El Gobierno de Donald Trump, anfitrión de la próxima cumbre del G7, prevista para el mes de junio, ha anunciado este jueves que la reunión de los líderes de las principales potencias occidentales se realizará por videoconferencia debido a la pandemia del coronavirus.
La reunión estaba prevista en el complejo de Camp David, en Maryland, del 10 al 12 de junio.
El mandatario estadounidense ha tomado la decisión "para que todos los países puedan centrar sus recursos en responder a los desafíos sanitarios y económicos del COVID-19", según un comunicado de la Casa Blanca.
El asesor económico de Trump, Larry Kudlow, que estaba a cargo de la preparación del encuentro por parte de Estados Unidos, ya ha avisado a sus homólogos del cambio de planes.
Trump quiso en un principio organizarla en su club de golf de Miami
La organización de la cumbre del G7 en Estados Unidos fue desde un inicio polémica ya que Trump la convocó en el Trump National Doral, su propio club de golf en Miami (Florida).
La polémica forzó al mandatario estadounidense a cambiar sus planes y a trasladarla a la residencia presidencial oficial de Camp David.
"Creía que estaba haciendo algo muy bueno para el país al usar Trump National Doral, en Miami, para reunir a los líderes del G7", dijo Trump en Twitter al anunciar en octubre pasado el cambio de ubicación.
"Es enorme, grandioso, con cientos de acres, al lado del AEROPUERTO INTERNACIONAL DE MIAMI, tiene tremendos salones de baile y salas de reuniones, y cada delegación habría tenido sus propios edificios de 50 o 70 habitaciones", continuó.
Trump opinó que su club era "mejor que otras alternativas" y que él estaba dispuesto a organizar el G7 allí "sin NINGÚN BENEFICIO o, si era posible legalmente, con un COSTE CERO para Estados Unidos".
"Pero, como de costumbre, ¡los medios hostiles y sus socios demócratas se volvieron LOCOS!", añadió.