada. Se han desmontado los parapetos donde nos vestíamos y desvestíamos. También se ha desmantelado la zona de descontaminación”, critica otro sanitario.
Una de las sanitarias que trabaja en IFEMA muestra el delantal de plástico con el que tiene que trabajar ante la falta de equipos de protección.
"Nos piden que no denunciemos"
Algunos profesionales sanitarios aseguran a RTVE que temen represalias por negarse a desempeñar su labor en esas condiciones. "Si no entramos a los pabellones con lo que nos proporcionan nos amenazan con apuntarnos en un papel que enviarían a recursos humanos", explica una enfermera.
“Si no entramos a los pabellones con lo que nos proporcionan nos amenazan con apuntarnos en un papel“
"Nos piden que no denunciemos", añade otro compañero. Preguntado por este hecho, la Consejería de Sanidad responde a RTVE que no les constan esas amenazas y anima a que se presenten las denuncias oportunas porque si llegasen a producirse serían "intolerables".
A las puertas del hospital "sin hacer nada"
Muchos médicos, por medio del sindicato mayoritario, han expresado su malestar. "Está fallando la planificación, la coordinación de las plantillas. Son convocados la noche de antes y hay un número elevado que aguarda horas en una sala sin tener claro qué hacer. La mayoría procede de Centros de Salud y están ahí desaprovechados", explica Alicia Martín, presidenta de Atención Primaria de AMYTS.
Además, ante la falta de previsión, aseguran los sanitarios, permanecen hacinados esperando el siguiente turno.
"Vas a las 07.15 y puedes volverte a casa a las 16.00 horas sin haber hecho nada, el infierno es el tiempo previo a bajar a la zona cero. La incertidumbre de saber si podrás aportar algo o si te irás como viniste", explica Carlos, que se ofreció como voluntario por su experiencia en el ámbito hospitalario. Cuenta que hoy entre un nutrido grupo de sanitarios, en torno a un centenar, han podido cuadrar unas planillas de turnos para el próximo mes y así poder organizar la asistencia de la mañana.
La Comunidad de Madrid admite que durante la tarde del domingo hubo "un problema puntual de organización" que provocó algunas protestas de profesionales, que el propio coordinador general del hospital, Fernando Prados ha asumido y por las que ha pedido disculpas.
Apertura del pabellón 7
La administración sostiene que sí hay material y que cumple el reglamento fijado por el Ministerio. "Hay personal, además que decide cubrirse con batas, gorros o calzas de bolsas de plástico", puntualizan fuentes consultadas.
Este hospital de campaña, que comenzó a funcionar el pasado 23 de marzo, acumula 1.100 ingresos y 424 altas. Esta tarde, en principio, entrará en funcionamiento el pabellón 7, donde se trasladarán paulatinamente los del 5. El pabellón 7 se suma así al 9, donde ya se están atendiendo a pacientes desde hace varios días. En ambos se han instalado 1.300 camas convencionales, que además incluirán próximamente 96 puestos UCI hasta alcanzar los 35.000 metros cuadrados de superficie.