El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha anunciado este lunes que el Gobierno ampliará las medidas restrictivas del norte del país a toda la península, por lo que se restringen los movimientos en todo el territorio para intentar contener el avance del coronavirus, que ya ha dejado 463 muertos y casi 8.000 personas contagiadas.
Además, las escuelas y universidades seguirán cerradas hasta el 3 de abril, se suspenden todos los eventos deportivos y se prohíben las concentraciones públicas. Son algunas de las medidas incluidas en el decreto que se publicará esta noche en el Boletín oficial del Estado y que entrarán en vigor mañana.
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"No habrá una zona roja, una zona restringida del país y otra no. Italia estará protegida en su conjunto. Se trata de evitar los movimientos en toda la península, con excepción de casos de necesidad, por motivos laborales o de salud", ha asegurado el primer ministro.
El Gobierno ha recomendado, además, que los ciudadanos salgan lo mínimo posible de casa y que no viajen por el país salvo los casos de necesidad, por motivos laborales o de salud. Sin embargo, el Ejecutivo no interrumpirá los servicios de transporte público para "garantizar la continuidad del sistema de producción y permitir que las personas vayan a trabajar", ni tampoco la circulación de mercancías, fundamental para la economía.
La medida amplía la zona de seguridad que incluía Lombardía y 14 provincias más de varias regiones a todo el país, por lo que se pasan de 16 a 60 millones de italianos con movimientos limitados.
Otras medidas adicionales
El Gobierno también ha confirmado que ampliará hasta el 3 de abril el periodo de cierre de los centros educativos en todo el país y que suspenderá todas las actividades deportivas hasta la misma fecha tras la petición realizada por el Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI).
"Sé que son medidas duras, necesarias para intentar contener la propagación del coronavirus y proteger la salud de todos los ciudadanos, que es nuestro objetivo primordial", ha añadido.
Asimismo, el país estudia pedir a la Comisión Europea (CE) que le conceda un mayor margen para incrementar su déficit previsto para 2020, después de haber solicitado ya una desviación del gasto público de 6.350 millones de euros netos, equivalente al 0,3 % del producto interior bruto (PIB). Esta solicitud ya incrementa el déficit para 2020 del 2,2 % previsto en septiembre al 2,5 %.
"Hemos pedido ya cierta flexibilidad, estamos estudiando realizar una nueva solicitud con unos márgenes mayores", ha anunciado Giuseppe Conte en una rueda de prensa en la Jefatura del Gobierno italiano.
El primer ministro no ha dicho de cuánto margen estaría hablando Italia, cuyas regiones más afectadas por el coronavirus son Lombardía, Véneto y Emilia Romaña, que juntas suponen el 40 % del PIB.